Rebeldes atacan un canal sirio progubernamental
Beirut, Reuters
Hombres armados asaltaron la sede de un canal de noticias sirio progubernamental el miércoles por la mañana, colocaron explosivos y mataron a tres empleados, informaron medios estatales, en uno de los ataques más violentos contra un símbolo del Estado autoritario.
El presidente Bashar al-Assad declaró el martes a última hora que su país estaba "en guerra". Funcionarios de inteligencia de Estados Unidos dijeron que el Gobierno sirio "estaba bastante firme" y se preparaba para una larga lucha contra las fuerzas rebeldes, que cada día son más fuertes.
El ataque en la sede del canal al-Ikhbariya, ubicada a 20 kilómetros al sur de Damasco, y los combates en las afueras de la ciudad por la noche demostraron que la revuelta de 16 meses está cada vez más cerca de la capital.
Ikhbariya volvió a emitir poco después del ataque, mostrando agujeros de bala en su edificio de dos pisos y charcos de sangre en el piso. Uno de los complejos quedó casi totalmente destruido.
"Escuché una pequeña explosión, luego una gran explosión y hombres armados entraron. Saquearon las oficinas y destruyeron totalmente la redacción", dijo un empleado que trabaja en las oficinas en la localidad de Drousha a la prensa estatal.
La prensa siria está muy regulada por el Ministerio de Información. Aunque Ikhbariya es de propiedad privada, los opositores de Assad dicen que es un portavoz del Ejecutivo.
"EN GUERRA"
Durante la revuelta de seis meses contra el Gobierno de la familia Assad, que lleva cuatro décadas en el poder, Ikhbariya ha tratado de contener lo que califica de campaña de desinformación por parte de canales occidentales y de satélites árabes sobre el levantamiento, que describe como una conspiración terrorista con apoyo exterior.
"Vivimos en un estado real de guerra desde todos los ángulos", dijo Assad a un gabinete que nombró el martes, en un discurso transmitido por la televisión estatal. "Cuando estamos en guerra, todas las políticas y todas las partes y todos los sectores deben ser dirigidos para ganar la guerra", añadió.
La declaración marca un cambio de retórica de Assad, que desde un principio rechazó el levantamiento como la obra de militantes dispersos en "bandas terroristas" financiadas desde el exterior.
El mediador internacional Kofi Annan convocó a una reunión de ministros de Relaciones Exteriores para el sábado en Ginebra, para buscar un camino que ponga fin a la violencia y acordar principios para una "transición política encabezada por los sirios".
En un comunicado, el enviado conjunto de Naciones Unidas y la Liga Arabe dijo que había invitado a ministros de cinco potencias -Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Estados Unidos- además de Turquía, la Unión Europea, Irak, Kuwait y Qatar.
Pese al deterioro de la situación en Siria, no han existido señales de una intervención a gran escala de Occidente.
Investigadores de Naciones Unidas dijeron el miércoles que las fuerzas del Gobierno sirio habían cometido violaciones a los derechos humanos, entre ellas ejecuciones, en todo el país "en una escala alarmante" durante operaciones militares en los últimos tres meses.
El reporte del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, divulgado en Ginebra, también afirma que los grupos de oposición que intentan derrocar a Assad han cometido asesinatos y secuestros.
"La situación en el terreno se está deteriorando peligrosa y rápidamente", según el reporte.
El embajador sirio rechazó las acusaciones y amenazó con poner fin a la cooperación del país con agencias humanitarias internacionales.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo sobre el ataque contra el canal de televisión: "Condenamos todos los actos de violencia, incluidos aquellos que tienen por objetivo elementos a favor del régimen".
A pesar de algunas deserciones militares, sobre todo de soldados de niveles bajos y medios, el círculo interno de Assad sigue unido y la guerra seguramente será larga, dijeron funcionarios de inteligencia estadounidenses.
"Nuestra evaluación general (...) sería que seguimos viendo a las fuerzas del régimen militar bastante cohesionadas, han aprendido algunas lecciones el último año y medio acerca de cómo lidiar con este tipo de insurgencia", indicó uno de ellos.
La insurgencia también se está fortaleciendo, agregó.
"Ambas partes parecen estar preparándose para una larga lucha. Nuestra sensación es que el régimen aún cree que en última instancia puede prevalecer o al menos parece decidido a intentar prevalecer y la oposición al mismo tiempo parece estar preparándose para una larga lucha", sostuvo.
Hombres armados asaltaron la sede de un canal de noticias sirio progubernamental el miércoles por la mañana, colocaron explosivos y mataron a tres empleados, informaron medios estatales, en uno de los ataques más violentos contra un símbolo del Estado autoritario.
El presidente Bashar al-Assad declaró el martes a última hora que su país estaba "en guerra". Funcionarios de inteligencia de Estados Unidos dijeron que el Gobierno sirio "estaba bastante firme" y se preparaba para una larga lucha contra las fuerzas rebeldes, que cada día son más fuertes.
El ataque en la sede del canal al-Ikhbariya, ubicada a 20 kilómetros al sur de Damasco, y los combates en las afueras de la ciudad por la noche demostraron que la revuelta de 16 meses está cada vez más cerca de la capital.
Ikhbariya volvió a emitir poco después del ataque, mostrando agujeros de bala en su edificio de dos pisos y charcos de sangre en el piso. Uno de los complejos quedó casi totalmente destruido.
"Escuché una pequeña explosión, luego una gran explosión y hombres armados entraron. Saquearon las oficinas y destruyeron totalmente la redacción", dijo un empleado que trabaja en las oficinas en la localidad de Drousha a la prensa estatal.
La prensa siria está muy regulada por el Ministerio de Información. Aunque Ikhbariya es de propiedad privada, los opositores de Assad dicen que es un portavoz del Ejecutivo.
"EN GUERRA"
Durante la revuelta de seis meses contra el Gobierno de la familia Assad, que lleva cuatro décadas en el poder, Ikhbariya ha tratado de contener lo que califica de campaña de desinformación por parte de canales occidentales y de satélites árabes sobre el levantamiento, que describe como una conspiración terrorista con apoyo exterior.
"Vivimos en un estado real de guerra desde todos los ángulos", dijo Assad a un gabinete que nombró el martes, en un discurso transmitido por la televisión estatal. "Cuando estamos en guerra, todas las políticas y todas las partes y todos los sectores deben ser dirigidos para ganar la guerra", añadió.
La declaración marca un cambio de retórica de Assad, que desde un principio rechazó el levantamiento como la obra de militantes dispersos en "bandas terroristas" financiadas desde el exterior.
El mediador internacional Kofi Annan convocó a una reunión de ministros de Relaciones Exteriores para el sábado en Ginebra, para buscar un camino que ponga fin a la violencia y acordar principios para una "transición política encabezada por los sirios".
En un comunicado, el enviado conjunto de Naciones Unidas y la Liga Arabe dijo que había invitado a ministros de cinco potencias -Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Estados Unidos- además de Turquía, la Unión Europea, Irak, Kuwait y Qatar.
Pese al deterioro de la situación en Siria, no han existido señales de una intervención a gran escala de Occidente.
Investigadores de Naciones Unidas dijeron el miércoles que las fuerzas del Gobierno sirio habían cometido violaciones a los derechos humanos, entre ellas ejecuciones, en todo el país "en una escala alarmante" durante operaciones militares en los últimos tres meses.
El reporte del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, divulgado en Ginebra, también afirma que los grupos de oposición que intentan derrocar a Assad han cometido asesinatos y secuestros.
"La situación en el terreno se está deteriorando peligrosa y rápidamente", según el reporte.
El embajador sirio rechazó las acusaciones y amenazó con poner fin a la cooperación del país con agencias humanitarias internacionales.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo sobre el ataque contra el canal de televisión: "Condenamos todos los actos de violencia, incluidos aquellos que tienen por objetivo elementos a favor del régimen".
A pesar de algunas deserciones militares, sobre todo de soldados de niveles bajos y medios, el círculo interno de Assad sigue unido y la guerra seguramente será larga, dijeron funcionarios de inteligencia estadounidenses.
"Nuestra evaluación general (...) sería que seguimos viendo a las fuerzas del régimen militar bastante cohesionadas, han aprendido algunas lecciones el último año y medio acerca de cómo lidiar con este tipo de insurgencia", indicó uno de ellos.
La insurgencia también se está fortaleciendo, agregó.
"Ambas partes parecen estar preparándose para una larga lucha. Nuestra sensación es que el régimen aún cree que en última instancia puede prevalecer o al menos parece decidido a intentar prevalecer y la oposición al mismo tiempo parece estar preparándose para una larga lucha", sostuvo.