Siete cascos azules mueren en una emboscada en Costa de Marfil
ABIYÁN, AFP
Siete cascos azules de la ONU murieron en una emboscada cerca de Para, en el oeste de Costa de Marfil, cuando intentaban proteger una aldea de las violentas milicias, informó un portavoz de Naciones Unidas en Nueva York. "Estos valientes soldados murieron por la paz", aseguró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al tiempo que anunció una investigación sobre la muerte de los efectivos, de nacionalidad nigeriana.
Hay otros militares en peligro, pero pese a ello "40 aguantan en sus posiciones en un pueblo aislado para proteger a sus habitantes", añadió Ban, que exigió al presidente Alassane Ouattara hacer todo lo posible por castigar a los culpables.
OCHO CIVILES MUERTOS Además de los siete cascos azules, murieron ocho civiles, según el portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Anouk Desgroseilliers. "Según nuestra información, por lo menos ocho civiles murieron, entre ellas una mujer", aseguró. Después de las elecciones en otoño de 2010 en Costa de Marfil, el entonces presidente Laurent Gbagbo se negó a entregar el poder al ganador de los comicios, Alassane Ouattara. Con un "mandato robusto", las fuerzas de la ONU, ante todo de Francia, la ex potencia colonial, intervinieron y lograron que Ouattara asumiera el poder.
El 18 de junio la corte penal internacional de La Haya decidirá si juzga a Gbago por crímenes de guerra tras la muerte de al menos 3.000 personas durante el conflicto. Fuera de las grandes ciudades, Gbago sigue teniendo muchos simpatizantes. Grupos de derechos humanos han acusado a sus seguidores de sangrientos ataques.
El país, azotado por la guerra civil, está lleno de armas ilegales. La misión de la ONU en Costa de Marfil, conocida como UNOCI, condenó duramente la emboscada. "Ellos formaban parte de una patrulla que estaba en una misión al sur de la localidad de Tai, en una zona donde la UNOCI fortaleció recientemente su presencia debido a amenazas de ataques contra la población civil", dijo Bert Koenders, jefe de la misión. La "UNOCI tomará todas las medidas necesarias tras esta grave violación de la ley internacional", añadió Koenders.
Siete cascos azules de la ONU murieron en una emboscada cerca de Para, en el oeste de Costa de Marfil, cuando intentaban proteger una aldea de las violentas milicias, informó un portavoz de Naciones Unidas en Nueva York. "Estos valientes soldados murieron por la paz", aseguró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al tiempo que anunció una investigación sobre la muerte de los efectivos, de nacionalidad nigeriana.
Hay otros militares en peligro, pero pese a ello "40 aguantan en sus posiciones en un pueblo aislado para proteger a sus habitantes", añadió Ban, que exigió al presidente Alassane Ouattara hacer todo lo posible por castigar a los culpables.
OCHO CIVILES MUERTOS Además de los siete cascos azules, murieron ocho civiles, según el portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Anouk Desgroseilliers. "Según nuestra información, por lo menos ocho civiles murieron, entre ellas una mujer", aseguró. Después de las elecciones en otoño de 2010 en Costa de Marfil, el entonces presidente Laurent Gbagbo se negó a entregar el poder al ganador de los comicios, Alassane Ouattara. Con un "mandato robusto", las fuerzas de la ONU, ante todo de Francia, la ex potencia colonial, intervinieron y lograron que Ouattara asumiera el poder.
El 18 de junio la corte penal internacional de La Haya decidirá si juzga a Gbago por crímenes de guerra tras la muerte de al menos 3.000 personas durante el conflicto. Fuera de las grandes ciudades, Gbago sigue teniendo muchos simpatizantes. Grupos de derechos humanos han acusado a sus seguidores de sangrientos ataques.
El país, azotado por la guerra civil, está lleno de armas ilegales. La misión de la ONU en Costa de Marfil, conocida como UNOCI, condenó duramente la emboscada. "Ellos formaban parte de una patrulla que estaba en una misión al sur de la localidad de Tai, en una zona donde la UNOCI fortaleció recientemente su presencia debido a amenazas de ataques contra la población civil", dijo Bert Koenders, jefe de la misión. La "UNOCI tomará todas las medidas necesarias tras esta grave violación de la ley internacional", añadió Koenders.