Mubarak muerte clínica y coma

Egipto, AFP
El paro cardíaco persistente y la incapacidad de respirar espontáneamente, así como la constatación de la muerte cerebral (también llamada muerte encefálica) son parte del cuadro médico necesario para la declaración del deceso de un individuo, aunque las apariencias de vida puedan ser mantenidas artificialmente
La expresión "muerte clínica", mencionado y después desmentido en el caso del ex presidente egipcio Hosni Mubarak, es generalmente usado por médicos para informar sobre la muerte de un paciente bajo cuidados intensivos.

El paro cardíaco persistente y la incapacidad de respirar espontáneamente, así como la constatación de la muerte cerebral (también llamada muerte encefálica) son parte del cuadro médico necesario para la declaración del deceso de un individuo, aunque las apariencias de vida puedan ser mantenidas artificialmente.

El concepto de muerte encefálica es especialmente utilizado antes de la retirada de órganos de un paciente artificialmente reanimado.

Para los profesionales, declarar que una persona está en estado de muerte cerebral equivale a decir que la persona está muerta. El cerebro registra una actividad nula y un encefalograma apenas muestra una línea plana.

Por ello, en un caso de coma considerado irreversible, las verificaciones son en principio realizadas teniendo en cuenta el contexto clínico.

Los registros repetidos de la actividad cerebral (electroencefalogramas, o EEG) o una arteriografía mostrando la ausencia de circulación sanguínea en el cerebro pueden servir como constatación de muerte irremediable del cerebro.

A esto se suman los criterios clínicos: la ausencia total de conciencia y de actividad espontánea, la desaparición de los reflejos del tronco cerebral (pupilas que no reaccionan a la luz y falta de reflejos de cierre de los párpados cuando se toca la córnea), y la ausencia de respiración espontánea.

Sin embargo, el cuerpo puede tener apariencia de vida gracias a las máquinas, que permiten la ventilación artificial, y así el corazón sigue latiendo y los órganos funcionan.

Esquemáticamente, el coma va de una forma que incluye la vigilia (el paciente reacciona a estímulos verbales o sensoriales) al coma profundo grave, antes del último estado, que marca el fin de la vida.

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