Oposición boliviana apunta a unificarse en eventual segunda vuelta

La Paz, Abi
Los partidos de oposición irán a las elecciones de 2014 fragmentados, predice la tradición política, la colisión de intereses y su ubicación diferenciada en el continuo ideológico boliviano, pero con la "ilusión de unificarse" en la segunda vuelta para arrostrar al presidente Evo Morales, en la eventualidad que no alcance el 50% 1 de los votos, presagiaron analistas políticos locales entrevistados por la ABI.

"Los partidos políticos de oposición lo que van a hacer es ir a la primera vuelta separados, fragmentados, con la ilusión de ir a una segunda vuelta con Evo Morales y que la unidad de produzca después de la primera vuelta", anticipó el analista Carlos Cordero en declaraciones a la ABI.

A 33 meses de las presidenciales bolivianas, su colega Hugo Moldiz afirmó que los intereses contrapuestos de los adversarios políticos de Morales, que viene de ganar las dos últimas elecciones de 2005 y 2009 con 54% y 62% respectivamente, impedirán, básicamente, la consumación de una candidatura unificada, pese al desespero por evitar un tercer mandato consecutivo del gobernante indígena de izquierdas.

"Veo difícil la unidad entre (el empresario) Samuel Dora Medina y (el ex alcalde La Paz) Juan del Granado y, al mismo tiempo, veo difícil la relación entre Juan del Granado, Samuel Doria Medina y la derecha oriental (representada por el gobernador de Santa Cruz (Rubén Costas), y la dificultad está en que la política no es aritmética, no implica un incremento en la votación", afirmó.

De acuerdo con Moldiz, la oposición encarnada por los Verdes (de Costas), el Movimiento Sin Miedo (MSM, centro izquierda, de Del Granado), Doria Medina (Unidad Nacional, centroderecha) no se une ni siquiera en la forma de rechazar a Morales y el proceso de cambio que lidera desde 2006.

Las opiniones de Cordero y Moldiz fueron recogidas antes de la publicación de un estudio de percepción política por el diario Página Siete y que consigna al gobernante indígena una intención de voto de 33% "si las elecciones fueran hoy".

La Constitución en vigencia desde febrero de 2009 faculta a Morales a optar a la reelección en los comicios pautados para diciembre de 2014.

De acuerdo con la encuesta encargada por Página Siete, "si las elecciones fueran hoy", detrás de Morales se ubicarían Doria Medina (14%), Del Granado (13%); Costas (9%) y el expresidente entre 2003 y 2005 Carlos Mesa (8%).

A la luz más favorable de los resultados de la encuesta, se necesitaría una coalición de Doria Medina, que en las últimas dos elecciones alcanzó en promedio 3,9% de la votación nacional, Del Granado y Costas para enfrentar a Morales en la eventual segunda vuelta electoral. Estos últimos dos no tienen tradición en las estadísticas de elecciones nacionales.

Según la empresa Ipsos, contratada por Página Siete, 23% de los consultados no expresó su preferencia política, fenómeno demoscópico que se registró en las presidenciales de 2005 y 2009, ganadas sin objeción por Morales, que en declaraciones efectuadas en Roma, ayer, lunes, restó vigor a sondeos realizados a más de dos años y medio de los comicios.

De acuerdo con el analista Róger Cortez, el electorado boliviano -cuya muestra estratificada recoge el estudio de opinión formulado entre el 15 y 25 de mayo último en las 9 capitales de departamento y 40 poblaciones rurales menores- "no identifica a un rival capaz de enfrentar seriamente" al Presidente indio de izquierdas.

Siempre bajo el prisma de la coyuntura boliviana, que el vicepresidente Alvaro García Linera representa como una expresión latente de motilidad social, Moldiz viaja con el convencimiento que los criterios que apuntan a la verificación de elecciones primarias dentro de la oposición reflejan "una acción desesperada para tratar de posesionarse políticamente en el país".

"Pero esa actitud desesperada no es, sin lugar a dudas, el resultado de la convergencia de intereses políticos dentro de la oposición. Si bien cierto hay una matriz que es común a toda la oposición y que tiene que ver con su rechazo al proceso de cambio, con la reivindicación enmascarada del modelo neoliberal en su vigencia y con sus enormes relaciones con Estados Unidos, que es el común de toda la oposición", describió Moldiz.

Por su parte Cordero ve en la inédita segunda vuelta electoral, contenida en la Constitución, en caso que ninguno de los candidatos alcanzare el 50% 1 de los votos y siempre y cuando el ganador por mayoría relativa (menos de 50% 1) no aventaje a su inmediato escolta más de 10 puntos porcentuales en la primera votación plural, el momento de la oposición para unirse, a pesar de sus intereses contrapuestos.

A 33 meses del acto de sufragio, los mismos opositores han descartado de plano la unificación en segunda y menos en primera vuelta.

"Creo que los proyectos de unidad han sido descalificados con el MSM y Juan del Granado que ha dicho claramente que no tiene la más mínima intención de participar de un proyecto de unidad e ir solo a las elecciones", destacó Cordero.

Costas, fenómeno electoral circunscrito a Santa Cruz y que por primera aparece en una encuesta nacional, se ha pronunciado implacable en la misma línea.

"Los otros partidos les va ser muy difícil construir proyectos de unidad pero sobre eso lo que va existir es que van a aparecer muchísimos candidatos que adicionalmente van a fragmentar el voto", predijo Cordero.

Entrevistado por separado, Moldiz suscribe este criterio y apunta que ni siquiera el rechazo al proceso de cambio que galvaniza Morales es el ungüento indicado para soldar a los opositores.

"O sea, ya cuando uno hila fino va ver a una ultraderecha que quiere regresar al país, de la blanquitud de la hegemonía política e ideológica, de la blanquitud en términos del desprecio y la exclusión de los pueblos y las naciones originarias y esa posición no es la misma entre el grupo de Juan del Granado y Samuel Doria Medina y entre ambos con los grupos de la derecha", señaló.

"Que están contra el proceso de cambio pero en los matices existen diferencia entre ellos y esas diferencias las veo insalvables en este momento y no creo que se unan y si se unen no creo que eso implique el aumento de la votación porque tienen un electorado que han construido a partir de alimentar las diferencias entre ellos", apuntó.

Entonces "no sé si la gente que va a votar por el MSM terminaría votando por ultraderecha cruceña y, viceversa, no sé qué posibilidades tiene Juan del Granado de ingresar a Santa Cruz, al Beni, creo que no hay ninguna posibilidad", remató de taquito.
A su turno Cordero ve en la aparición de fórmulas de última hora, lejos de toda previsión y sazonadas con salsa de aventura y publicidad gratuita, como la anunciada por la Central Obrera Boliviana, una suerte de disolvente de cualquier pacto.

"Y estas candidaturas de alguna manera van a inviabilizar la mesa de unidad o un proyecto de unidad y van a fragmentar el voto aun más", acotó.

"Las diferencias más notables que existen son diferencias ideológicas y además visiones diferentes entre la Concertación y la Unidad Nacional. Entonces todo eso hace que sea muy difícil el encontrar puntos de acuerdo, el tema de las candidaturas para la presidencia, vicepresidencia, para senadores y diputados", afirmó por último.

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