Rusia y EEUU avanzan sobre crisis en Siria antes de reunión de Ginebra

Moscú, AFP
Rusia constató avances con Estados Unidos sobre la crisis siria al cabo de un encuentro bilateral el viernes en San Petersburgo y se mostró optimista sobre las posibilidades de progresos sobre Siria en la reunión internacional del sábado en Ginebra.

"Puedo decir con confianza que tenemos muy buenas posibilidades mañana (sábado) en Ginebra de encontrar un denominador común y dar un paso adelante", dijo el canciller ruso Serguei Lavrov luego de un encuentro con su homóloga estadounidense Hillary Clinton en San Petersburgo.

"Sentí una evolución en la posición de mi colega Hillary Clinton. No había un ultimátum, ni una palabra sobre el hecho de que el documento en discusión en Ginebra era intocable", agregó Lavrov en una conferencia de prensa en referencia a las afirmaciones que sugieren que el presidente sirio Bashar al Asad no tendría en el futuro ningún rol.

"Nos pusimos de acuerdo para hallar puntos en común que estén basados en el hecho de que las partes siria deben ser alentadas al diálogo nacional, pero que las decisiones sobre el futuro del Estado y la atribución de los puestos y las responsabilidades sólo pueden ser decididas por los mismos sirios", agregó.

Más medido, un responsable del Departamento de Estado estadounidense constató progresos en las discusiones ruso-estadounidenses pero subrayó que "subsisten dificultades y divergencias" entre la visión de Moscú y la de Washington.

El plan de transición política en Siria propuesto por el mediador internacional de la ONU, Kofi Annan, que será discutido el sábado en Ginebra, prevé la instauración de un gobierno provisorio de unión nacional.

El documento propuesto por Annan indica que el gobierno de transición podría incluir a miembros del gobierno actual y de la oposición pero que estarían excluidos aquellos que, con su presencia, "puedan perjudicar la credibilidad de la transición y poner en peligro la estabilidad y la reconciliación".

Según fuentes diplomáticas esta cláusula podría implicar la salida del poder del presidente Asad, algo que la oposición siria considera como una condición indispensable para empezar el diálogo.

La reunión de Ginebra debe llevarse a cabo con la presencia de los jefes de la diplomacia de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y de tres países árabes, así como de los secretarios generales de la ONU y la Liga Árabe.

Pero Moscú, principal aliado del régimen Asad, advirtió que no había un acuerdo final sobre el plan Annan y que mantendría su rechazo a una solución impuesta desde el extranjero.

Para salvar la reunión, Kofi Annan convocó el viernes a una reunión preparatoria de altos funcionarios de las cinco principales potencias y se entrevistó con sus ministros de Relaciones Exteriores.

El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guennadi Gatilov, indicó la noche del viernes al sábado que los expertos en Ginebra no habían aún logrado un consenso sobre un proyecto de documento final.

El portavoz de Annan confirmó por su parte que la reunión se llevará a cabo.

Estados Unidos, Francia o incluso Gran Bretaña habían barajado la posibilidad de boicotearla por considerar que el plan Annan corría el riesgo de no adoptarse.

En el terreno, miles de personas manifestaron el viernes en Siria, un día después de la muerte de más de 180 personas en una de las jornadas más mortíferas desde el inicio del conflicto en el país.

El conflicto es cada vez más sangriento, con balances, las últimas semanas, superiores al centenar de víctimas cada día, según cifras del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.

En total, al menos 55 personas, en su mayoría civiles, murieron por la violencia el viernes, según el OSDH.

En más de 15 meses de revuelta, las operaciones de represión y, desde hace algunos meses, los combates entre el ejército y los rebeldes dejaron más de 15.800 muertos, en su mayoría civiles, según el OSDH.

Como todos los viernes miles de personas manifestaron en toda Siria, al llamado de los militantes que dijeron confiar en "la victoria divina" contra el régimen del presidente Bashar al Asad.

En paralelo, tropas sirias se apostaron el viernes a unos 15 km de la frontera con Turquía, en "una demostración de fuerza frente a los turcos, que reforzaron su presencia en la frontera con Siria" tras el incidente con el avión de combate turco derribado por los sirios, afirmó a la AFP un alto responsable rebelde.

Interrogado por la AFP un portavoz de la cancillería siria aseguró que "no hay intenciones hostiles de parte de Siria".

Por otra parte, Annan acusó en un artículo publicado el viernes por el periódico Washington Post, a "potencias exteriores" de alentar la violencia en Siria.

Un joven sirio hace ondear la bandera revolucionaria durante una manifestación antigubernamental el 29 de junio de 2012 en Mareh, localidad del norte del país bajo control rebelde.

Imagen disitribuida el 29 de junio de 2012 por la red opositora siria Shaam News en la que se ven apiñadas las víctimas de los ataques del Ejército sirio que un día antes dejaron al menos 180 muertos, según el OSDH opositor. AFP no está autorizada a cubrir estos hechos, por lo que utiliza imágenes de fuentes alternativas y no se responsabiliza de posibles alteraciones digitales de ellas.

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