Hollande: “La caída de El Asad es ineluctable”
Clinton dice que se debe aplicar la fuerza para hacer cumplir el alto el fuego auspiciado por la ONU
Miguel Mora
París, El País
El presidente francés, François Hollande, ha inaugurado esta mañana en París la tercera reunión de los países Amigos de Siria, que ha reunido a un centenar de Estados árabes y occidentales, pero ha registrado de nuevo el boicoteo de China y Rusia, los dos grandes defensores, junto a Irán, del régimen de Bachar el Asad. Hollande ha afirmado que “El Asad debe marcharse porque eso es lo que quiere su pueblo”; dirigiéndose a Moscú ha dicho que “Siria se ha convertido en una amenaza para la paz mundial”, y ha concluido afirmando que “hay una cosa cierta: el régimen no aguantará, la caída de El Asad es ineluctable”.
En su discurso, Hollande ha propuesto al foro la adopción de cinco ideas: los crímenes no quedarán impunes y los responsables serán juzgados en la Corte Penal Internacional; aprobar nuevas sanciones contra el régimen; hacer llegar ayuda concreta a la oposición democrática (poniendo a su disposición medios de comunicación) y ayuda humanitaria a la población; pedir a la ONU que actúe “lo más deprisa posible” para forzar a Damasco a aplicar el plan de paz del enviado especial, Kofi Annan, y comprometerse a que la comunidad internacional ayudará a Siria a reconstruir el país.
Estados Unidos, representado en la cumbre por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció el jueves que solicitará el endurecimiento de las sanciones de la ONU contra el presidente sirio y su clan. Y arremetió durante el cónclave contra Moscú y Pekín, capitales a las que acusa de sostener el régimen de Damasco. Clinton animó a todos los países presentes en la reunión —en un tono que ha parecido crítico con los países aliados en la causa — a presionar con firmeza a Rusia y China para que abandonen al Gobierno de El Asad. "[Rusia y China] están bloqueando los progresos. Esto ya no es tolerable", añadió la secretaria de Estado, después de que días atrás Pekín y Moscú acordaran que deberá formarse un Gobierno de transición que incluya a dirigentes del actual régimen y de la oposición.
La consecuencia de este planteamiento difícilmente podría ser otra. "Deberíamos regresar al Consejo de Seguridad para una resolución que imponga consecuencias inmediatas por su incumplimiento, incluidas las del Capítulo 7 [de la Carta de Naciones Unidas]", apuntó Clinton en relación con el capítulo que prevé el uso de la fuerza para imponer la resolución. "Enfrentados a los incumplimientos del régimen", añadió, "es difícil imaginar cómo se puede cumplir la misión de verificación de la ONU sin el mecanismo del Capítulo 7. Está claro que la misión de los observadores desarmados no pueden vigilar un alto el fuego que no existe".
Tras un minuto de silencio por las víctimas, que según el último balance superan ya los 15.000 muertos y los dos millones de desplazados —5.000 de ellos han llegado en los últimos días a Jordania, según la agencia para los refugiados ACNUR—, han tomado la palabra algunos miembros de la dividida oposición, que hace unos días acabaron una reunión en El Cairo resolviendo sus disputas a puñetazos.
Abdel Basset Sayda y Ryad Seif, dirigentes del Consejo Nacional Sirio, han reclamado una zona de exclusión aérea y la apertura de corredores humanitarios para las víctimas, mientras Laurent Fabius, ministro de Exteriores francés, ha afirmado que Rusia y China han evolucionado en sus posiciones y cree posible una transición con “integridad del territorio, respeto a los derechos de las mujeres, Constitución y elecciones”.
Miguel Mora
París, El País
El presidente francés, François Hollande, ha inaugurado esta mañana en París la tercera reunión de los países Amigos de Siria, que ha reunido a un centenar de Estados árabes y occidentales, pero ha registrado de nuevo el boicoteo de China y Rusia, los dos grandes defensores, junto a Irán, del régimen de Bachar el Asad. Hollande ha afirmado que “El Asad debe marcharse porque eso es lo que quiere su pueblo”; dirigiéndose a Moscú ha dicho que “Siria se ha convertido en una amenaza para la paz mundial”, y ha concluido afirmando que “hay una cosa cierta: el régimen no aguantará, la caída de El Asad es ineluctable”.
En su discurso, Hollande ha propuesto al foro la adopción de cinco ideas: los crímenes no quedarán impunes y los responsables serán juzgados en la Corte Penal Internacional; aprobar nuevas sanciones contra el régimen; hacer llegar ayuda concreta a la oposición democrática (poniendo a su disposición medios de comunicación) y ayuda humanitaria a la población; pedir a la ONU que actúe “lo más deprisa posible” para forzar a Damasco a aplicar el plan de paz del enviado especial, Kofi Annan, y comprometerse a que la comunidad internacional ayudará a Siria a reconstruir el país.
Estados Unidos, representado en la cumbre por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció el jueves que solicitará el endurecimiento de las sanciones de la ONU contra el presidente sirio y su clan. Y arremetió durante el cónclave contra Moscú y Pekín, capitales a las que acusa de sostener el régimen de Damasco. Clinton animó a todos los países presentes en la reunión —en un tono que ha parecido crítico con los países aliados en la causa — a presionar con firmeza a Rusia y China para que abandonen al Gobierno de El Asad. "[Rusia y China] están bloqueando los progresos. Esto ya no es tolerable", añadió la secretaria de Estado, después de que días atrás Pekín y Moscú acordaran que deberá formarse un Gobierno de transición que incluya a dirigentes del actual régimen y de la oposición.
La consecuencia de este planteamiento difícilmente podría ser otra. "Deberíamos regresar al Consejo de Seguridad para una resolución que imponga consecuencias inmediatas por su incumplimiento, incluidas las del Capítulo 7 [de la Carta de Naciones Unidas]", apuntó Clinton en relación con el capítulo que prevé el uso de la fuerza para imponer la resolución. "Enfrentados a los incumplimientos del régimen", añadió, "es difícil imaginar cómo se puede cumplir la misión de verificación de la ONU sin el mecanismo del Capítulo 7. Está claro que la misión de los observadores desarmados no pueden vigilar un alto el fuego que no existe".
Tras un minuto de silencio por las víctimas, que según el último balance superan ya los 15.000 muertos y los dos millones de desplazados —5.000 de ellos han llegado en los últimos días a Jordania, según la agencia para los refugiados ACNUR—, han tomado la palabra algunos miembros de la dividida oposición, que hace unos días acabaron una reunión en El Cairo resolviendo sus disputas a puñetazos.
Abdel Basset Sayda y Ryad Seif, dirigentes del Consejo Nacional Sirio, han reclamado una zona de exclusión aérea y la apertura de corredores humanitarios para las víctimas, mientras Laurent Fabius, ministro de Exteriores francés, ha afirmado que Rusia y China han evolucionado en sus posiciones y cree posible una transición con “integridad del territorio, respeto a los derechos de las mujeres, Constitución y elecciones”.