Enfrentamientos en Damasco; Rusia no cede a exigencias de la oposición siria
Damasco, AFP
Fuerzas gubernamentales y combatientes rebeldes se enfrentaron el miércoles en Damasco y, en el frente diplomático, Rusia se mantuvo inflexible al recibir a un líder opositor sirio, anunciando la continuación del suministro de armas al régimen del presidente Bashar al Asad.
El emisario internacional para Siria, Kofi Annan, quien viajó el martes a Teherán, aliado de Damasco, y a Bagdad, donde obtuvo un apoyo de las autoridades a su plan de salida de crisis, informará el miércoles de su gira al Consejo de Seguridad de la ONU.
El miércoles se registraron enfrentamientos en el barrio Qadam de Damasco entre las fuerzas de seguridad sirias y los rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que había contabilizado 12 muertos al mediodía en el país.
En Alepo (norte), segunda ciudad del país, se escucharon fuertes explosiones y dos soldados murieron cuando rebeldes atacaron un puesto de control militar.
A pesar de la multiplicación de las iniciativas diplomáticas, la violencia no disminuye en Siria, con 82 muertos el martes, de los cuales a menos 30 civiles, según el OSDH, una ONG radicada en el Reino Unido.
El OSDH informó de otro ataque a un autobús que transportaba a soldados en la provincia de Idleb (noroeste), avanzando la cifra no confirmada de 11 muertos.
En el ámbito diplomático Moscú no da su brazo a torcer.
Rusia no ha cambiado su posición sobre Siria, lamentaron este miércoles en Moscú los dirigentes de la oposición siria tras reunirse con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
"Confirmo en nombre de la oposición popular siria que no puede haber diálogo hasta que Asad no se vaya. Rusia tiene una opinión distinta", declaró a la prensa Abdel Baset Sayda, el nuevo jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición siria en el extranjero.
El apoyo ruso al régimen sirio "sea cual fuere la máscara" utilizada es lo que permite a Damasco "continuar con la violencia", añadió. "Es una política de apoyo al régimen que posibilita que continúe la violencia", agregó.
En el comienzo de su reunión con Lavrov, Sayda destacó que en Siria está en marcha una "revolución".
"Los acontecimientos en Siria no son sólo desacuerdos entre la oposición y el gobierno, sino una revolución", dijo, comparando la situación con lo ocurrido en Rusia cuando se desintegró la Unión Soviética en 1991.
Señal de que Rusia no cede, el director adjunto del servicio federal de cooperación militar, Viatcheslav Dzirkaln, citado por la agencia Interfax, dijo el miércoles que se seguirá "cumpliendo con el contrato de entrega de sistemas de defensa antiaérea", aunque añadió que se trata de equipos "de naturaleza exclusivamente defensiva".
"No se puede decir de ninguna manera que aplicamos un embargo sobre el suministro de técnicas militares a Siria", agregó.
Dzirkaln aseguró que haciendo esto Rusia no viola "ninguna de sus obligaciones internacionales".
Expertos rusos habían considerado en junio, tras la destrucción de un F-4 turco en aguas del litoral sirio, que el incidente mostraba la eficacia de los sistemas de defensa antiaérea rusos con los que se ha equipado Siria.
Aliado de Damasco, Rusia bloquea toda resolución en la ONU de condena a la represión y se niega a suspender su apoyo al régimen a pesar de las críticas internacionales.
El martes Rusia sometió a sus 14 interlocutores del Consejo de Seguridad un proyecto de resolución que prolonga el mandato de la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (MISNUS) pero no evoca la amenaza de sanciones.
El proyecto de texto, del cual la AFP obtuvo una copia, "prolonga por tres meses el mandato" de los observadores de la ONU, que expira el 20 de julio, "teniendo en cuenta" recomendaciones hechas por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Ban Ki-moon propone reducir el número de observadores militares (300 actualmente) y dar a la MISNUS un papel más político.
El texto ruso "reafirma el apoyo" al plan de paz de Annan y pide al poder y a la oposición sirios que "comiencen inmediatamente a aplicar" esa iniciativa.
Oficialmente aceptado por el régimen y por la oposición hace tres meses, el plan que comprende en particular un alto el fuego, no fue aplicado y la continuación de la violencia obligó a los observadores, llegados en abril a Siria, a cesar sus actividades a mediados de junio.
A pesar de la multiplicación de iniciativas diplomáticas, las violencias no disminuyen en Siria, con 82 muertos en la jornada del martes, de los cuales a menos 30 civiles, según el Observatorio sirio de los derechos humanos (OSDH).
Las fuerzas sirias y combatientes opositores al régimen siguieron enfrentándose este miércoles en Siria, mientras el jefe de la principal coalición de oposición se reunía con responsables rusos en Moscú para reclamar la salida de Bashar al Asad como condición a una transición política.
Fuerzas gubernamentales y combatientes rebeldes se enfrentaron el miércoles en Damasco y, en el frente diplomático, Rusia se mantuvo inflexible al recibir a un líder opositor sirio, anunciando la continuación del suministro de armas al régimen del presidente Bashar al Asad.
El emisario internacional para Siria, Kofi Annan, quien viajó el martes a Teherán, aliado de Damasco, y a Bagdad, donde obtuvo un apoyo de las autoridades a su plan de salida de crisis, informará el miércoles de su gira al Consejo de Seguridad de la ONU.
El miércoles se registraron enfrentamientos en el barrio Qadam de Damasco entre las fuerzas de seguridad sirias y los rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que había contabilizado 12 muertos al mediodía en el país.
En Alepo (norte), segunda ciudad del país, se escucharon fuertes explosiones y dos soldados murieron cuando rebeldes atacaron un puesto de control militar.
A pesar de la multiplicación de las iniciativas diplomáticas, la violencia no disminuye en Siria, con 82 muertos el martes, de los cuales a menos 30 civiles, según el OSDH, una ONG radicada en el Reino Unido.
El OSDH informó de otro ataque a un autobús que transportaba a soldados en la provincia de Idleb (noroeste), avanzando la cifra no confirmada de 11 muertos.
En el ámbito diplomático Moscú no da su brazo a torcer.
Rusia no ha cambiado su posición sobre Siria, lamentaron este miércoles en Moscú los dirigentes de la oposición siria tras reunirse con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
"Confirmo en nombre de la oposición popular siria que no puede haber diálogo hasta que Asad no se vaya. Rusia tiene una opinión distinta", declaró a la prensa Abdel Baset Sayda, el nuevo jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición siria en el extranjero.
El apoyo ruso al régimen sirio "sea cual fuere la máscara" utilizada es lo que permite a Damasco "continuar con la violencia", añadió. "Es una política de apoyo al régimen que posibilita que continúe la violencia", agregó.
En el comienzo de su reunión con Lavrov, Sayda destacó que en Siria está en marcha una "revolución".
"Los acontecimientos en Siria no son sólo desacuerdos entre la oposición y el gobierno, sino una revolución", dijo, comparando la situación con lo ocurrido en Rusia cuando se desintegró la Unión Soviética en 1991.
Señal de que Rusia no cede, el director adjunto del servicio federal de cooperación militar, Viatcheslav Dzirkaln, citado por la agencia Interfax, dijo el miércoles que se seguirá "cumpliendo con el contrato de entrega de sistemas de defensa antiaérea", aunque añadió que se trata de equipos "de naturaleza exclusivamente defensiva".
"No se puede decir de ninguna manera que aplicamos un embargo sobre el suministro de técnicas militares a Siria", agregó.
Dzirkaln aseguró que haciendo esto Rusia no viola "ninguna de sus obligaciones internacionales".
Expertos rusos habían considerado en junio, tras la destrucción de un F-4 turco en aguas del litoral sirio, que el incidente mostraba la eficacia de los sistemas de defensa antiaérea rusos con los que se ha equipado Siria.
Aliado de Damasco, Rusia bloquea toda resolución en la ONU de condena a la represión y se niega a suspender su apoyo al régimen a pesar de las críticas internacionales.
El martes Rusia sometió a sus 14 interlocutores del Consejo de Seguridad un proyecto de resolución que prolonga el mandato de la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (MISNUS) pero no evoca la amenaza de sanciones.
El proyecto de texto, del cual la AFP obtuvo una copia, "prolonga por tres meses el mandato" de los observadores de la ONU, que expira el 20 de julio, "teniendo en cuenta" recomendaciones hechas por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Ban Ki-moon propone reducir el número de observadores militares (300 actualmente) y dar a la MISNUS un papel más político.
El texto ruso "reafirma el apoyo" al plan de paz de Annan y pide al poder y a la oposición sirios que "comiencen inmediatamente a aplicar" esa iniciativa.
Oficialmente aceptado por el régimen y por la oposición hace tres meses, el plan que comprende en particular un alto el fuego, no fue aplicado y la continuación de la violencia obligó a los observadores, llegados en abril a Siria, a cesar sus actividades a mediados de junio.
A pesar de la multiplicación de iniciativas diplomáticas, las violencias no disminuyen en Siria, con 82 muertos en la jornada del martes, de los cuales a menos 30 civiles, según el Observatorio sirio de los derechos humanos (OSDH).
Las fuerzas sirias y combatientes opositores al régimen siguieron enfrentándose este miércoles en Siria, mientras el jefe de la principal coalición de oposición se reunía con responsables rusos en Moscú para reclamar la salida de Bashar al Asad como condición a una transición política.