Cameron congela la reforma de la Cámara de los Lores tras la ola de disidencias
Londres, EP
El Gobierno de Reino Unido ha aplazado la votación sobre la reforma de la Cámara de los Lores, debatida estos días por el Parlamento británico, a raíz de una ola de disidencias masivas registrada en las filas del Partido Conservador y que abocaba al proyecto de ley a una derrota segura.
Decenas de diputados amenazaron con votar contra unos cambios que introducían la elección directa de los lores. Conservadores y liberaldemócratas acordaron dichos cambios en el marco de su pacto para formar Gobierno y han descrito las reformas como un intento de democratizar la Cámara Alta.
El primer ministro, David Cameron, había apelado a la oposición laborista para que se posicionara del lado del Gobierno y renunciase al "oportunismo" y la "política" en esta cuestión. "Votad por lo que decís que queréis, que es una reforma de la Cámara de los Lores", dijo el 'premier', consciente de que no tenía los votos necesarios para sacar adelante el texto.
La Cámara Alta está formada por más de 800 miembros que tienen como labor revisar las leyes y supervisar los trabajos del Ejecutivo. La reina Isabel II designa a parte de los lores a propuesta del primer ministro, mientras que algunos heredan el puesto y otros llegan a él por su condición de miembros del clero.
El Gobierno quiere recortar la composición de la Cámara Alta a 4350 miembros para el año 250 y que el 80 por ciento de los lores sean elegidos de forma directa por un periodo no renovable de 15 años. El restante 20 por ciento sería designado por una comisión independiente que tendría en cuenta los méritos.
Los conservadores disidentes sostienen que estos cambios harían de la Cámara de los Lores un órgano de carácter partidista que, además, restaría poder a la Cámara de los Comunes. En este sentido, han alertado de posibles rivalidades entre ambos foros parlamentarios.
Los laboristas son partidarios de los cambios pero mantienen que hace falta más tiempo para debatirlos. Finalmente, el diputado George Young, responsable de las cuestiones de Gobierno en el Parlamento, ha confirmado que las negociaciones quedan aplazadas hasta otoño.
El Gobierno de Reino Unido ha aplazado la votación sobre la reforma de la Cámara de los Lores, debatida estos días por el Parlamento británico, a raíz de una ola de disidencias masivas registrada en las filas del Partido Conservador y que abocaba al proyecto de ley a una derrota segura.
Decenas de diputados amenazaron con votar contra unos cambios que introducían la elección directa de los lores. Conservadores y liberaldemócratas acordaron dichos cambios en el marco de su pacto para formar Gobierno y han descrito las reformas como un intento de democratizar la Cámara Alta.
El primer ministro, David Cameron, había apelado a la oposición laborista para que se posicionara del lado del Gobierno y renunciase al "oportunismo" y la "política" en esta cuestión. "Votad por lo que decís que queréis, que es una reforma de la Cámara de los Lores", dijo el 'premier', consciente de que no tenía los votos necesarios para sacar adelante el texto.
La Cámara Alta está formada por más de 800 miembros que tienen como labor revisar las leyes y supervisar los trabajos del Ejecutivo. La reina Isabel II designa a parte de los lores a propuesta del primer ministro, mientras que algunos heredan el puesto y otros llegan a él por su condición de miembros del clero.
El Gobierno quiere recortar la composición de la Cámara Alta a 4350 miembros para el año 250 y que el 80 por ciento de los lores sean elegidos de forma directa por un periodo no renovable de 15 años. El restante 20 por ciento sería designado por una comisión independiente que tendría en cuenta los méritos.
Los conservadores disidentes sostienen que estos cambios harían de la Cámara de los Lores un órgano de carácter partidista que, además, restaría poder a la Cámara de los Comunes. En este sentido, han alertado de posibles rivalidades entre ambos foros parlamentarios.
Los laboristas son partidarios de los cambios pero mantienen que hace falta más tiempo para debatirlos. Finalmente, el diputado George Young, responsable de las cuestiones de Gobierno en el Parlamento, ha confirmado que las negociaciones quedan aplazadas hasta otoño.