La guerra se instala en Damasco, giro en la revuelta contra Bashar al Asad
Damasco, AFP
La revuelta contra el régimen sirio vive un giro con violentos combates este lunes entre las tropas del régimen y los rebeldes cerca del centro de la capital, Damasco, símbolo del poder del presidente Bashar al Asad.
Hecho inédito, el ejército, utilizando blindados y vehículos de transporte de tropas, se desplegó en el barrio Midan, cerca del centro de la capital.
Al mismo tiempo los enfrentamientos continuaban, por segundo día consecutivo, en varios barrios periféricos del sur, del oeste y del este de Damasco, hostiles al régimen, según una ONG siria y militantes opositores.
Los rebeldes sirios afirman haber expulsado al ejército regular de dos barrios de Damasco, la capital de Siria, donde varios sectores eran escenario este lunes de encarnizados combates.
El portavoz del consejo militar de los rebeldes para la región de Damasco afirmó a la AFP que el ejército perdió el control del barrio de Midan, próximo al centro, y el de Tadamun, ambos hostiles al presidente sirio Bashar al Asad.
Siete personas, entre ellos seis civiles, murieron en actos de violencia en los barrios de Midane, Tadamun y Aiché, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos(OSDH). En total, 67 personas -- 32 civiles, 21 soldados y 14 rebeldes -- murieron en el país.
Los combates se extendieron el lunes a Jaled ben el Walid, una gran arteria que une el barrio insurgente de Midan al centro de la capital, y a Aasali, en el sur, Barzé (nordeste), Qabun y Jobar (este), y Kafar Susé (oeste).
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) consideró que los combates en Siria son una situación de guerra civil y subrayó, en un mensaje a todas las partes, que "debe aplicarse el derecho internacional humanitario".
"Es la primera vez que hay blindados y transporte de tropas en Midan. Antes, las fuerzas del orden fueron desplegadas para reprimir las manifestaciones. Hoy hay soldados que participan en los combates", indicó a la AFP Rami Abdel Rahmane, director del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Hasta ahora la capital vivía con fuertes medidas de seguridad y estaba controlada principalmente por la cuarta división del primer cuerpo del ejército, dirigida por Maher al Asad, hermano del presidente.
Frente a las fuerzas del régimen está el Ejército Sirio Libre (ESL), compuesto principalmente por militares desertores escasamente equipados en comparación con la potencia de fuego del régimen, pero más móviles. Tienen el apoyo asimismo de parte de la población.
"La revolución se extiende y cierra el cerco alrededor del régimen en las zonas en las que se creía al resguardo de la ira del pueblo", había reaccionado la oposición el domingo.
"Lo que pasa en Damasco es un giro", estimó Abdel Rahmane. "Cuando hay combates en la capital que continúan durante horas, quizás días, es que las tropas regulares no llegan a controlar la situación, eso ilustra la debilidad del régimen", agregó.
"Son los primeros combates de este tipo en Damasco. El 15 de julio marca un giro en la revolución siria", afirmó el lunes a la AFP un militante de Damasco contactado por Skype y que se presentó como Abu Musab.
La Unión Europea prepara nuevas sanciones contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad, que deberían ser adoptadas la semana próxima, informaron el lunes fuentes europeas.
Las discusiones deben continuar esta semana sobre las nuevas personas y entidades involucradas, así como sobre posibles sanciones económicas, agregaron las mismas fuentes. Las nuevas sanciones en preparación serán sometidas a los ministros que deben reunirse el 23 de julio en Bruselas.
En Moscú, adonde debe llegar el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe Kofi Annan, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, subrayó que "no es realista" esperar que su país pueda convencer al presidente sirio Bashar al Asad de dejar el poder, como lo afirman las potencias occidentales.
El presidente Asad "no partirá, no porque lo respaldemos, sino simplemente porque una parte significativa de la población de Siria lo respalda", agregó.
Esta declaración interviene cuando el presidente Vladimir Putin debe recibir al enviado de la ONU y la Liga Árabe en Moscú, encuentro durante el cual "Rusia subrayará su respaldo al plan de paz de Kofi Annan".
El jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, consideró por su parte que en caso de salida de Asad, el nuevo régimen multiconfesional deberá respetar todas las comunidades, incluso a la que pertenece Asad.
Imagen obtenida de un vídeo difundido por la Misión de Supervisión de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) de una mujer llorando la muerte de sus allegados en la localidad de Treimsa, en la provincia central de Hama, el domingo 15 de julio.
Localización de las peores masacres que han ocurrido en Siria desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar Al Asad en marzo 2011. Más de 17.000 personas han muerto desde esa fecha, dos tercios de ellos civiles.
La revuelta contra el régimen sirio vive un giro con violentos combates este lunes entre las tropas del régimen y los rebeldes cerca del centro de la capital, Damasco, símbolo del poder del presidente Bashar al Asad.
Hecho inédito, el ejército, utilizando blindados y vehículos de transporte de tropas, se desplegó en el barrio Midan, cerca del centro de la capital.
Al mismo tiempo los enfrentamientos continuaban, por segundo día consecutivo, en varios barrios periféricos del sur, del oeste y del este de Damasco, hostiles al régimen, según una ONG siria y militantes opositores.
Los rebeldes sirios afirman haber expulsado al ejército regular de dos barrios de Damasco, la capital de Siria, donde varios sectores eran escenario este lunes de encarnizados combates.
El portavoz del consejo militar de los rebeldes para la región de Damasco afirmó a la AFP que el ejército perdió el control del barrio de Midan, próximo al centro, y el de Tadamun, ambos hostiles al presidente sirio Bashar al Asad.
Siete personas, entre ellos seis civiles, murieron en actos de violencia en los barrios de Midane, Tadamun y Aiché, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos(OSDH). En total, 67 personas -- 32 civiles, 21 soldados y 14 rebeldes -- murieron en el país.
Los combates se extendieron el lunes a Jaled ben el Walid, una gran arteria que une el barrio insurgente de Midan al centro de la capital, y a Aasali, en el sur, Barzé (nordeste), Qabun y Jobar (este), y Kafar Susé (oeste).
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) consideró que los combates en Siria son una situación de guerra civil y subrayó, en un mensaje a todas las partes, que "debe aplicarse el derecho internacional humanitario".
"Es la primera vez que hay blindados y transporte de tropas en Midan. Antes, las fuerzas del orden fueron desplegadas para reprimir las manifestaciones. Hoy hay soldados que participan en los combates", indicó a la AFP Rami Abdel Rahmane, director del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Hasta ahora la capital vivía con fuertes medidas de seguridad y estaba controlada principalmente por la cuarta división del primer cuerpo del ejército, dirigida por Maher al Asad, hermano del presidente.
Frente a las fuerzas del régimen está el Ejército Sirio Libre (ESL), compuesto principalmente por militares desertores escasamente equipados en comparación con la potencia de fuego del régimen, pero más móviles. Tienen el apoyo asimismo de parte de la población.
"La revolución se extiende y cierra el cerco alrededor del régimen en las zonas en las que se creía al resguardo de la ira del pueblo", había reaccionado la oposición el domingo.
"Lo que pasa en Damasco es un giro", estimó Abdel Rahmane. "Cuando hay combates en la capital que continúan durante horas, quizás días, es que las tropas regulares no llegan a controlar la situación, eso ilustra la debilidad del régimen", agregó.
"Son los primeros combates de este tipo en Damasco. El 15 de julio marca un giro en la revolución siria", afirmó el lunes a la AFP un militante de Damasco contactado por Skype y que se presentó como Abu Musab.
La Unión Europea prepara nuevas sanciones contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad, que deberían ser adoptadas la semana próxima, informaron el lunes fuentes europeas.
Las discusiones deben continuar esta semana sobre las nuevas personas y entidades involucradas, así como sobre posibles sanciones económicas, agregaron las mismas fuentes. Las nuevas sanciones en preparación serán sometidas a los ministros que deben reunirse el 23 de julio en Bruselas.
En Moscú, adonde debe llegar el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe Kofi Annan, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, subrayó que "no es realista" esperar que su país pueda convencer al presidente sirio Bashar al Asad de dejar el poder, como lo afirman las potencias occidentales.
El presidente Asad "no partirá, no porque lo respaldemos, sino simplemente porque una parte significativa de la población de Siria lo respalda", agregó.
Esta declaración interviene cuando el presidente Vladimir Putin debe recibir al enviado de la ONU y la Liga Árabe en Moscú, encuentro durante el cual "Rusia subrayará su respaldo al plan de paz de Kofi Annan".
El jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, consideró por su parte que en caso de salida de Asad, el nuevo régimen multiconfesional deberá respetar todas las comunidades, incluso a la que pertenece Asad.
Imagen obtenida de un vídeo difundido por la Misión de Supervisión de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) de una mujer llorando la muerte de sus allegados en la localidad de Treimsa, en la provincia central de Hama, el domingo 15 de julio.
Localización de las peores masacres que han ocurrido en Siria desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar Al Asad en marzo 2011. Más de 17.000 personas han muerto desde esa fecha, dos tercios de ellos civiles.