Observadores ONU, baleados camino a lugar masacre Siria
Beirut, Reuters
Observadores de Naciones Unidas fueron atacados el jueves cuando intentaban confirmar reportes sobre una masacre a manos de las fuerzas leales al presidente de Siria, Bashar al-Assad, mientras la presión internacional crece para que las potencias pongan fin a las matanzas.
El secretario general de la ONU, Ban ki-moon, calificó de "indescriptible barbarie" al asesinato de 78 personas ocurrido en la localidad de Mazraat al-Qubeir.
En tanto, el mediador internacional Kofi Annan advirtió al Consejo de Seguridad de la ONU que la crisis de Siria podría entrar en una espiral fuera de control y pidió por una "presión substancial" sobre Damasco.
Por su parte, Moon dijo que las esperanzas de consolidar el plan de paz de seis puntos de Annan se están desvaneciendo en medio de la creciente violencia entre las fuerzas leales a Assad y los opositores, dijeron diplomáticos.
Activistas de la oposición dijeron que hasta 40 mujeres y niños estaban entre las víctimas fatales del miércoles en la aldea musulmana suní situada cerca de Hama y publicaron imágenes en internet de cuerpos ensangrentados.
"Hay humo elevándose de los edificios y un olor terrible de carne humana quemada", dijo un residente de Mazraat al-Qubeir que dijo haber visto a tropas del Gobierno y a miembros de la milicia "shabbiha" atacar a la aldea mientras él y familiares se escondían en un olivar.
"Después de que se fueron los tanques y los shabbiha, lo primero que hice fue correr a mi casa. Estaba quemada. Las siete personas que estaban en mi casa fueron asesinadas. Vi cuerpos en la escaleras, el baño y el dormitorio. Estaban todos quemados", dijo a Reuters por teléfono, y pidió no ser identificado porque temía por su seguridad.
Las últimas muertes, menos de dos semanas después de que 108 hombres, mujeres y niños fueran asesinados en la localidad de Houla, aumentaron la presión sobre las potencias mundiales para que detengan el baño de sangre en Siria, pese a que están paralizadas por la disputa entre Occidente y los países árabes contra los aliados de Damasco: Moscú, Pekín y Teherán.
RUSIA Y CHINA SE OPONEN
Pese a la creciente presión sobre Moscú, el jueves no pareció que la situación se acercara a una solución ya que los líderes de un bloque que agrupa a China, Rusia y estados de Asia Central instaron al diálogo para resolver el conflicto sirio en vez de una acción más firme del Consejo de Seguridad.
Los últimos reportes ensombrecieron una jornada de consultas y debates en la sede de la ONU.
"Los reportes de hoy sobre otra matanza en (Mazraat) al-Qubeir ... son espantosos y escalofriantes", dijo Ban a la asamblea de 193 naciones. "Un poblado aparentemente rodeado por fuerzas sirias. Los cuerpos de civiles inocentes tirados donde fueron ejecutados. Acusaciones de que algunos "fueron acuchillados y quemados".
Ban dijo que enviados de la ONU, que viajaron a Siria para verificar el cumplimiento con la vapuleada tregua declarada por Annan el 12 de abril, recibieron disparos con armas ligeras cuando iban en camino a Mazraat al-Qubeir.
No hubo mención respecto a posibles heridos entre los observadores.
El jefe de la misión observadora dijo previamente que las tropas sirias y civiles habían vetado al equipo. "Están siendo detenidos en puestos de control sirios y en algunos casos fueron devueltos", dijo en un comunicado el general Robert Mood.
Un reporte del canal sirio pro Gobierno Addounia TV afirmó que la delegación había llegado hasta Mazraat al-Qubeir, pero la declaración no pudo ser confirmada. Una portavoz de la ONU indicó más tarde que los observadores no habían podido llegar hasta la aldea.
Un funcionario sirio negó los reportes sobre la matanza en la aldea y dijo a la agencia estatal de noticias que residentes habían pedido a las fuerzas de seguridad por ayuda, después de que "terroristas" mataran nueve mujeres y niños.
Los eventos en los 15 meses de alzamiento en Siria son difíciles de verificar por la falta de acceso a la prensa internacional.
Assad, que aún no ha hecho comentarios, calificó previamente las muertes en Houla como "monstruosa" y negó que sus fuerzas fueran las responsables.
La Casa Blanca sostuvo el jueves que la masacre fue un acto "atroz contra civiles" y pidió a otros países a detener el apoyo a Assad a fin de impulsar una transición política en el volátil país.
En tanto, el secretario de Relaciones Exteriores británico William Hague dijo a periodistas que había evidencia de "una escalada de criminalidad" de las fuerzas leales al Gobierno sirio.
"Siria está claramente al borde de más violencia sectaria, pueblo contra pueblo, milicias gubernamentales contra opositores y que se ve más como Bosnia en la década de 1990 que como Libia el año pasado".
Observadores de Naciones Unidas fueron atacados el jueves cuando intentaban confirmar reportes sobre una masacre a manos de las fuerzas leales al presidente de Siria, Bashar al-Assad, mientras la presión internacional crece para que las potencias pongan fin a las matanzas.
El secretario general de la ONU, Ban ki-moon, calificó de "indescriptible barbarie" al asesinato de 78 personas ocurrido en la localidad de Mazraat al-Qubeir.
En tanto, el mediador internacional Kofi Annan advirtió al Consejo de Seguridad de la ONU que la crisis de Siria podría entrar en una espiral fuera de control y pidió por una "presión substancial" sobre Damasco.
Por su parte, Moon dijo que las esperanzas de consolidar el plan de paz de seis puntos de Annan se están desvaneciendo en medio de la creciente violencia entre las fuerzas leales a Assad y los opositores, dijeron diplomáticos.
Activistas de la oposición dijeron que hasta 40 mujeres y niños estaban entre las víctimas fatales del miércoles en la aldea musulmana suní situada cerca de Hama y publicaron imágenes en internet de cuerpos ensangrentados.
"Hay humo elevándose de los edificios y un olor terrible de carne humana quemada", dijo un residente de Mazraat al-Qubeir que dijo haber visto a tropas del Gobierno y a miembros de la milicia "shabbiha" atacar a la aldea mientras él y familiares se escondían en un olivar.
"Después de que se fueron los tanques y los shabbiha, lo primero que hice fue correr a mi casa. Estaba quemada. Las siete personas que estaban en mi casa fueron asesinadas. Vi cuerpos en la escaleras, el baño y el dormitorio. Estaban todos quemados", dijo a Reuters por teléfono, y pidió no ser identificado porque temía por su seguridad.
Las últimas muertes, menos de dos semanas después de que 108 hombres, mujeres y niños fueran asesinados en la localidad de Houla, aumentaron la presión sobre las potencias mundiales para que detengan el baño de sangre en Siria, pese a que están paralizadas por la disputa entre Occidente y los países árabes contra los aliados de Damasco: Moscú, Pekín y Teherán.
RUSIA Y CHINA SE OPONEN
Pese a la creciente presión sobre Moscú, el jueves no pareció que la situación se acercara a una solución ya que los líderes de un bloque que agrupa a China, Rusia y estados de Asia Central instaron al diálogo para resolver el conflicto sirio en vez de una acción más firme del Consejo de Seguridad.
Los últimos reportes ensombrecieron una jornada de consultas y debates en la sede de la ONU.
"Los reportes de hoy sobre otra matanza en (Mazraat) al-Qubeir ... son espantosos y escalofriantes", dijo Ban a la asamblea de 193 naciones. "Un poblado aparentemente rodeado por fuerzas sirias. Los cuerpos de civiles inocentes tirados donde fueron ejecutados. Acusaciones de que algunos "fueron acuchillados y quemados".
Ban dijo que enviados de la ONU, que viajaron a Siria para verificar el cumplimiento con la vapuleada tregua declarada por Annan el 12 de abril, recibieron disparos con armas ligeras cuando iban en camino a Mazraat al-Qubeir.
No hubo mención respecto a posibles heridos entre los observadores.
El jefe de la misión observadora dijo previamente que las tropas sirias y civiles habían vetado al equipo. "Están siendo detenidos en puestos de control sirios y en algunos casos fueron devueltos", dijo en un comunicado el general Robert Mood.
Un reporte del canal sirio pro Gobierno Addounia TV afirmó que la delegación había llegado hasta Mazraat al-Qubeir, pero la declaración no pudo ser confirmada. Una portavoz de la ONU indicó más tarde que los observadores no habían podido llegar hasta la aldea.
Un funcionario sirio negó los reportes sobre la matanza en la aldea y dijo a la agencia estatal de noticias que residentes habían pedido a las fuerzas de seguridad por ayuda, después de que "terroristas" mataran nueve mujeres y niños.
Los eventos en los 15 meses de alzamiento en Siria son difíciles de verificar por la falta de acceso a la prensa internacional.
Assad, que aún no ha hecho comentarios, calificó previamente las muertes en Houla como "monstruosa" y negó que sus fuerzas fueran las responsables.
La Casa Blanca sostuvo el jueves que la masacre fue un acto "atroz contra civiles" y pidió a otros países a detener el apoyo a Assad a fin de impulsar una transición política en el volátil país.
En tanto, el secretario de Relaciones Exteriores británico William Hague dijo a periodistas que había evidencia de "una escalada de criminalidad" de las fuerzas leales al Gobierno sirio.
"Siria está claramente al borde de más violencia sectaria, pueblo contra pueblo, milicias gubernamentales contra opositores y que se ve más como Bosnia en la década de 1990 que como Libia el año pasado".