Al menos 25 muertos en Siria, los habitantes de Al Qusayr excavan refugios

Siria, AFP
Al menos 25 personas, entre ellas 14 civiles, murieron este domingo en bombardeos y combates en Siria, según una ONG, y en la ciudad rebelde de Al Qusayr, los habitantes empezaban a excavar refugios para protegerse de los obuses, constató un corresponsal de la AFP.
Tras los bombardeos intensivos de los últimos días, varios residentes de Al Qusayr, una ciudad fronteriza con Líbano controlada desde hace meses por el Ejército Sirio Libre (ESL), excavaron refugios en sus casas y comercios.

En su taller de neumáticos, Abu Abdo, por ejemplo, ha excavado un refugio para 30 personas. "Hemos tardado 15 días, hemos estado trabajando diez personas durante más de doce horas", explicó a la AFP este hombre. Un militante, Husein, asegura que en la ciudad están cayendo unas treinta bombas al día.
En otros puntos del país, tres civiles y cinco rebeldes murieron en el bombardeo de varios barrios en Deir Ezzor (este) y en combates, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En la provincia de Homs (centro), el ejército seguía bombardeando Rastan, una ciudad controlada por los rebeldes desde febrero, en la que murieron cuatro civiles al caer on obús en su casa.
Varios barrios de la ciudad de Homs fueron también bombardeados, con un saldo de dos civiles fallecidos.
Más al norte, en la provincia de Hama, dos civiles murieron por un bombardeo en Qalet al Madiq. También en el norte, un rebelde murió en la ciudad de Aazaz, en combates.
En Damasco, varios soldados resultaron heridos al explotar una carga en una carretera cerca del barrio de Al Zuhur.
En el sur del país, en Deraa, un civil y dos rebeldes perecieron en el asalto de las fuerzas gubernamentales.
Y en la provincia de Idleb, cerca de la frontera turca, se produjeron combates entre rebeldes y soldados en varios pueblos de Jisr al Shughur, donde fallecieron tres soldados. Dos civiles murieron igualmente por disparos de ametralladora en Salqin, donde se producían combates en la entrada de la ciudad.
Dadas las estrictas restricciones que las autoridades sirias imponen a la prensa, y la decisión de la ONU de no contabilizar los muertos, no fue posible obtener un balance de una fuente independiente.
Según el OSDH, que se apoya en una red de militantes y testigos, más de 17.000 personas murieron desde que comenzó, a mitad de marzo de 2011, el movimiento opositor contra el régimen sirio.