Policías amotinados tomaron cinco unidades en Cochabamba y se repliegan en la UTOP
Cochabamba, ANF
Efectivos de bajo rango tomaron este viernes unidades policiales y sus líderes obligaron a sus camaradas a replegarse en la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), mientras el comandante Departamental de la Policía, Erwin Montaño, junto a otros oficiales analiza la situación en su despacho.
Los uniformados que reclaman un mejor salario y trato similar a los militares, tomaron pacíficamente las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCN), Radio Patrulla 110, la Brigada de Protección de la Familia y las unidades policiales de Sacaba y Quillacollo, cuyos efectivos se replegaron en sus edificios.
Mientras esto ocurre en el eje metropolitano, las esposas de los policías que iniciaron la protesta continúan en huelga de hambre y anuncian la formación de piquetes en Quillacollo y Sacaba, y otros municipios del valle alto y el trópico cochabambino.
En los tres municipios: Cercado, Quillacollo y Sacaba, las oficinas de la FELCC, Radio Patrullas y la Brigada de Protección Familiar, dejaron de funcionar y los uniformados se sumaron a las protestas salariales, concentrándose en la UTOP, en la avenida Heroínas entre España y Baptista.
El repliegue de los uniformados se produjo pese a la amenaza de sus superiores de despedir a los huelguistas, quienes en horas de la tarde iniciaron una evaluación del motín policial y expresaron su predisposición a iniciar una mesa de diálogo permanente. Algunos oficiales que ocupan cargos jerárquicos, y que prefieren el anonimato, expresaron su solidaridad con las reivindicaciones de los policías de bajo rango, a quienes exhortaron no ejercitar la fuerza.
HUELGA DE HAMBRE: Según la dirigente de las esposas de los policías de bajo rango, María del Carmen Grágeda, la huelga de hambre que sostienen 30 mujeres continuará hasta la solución del conflicto, incluso se estudia la incorporación de sus hijos.
Reiteró que exigen mejoras salariales y cuestionan la Ley 101 que les impide a sus esposos el derecho a la defensa y el debido proceso que garantiza la Constitución.
“Nuestra lucha es por una vida más digna que le es negada a nuestros esposos, quienes no pueden protestar por la rigidez de la Ley 101 de la institución; pero aquí estamos las mujeres para defender sus intereses y de nuestros hijos”, dijo.
Grágeda ratificó que la protesta exige un trato similar al que reciben los militares, quienes no enfrentan los riesgos y peligros que viven a diario los policías en tiempos de tanta inseguridad.
“Pedimos que los salarios se nivelen a los que se pagan en las Fuerzas Armadas en base a la escala salarial vigente. Asimismo solicitamos el 100% de jubilación porque hoy en día un policía con 35 años de labores se jubila con la mitad de su sueldo, en cambio los militares se van con el 100%”.
También dijo que reclaman el pago de un bono de riesgo, así como los militares reciben un “bono lealtad”, ya que no saben si sus esposos volverán a sus casas en ataúd o sin brazos”. Asimismo, exigen la derogación de la Ley 101, a la que consideran una “ley mordaza maldita” porque atenta contra sus derechos constitucionales.
El conflicto policial que fue impulsado por la organización de los esposas de los efectivos se ha agudizado hoy y en las primeras horas de la mañana se ha reforzado la movilización con la incorporación de más uniformados, mientras que en el resto del país se ha extendido el repliegue, incluyendo a la guarnición de Santa Cruz.
Efectivos de bajo rango tomaron este viernes unidades policiales y sus líderes obligaron a sus camaradas a replegarse en la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), mientras el comandante Departamental de la Policía, Erwin Montaño, junto a otros oficiales analiza la situación en su despacho.
Los uniformados que reclaman un mejor salario y trato similar a los militares, tomaron pacíficamente las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCN), Radio Patrulla 110, la Brigada de Protección de la Familia y las unidades policiales de Sacaba y Quillacollo, cuyos efectivos se replegaron en sus edificios.
Mientras esto ocurre en el eje metropolitano, las esposas de los policías que iniciaron la protesta continúan en huelga de hambre y anuncian la formación de piquetes en Quillacollo y Sacaba, y otros municipios del valle alto y el trópico cochabambino.
En los tres municipios: Cercado, Quillacollo y Sacaba, las oficinas de la FELCC, Radio Patrullas y la Brigada de Protección Familiar, dejaron de funcionar y los uniformados se sumaron a las protestas salariales, concentrándose en la UTOP, en la avenida Heroínas entre España y Baptista.
El repliegue de los uniformados se produjo pese a la amenaza de sus superiores de despedir a los huelguistas, quienes en horas de la tarde iniciaron una evaluación del motín policial y expresaron su predisposición a iniciar una mesa de diálogo permanente. Algunos oficiales que ocupan cargos jerárquicos, y que prefieren el anonimato, expresaron su solidaridad con las reivindicaciones de los policías de bajo rango, a quienes exhortaron no ejercitar la fuerza.
HUELGA DE HAMBRE: Según la dirigente de las esposas de los policías de bajo rango, María del Carmen Grágeda, la huelga de hambre que sostienen 30 mujeres continuará hasta la solución del conflicto, incluso se estudia la incorporación de sus hijos.
Reiteró que exigen mejoras salariales y cuestionan la Ley 101 que les impide a sus esposos el derecho a la defensa y el debido proceso que garantiza la Constitución.
“Nuestra lucha es por una vida más digna que le es negada a nuestros esposos, quienes no pueden protestar por la rigidez de la Ley 101 de la institución; pero aquí estamos las mujeres para defender sus intereses y de nuestros hijos”, dijo.
Grágeda ratificó que la protesta exige un trato similar al que reciben los militares, quienes no enfrentan los riesgos y peligros que viven a diario los policías en tiempos de tanta inseguridad.
“Pedimos que los salarios se nivelen a los que se pagan en las Fuerzas Armadas en base a la escala salarial vigente. Asimismo solicitamos el 100% de jubilación porque hoy en día un policía con 35 años de labores se jubila con la mitad de su sueldo, en cambio los militares se van con el 100%”.
También dijo que reclaman el pago de un bono de riesgo, así como los militares reciben un “bono lealtad”, ya que no saben si sus esposos volverán a sus casas en ataúd o sin brazos”. Asimismo, exigen la derogación de la Ley 101, a la que consideran una “ley mordaza maldita” porque atenta contra sus derechos constitucionales.
El conflicto policial que fue impulsado por la organización de los esposas de los efectivos se ha agudizado hoy y en las primeras horas de la mañana se ha reforzado la movilización con la incorporación de más uniformados, mientras que en el resto del país se ha extendido el repliegue, incluyendo a la guarnición de Santa Cruz.