La oposición siria denuncia una gran masacre de civiles
- Más de 150 personas han muerto en un ataque del régimen en la provincia de Hama
- La agencia oficial de noticias siria habla de enfrentamiento entre las tropas y unos "terroristas"
Damasco, El País
La oposición al régimen de Bachar el Asad en Siria ha denunciado la matanza de más de 200 personas, la mayoría civiles, en la ciudad de Tremseh, en la provincia de Hama (uno de los focos de revueltas, al noreste del país). De confirmarse estos datos, se trataría de la peor masacre desde el inicio de la rebelión contra El Asad, en marzo del año pasado.
"Grupos gubernamentales bombardearon Tremseh usando coches y helicópteros", ha declarado por teléfono a la agencia AFP el presidente del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane. Los activistas citados por la BBC aseguran que, a continuación, la milicia progubernamental Shabiha entró a pie en la localidad, de unos 10.000 habitantes y mayoría suní, y ejecutó uno por uno a los supervivientes. Una treintena de cadáveres ya han sido identificados, según Abdel Rahmane.
La agencia oficial de noticias SANA informa, por el contrario, de un enfrentamiento entre un "grupo terrorista" y las tropas del Gobierno, y agrega que los "terroristas" (como oficialmente se denomina a menudo a los rebeldes) han sufrido "graves pérdidas", mientras que tres soldados han muerto.
La versión de la oposición es muy distinta. "Los activistas dicen que el ataque empezó a las 5 de la madrugada, cuando la localidad estaba rodeada por fuerzas gubernamentales y progubernamentales", asegura el reportero de Al Yazira Rula Amin, desde Beirut. "Se hallaron cadáveres con marcas de cuchillos, y algunos quemados", ha comentado, aunque precisa que "lo sucedido no está muy claro". En un vídeo publicado en YouTube, activistas en Hama han acusado al Gobierno sirio de llevar a cabo una "limpieza étnica", mayor que ninguna masacre previa en Siria. La organización islamista de los Hermanos Musulmanes, por su parte, ha emitido un comunicado culpando no solo a El Asad, sino también a Kofi Annan, Rusia o Irán, y aquellos que "aseguran que protegen la paz y la estabilidad pero permanecen en silencio y no toman ninguna responsabilidad", informa el New York Times.
La masacre se ha conocido al tiempo que se celebraba la primera reunión de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que ha acabado sin un acuerdo sobre la ampliación de la misión de observación y la aplicación de más sanciones si el país no repliega las tropas de los centros urbanos antes de diez días y detiene el uso de armamento pesado. Rusia se opone a mencionar las sanciones en una futura resolución, mantiene un rotundo rechazo a una intervención militar internacional y aboga por el diálogo entre las fuerzas políticas sirias.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos cifra en más de 17.000 las víctimas mortales desde el comienzo de las revueltas contra el régimen de El Asad, en marzo de 2011. El pasado 30 de junio, al menos 80 personas murieron y 150 resultaron heridas por una explosión en un funeral en la localidad de Zamlaka, a las afueras de Damasco. Solo un día antes, la oposición denunciaba el asesinato de medio centenar de personas, entre ellas mujeres y niños, y colgaba en Internet unas duras imágenes de cadáveres envueltos en telas blancas.