India elige al exministro de Finanzas Mukherjee como nuevo presidente

El candidato reemplazará a Pratibha Patil, la primera mujer en ocupar el cargo

Ana Gabriela Rojas
Nueva Delhi, El País

El exministro de Finanzas Pranab Mukherjee, candidato del oficialista Partido del Congreso y sus aliados en el Gobierno, será el próximo presidente de India. Mukherjee, de 76 años, ganó tal como estaba previsto por un amplio margen las votaciones entre los miembros del parlamento y legisladores, que se realizan a través de un complicado sistema de puntos.

En la democracia más numerosa del mundo, el jefe de Estado -con un mandato de cinco años- no es elegido directamente por el voto de los ciudadanos, sino por los miembros del Parlamento y los legisladores de los Estados, que ascienden a cerca de 5.000 representantes.

El otro candidato era Purno Sangma, exportavoz del Parlamento y candidato del opositor partido nacionalista hindú BJP. Aunque el cargo es protocolario, “ésta es definitivamente una victoria para la coalición en el Gobierno [con el Partido del Congreso al frente] que demuestra que lograron mantenerse unidos a pesar de sus dificultades”, explica Balveer Arora, analista político y exrector de la prestigiosa Universidad Jawaharlal Nehru. Hasta el último momento, una de las aliadas indispensables de la coalición, la gobernadora de Bengala Occidental Mamata Banerjee, no dio su apoyo, lo que dio la sensación de un Gobierno frágil.

El respiro que toma el Partido del Congreso y sus aliados, tras escándalos de corrupción, le vienen muy bien ante las elecciones generales en 2014. Tras la votación, el presidente es el encargado de llamar al partido o a la coalición que considere para tener la primera oportunidad de formar Gobierno.

Mukherjee sustituirá en la casa presidencial, conocida como Rashtrapati Bhavan, a Pratibha Patil, la primera mujer que ha ocupado ese cargo en el país asiático. Aunque algunos apuntan a que, con este movimiento, el Gobierno pierde a un hombre importante. El septuagenario “el político con más experiencia” ya que se ha desempeñado como ministro en carteras tan variadas como Interior, Exteriores, Finanzas o Defensa.

Sin embargo, el político de origen bengalí “ha logrado el máximo cargo político al que podía tener”, explica el analista Paranjoy Guha Thakurta. A pesar de ser considerado un hombre leal al partido, nunca pudo aspirar a ser primer ministro, el cargo más importante del Gobierno, explican los expertos. En el partido se le recela desde 1984, cuando tras el asesinato de la primera ministra Indira Gandhi, su hijo, el posteriormente asesinado Rajiv Gandhi, vislumbró ambición en el político, quien incluso dejó el partido por tres años.

Pero tras su vuelta ha sido considerado indispensable. Es muy respetado en la política, aún entre sus oponentes. Se le reconoce como un purista de las leyes y muy buen negociador, por lo que se le conoce como el mediador del Gobierno. Se sabe que no toma vacaciones, exceptuando su excursión anual a natal Bengala Occidental, a su aldea, Mirati, a unos 200 kilómetros de Calculta. Ahí va para celebrar el festival de la Diosa Durga, el colorido Durga Puja.

Con el bengalí la presidencia vuelve a tener un político de peso, ya que Pratibha Patil no tenía tanta experiencia y el anterior, Abdul Kalam tenía un perfil científico. Mukherjee será embestido como el 13º presidente de India en una ceremonia oficial el próximo miércoles 25 de julio.

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