Cien mujeres afganas se manifiesta por la ejecución filmada de una de ellas
Kabul, AFP
Un centenar de afganos, en su mayoría mujeres implicadas en la lucha por sus derechos, se manifestaron este miércoles en Kabul para protestar contra la reciente ejecución filmada de una de ellas, acusada de adulterio.
La víctima, Najiba, de 22 años, fue asesinada por unos diez disparos delante de un centenar de hombres, reunidos para asistir a su muerte en un pequeño pueblo de la provincia de Parwan, a un centenar de kilómetros al norte de Kabul.
La ejecución sumaria tuvo lugar después de que fueran recitados versículos del Corán condenando el adulterio. La ejecución fue saludada con gritos de "viva el islam" y "vivan los muyahidines".
Las autoridades afganas indicaron que los verdugos eran talibanes, habituados a este tipo de castigo cuando estaban en el poder (1996-2001).
"Queremos justicia", gritaban las manifestantes, que desfilaron entre el ministerio de las Mujeres y la plaza Zanbaq, a unos cientos de metros de la presidencia.
"La ejecución de una mujer por los talibanes es un crimen. El gobierno debe hacer todo para poner a los culpables a disposición de los tribunales. Es su deber hacer justicia, estimó Shyikai Karaojail, una parlamentaria.
Las manifestantes también llamaron al presidente Hamid Karzai y a su gobierno a actuar en favor de la causa de las mujeres en lugar de sólo manifestar su emoción por los hechos que las afectan.
Sahar Gul, una adolescente de 15 años, liberada en enero después de haber sido torturada por la familia de su marido durante seis meses en un subterráneo y cuyo caso provocó conmoción mundial, participó en la manifestación, junto a una muchacha con el rostro quemado por el ácido por haber rechazado un matrimonio forzado.
Crímenes odiosos perpetrados contra las mujeres se registran cada mes en Afganistán, sobre todo en el campo, regido por las tradiciones. Según la ONG Oxfam, el 87% de las afganas afirma haber sido víctima de violencia física, sexualy psicológica o de un matrimonio forzado.
La sociedad civil afgana acusa a su gobierno de duplicidad, denunciando el hecho de que reivindica la causa de las mujeres para "seguir recibiendo" ayuda internacional, pero escuchando "en la práctica" las "demandas de los elementos extremistas".
A comienzos de marzo, el presidente Hamid Karzai apoyó al Consejo de los ulemas, la más alta autoridad religiosa, cuando éste declaró que "el hombre el fundamental y la mujer es secundaria".
Una afgana con el rostro desfigurado por un ataque con ácido marcha para protestar contra la ejecución de otra acusada de adulterio este miércoles 11 de julio en Kabul.
Un centenar de afganos, en su mayoría mujeres implicadas en la lucha por sus derechos, se manifestaron este miércoles en Kabul para protestar contra la reciente ejecución filmada de una de ellas, acusada de adulterio.
La víctima, Najiba, de 22 años, fue asesinada por unos diez disparos delante de un centenar de hombres, reunidos para asistir a su muerte en un pequeño pueblo de la provincia de Parwan, a un centenar de kilómetros al norte de Kabul.
La ejecución sumaria tuvo lugar después de que fueran recitados versículos del Corán condenando el adulterio. La ejecución fue saludada con gritos de "viva el islam" y "vivan los muyahidines".
Las autoridades afganas indicaron que los verdugos eran talibanes, habituados a este tipo de castigo cuando estaban en el poder (1996-2001).
"Queremos justicia", gritaban las manifestantes, que desfilaron entre el ministerio de las Mujeres y la plaza Zanbaq, a unos cientos de metros de la presidencia.
"La ejecución de una mujer por los talibanes es un crimen. El gobierno debe hacer todo para poner a los culpables a disposición de los tribunales. Es su deber hacer justicia, estimó Shyikai Karaojail, una parlamentaria.
Las manifestantes también llamaron al presidente Hamid Karzai y a su gobierno a actuar en favor de la causa de las mujeres en lugar de sólo manifestar su emoción por los hechos que las afectan.
Sahar Gul, una adolescente de 15 años, liberada en enero después de haber sido torturada por la familia de su marido durante seis meses en un subterráneo y cuyo caso provocó conmoción mundial, participó en la manifestación, junto a una muchacha con el rostro quemado por el ácido por haber rechazado un matrimonio forzado.
Crímenes odiosos perpetrados contra las mujeres se registran cada mes en Afganistán, sobre todo en el campo, regido por las tradiciones. Según la ONG Oxfam, el 87% de las afganas afirma haber sido víctima de violencia física, sexualy psicológica o de un matrimonio forzado.
La sociedad civil afgana acusa a su gobierno de duplicidad, denunciando el hecho de que reivindica la causa de las mujeres para "seguir recibiendo" ayuda internacional, pero escuchando "en la práctica" las "demandas de los elementos extremistas".
A comienzos de marzo, el presidente Hamid Karzai apoyó al Consejo de los ulemas, la más alta autoridad religiosa, cuando éste declaró que "el hombre el fundamental y la mujer es secundaria".
Una afgana con el rostro desfigurado por un ataque con ácido marcha para protestar contra la ejecución de otra acusada de adulterio este miércoles 11 de julio en Kabul.