La República Democrática del Congo culpa a Ruanda del avance de los rebeldes

Goma, EP
Un portavoz del Gobierno de la provincia de Kivu Norte, en el este de la República Democrática del Congo, ha acusado este martes a la vecina Ruanda de "invadir" la volátil zona fronteriza y ha calificado al avance de la insurgencia rebelde como una operación militar ruandesa.

El Gobierno de Ruanda ha negado en varias ocasiones las acusaciones de altos cargos congoleños e investigadores de Naciones Unidas según las cuales están fomentando y apoyando el movimiento rebelde 23 de Marzo (M-23) en la provincia de Kivu Norte, rica en minerales y un viejo espacio de tensiones étnicas y políticas.

"No es una rebelión, es una invasión. No pensamos que el Ejército ruandés llevaría todas sus fuerzas a territorio congoleño", ha dicho a Reuters Erneste Kyaviro, portavoz del gobernador de Kivu Norte, Julien Paluku. Además, ha alertado que Ruanda desplegó tropas de élite a lo largo de la frontera, cerca de la ciudad de Goma.

Kyaviro ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que presione a Ruanda con el propósito de que ponga fin a su supuesto apoyo a la rebelión.

"No es necesario disparar un solo tiro para detener a Ruanda", ha agregado el portavoz, que ha añadido que países como Estados Unidos, Reino Unido, Noruega y Bélgica deben detener su ayuda a Kigali para que así cesen las operaciones del M23 en territorio congoleño. "Necesitamos la ayuda de todo el mundo", ha destacado.

El portavoz ha dicho que el Ejército congoleño, que se ha retirado ante el avance del M-23, está reforzando sus unidades en Goma. Sin embargo, ha hecho un llamamiento a la misión de paz de la ONU en la RDC (MONUSCO) para que refuerce su respuesta ante la ofensiva de los rebeldes.

"Ellos (las fuerzas de paz) no están aquí para hacer turismo; deben comprometerse", ha advertido, y ha agregado que las tropas de la ONU se limitaron a encerrarse en sus bases cuando los rebeldes tomaron Bunagana, Rutshuru y otros lugares al norte de Goma, en los últimos días.

LA REBELIÓN

Los rebeldes, que según un alto cargo de la ONU están bien equipados y son cada vez más numerosos, hicieron retroceder al Ejército del Gobierno congoleño con la ofensiva desplegada en los últimos días, que ha obligado a las fuerzas de paz de Naciones Unidas a retirarse a bases de operaciones aisladas en la montaña.

Por su parte, el comisario político del M-23, el coronel Vianney Kazarama, ha negado que los rebeldes hayan recibido apoyo de Ruanda. "Contamos con el respaldo de la población. Hemos logrado muchas armas en Bunagana, Rutshuru y Rumangabo. ¿Están estos lugares en Ruanda?", ha manifestado.

En un informe del mes pasado, expertos de la ONU presentaron evidencias de que altos funcionarios militares ruandeses respaldan a los rebeldes congoleños, y Estados Unidos, un aliado clave del presidente ruandés, Paul Kagame, ha pedido también a Kigali que cese este apoyo.

Los insurgentes del M-23, incluidos amotinados del Ejército congoleño, toman su nombre de un acuerdo de paz firmado en marzo de 2009, que puso fin a una anterior rebelión tutsi en Kivu Norte.

Desde marzo pasado, cientos de exrebeldes han desertado del Ejército en apoyo del general renegado Bosco Ntaganda, buscado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra.

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