Un uruguayo se hace con el supuesto balón del Maracanazo
Montevideo, EFE
Tras polémica instaurada en los últimos días sobre el balón, ya que parece que realmente no es el utilizado en la gran final entre Brasil y Uruguay en 1950, la pelota de cuero fue subastada en la noche de este martes en Porto Alegre y adquirida por un ciudadano uruguayo que se hizo con ella por el precio de salida, 45.000 reais brasileños, al cambio, unos 17.500 euros.
La compraventa fue realizada por teléfono, por alguien no identificado. Lo que se sabe es que fue justamente un uruguayo el que se hizo con el preciado balón.
Daniel Chaieb, el dueño de la subasta, acabó reculando al final del evento, afirmando que el objeto debe haber sido usado en otro partido de aquel Mundial, y no en el famoso Maracanazo. De acuerdo con Chaieb, el cambio de discurso se debe a las evidencias expuestas el último domingo en TELE Globo. "Tras ver las pruebas, que mostraban que los gomas del balón eran diferentes y conversando con diversos personajes de la época, quedó claro para mí que aquel no era el balón de la final. Tal vez de algún otro partido, pero no del Maracanazo. Sin embargo, el balón tiene valor histórico de la misma forma, por ser el único existente y tener la firma de todos los jugadores", afirmó Chaieb.
Según el propio Chaieb la persona que se ha hecho con la pelota fue la única interesada en adquirirla y ya se había puesto en contacto con él mostrando su interés por el "valor histórico de ser el único balón existente hoy de los utilizados en el Mundial de 1950 y además, estar firmado por todos los jugadores".
De acuerdo con los periódicos de la época y con la web oficial de la FIFA, el balón usado en la final del Mundial sería otro. El máximo organismo del fútbol garantiza que la verdadera pelota es una de fabricación brasileña, diferente de la subastada. El uruguayo Ghiggia, autor del gol que dio el título a su país en aquella Copa del Mundo, también aseguró no es el mismo esférico.
Tras polémica instaurada en los últimos días sobre el balón, ya que parece que realmente no es el utilizado en la gran final entre Brasil y Uruguay en 1950, la pelota de cuero fue subastada en la noche de este martes en Porto Alegre y adquirida por un ciudadano uruguayo que se hizo con ella por el precio de salida, 45.000 reais brasileños, al cambio, unos 17.500 euros.
La compraventa fue realizada por teléfono, por alguien no identificado. Lo que se sabe es que fue justamente un uruguayo el que se hizo con el preciado balón.
Daniel Chaieb, el dueño de la subasta, acabó reculando al final del evento, afirmando que el objeto debe haber sido usado en otro partido de aquel Mundial, y no en el famoso Maracanazo. De acuerdo con Chaieb, el cambio de discurso se debe a las evidencias expuestas el último domingo en TELE Globo. "Tras ver las pruebas, que mostraban que los gomas del balón eran diferentes y conversando con diversos personajes de la época, quedó claro para mí que aquel no era el balón de la final. Tal vez de algún otro partido, pero no del Maracanazo. Sin embargo, el balón tiene valor histórico de la misma forma, por ser el único existente y tener la firma de todos los jugadores", afirmó Chaieb.
Según el propio Chaieb la persona que se ha hecho con la pelota fue la única interesada en adquirirla y ya se había puesto en contacto con él mostrando su interés por el "valor histórico de ser el único balón existente hoy de los utilizados en el Mundial de 1950 y además, estar firmado por todos los jugadores".
De acuerdo con los periódicos de la época y con la web oficial de la FIFA, el balón usado en la final del Mundial sería otro. El máximo organismo del fútbol garantiza que la verdadera pelota es una de fabricación brasileña, diferente de la subastada. El uruguayo Ghiggia, autor del gol que dio el título a su país en aquella Copa del Mundo, también aseguró no es el mismo esférico.