Morales condena intento de golpe de Estado en Paraguay
Rio de Janeiro, ABI
El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó el jueves en Brasil su más firme condena al intento de golpe de Estado que se gesta en el Congreso paraguayo contra el presidente de ese país, Fernando Lugo.
El mandatario boliviano deploró la "estrategia de la derecha (paraguaya) destinada a derrocar a Lugo e interrumpir el proceso político" iniciado por su colega Lugo a favor de los más humildes y excluidos "como son los indígenas sin tierra".
Morales formuló declaraciones minutos después de que el Congreso paraguayo decidiera, a instancias del poderoso gremio político ganadero, la Asociación Rural del Paraguay (ARP), y sus congresistas del Partido Colorado -que sostuvo durante casi 40 años al ex dictador Alfredo Stroesner- someter a juicio político a Lugo, a raíz de los sucesos del pasado viernes en Curuguaty donde 6 policías y 11 campesinos murieron en un enfrentamiento por desalojo de tierras.
El mandatario boliviano señaló, detrás de esta "estrategia", un intento de quiere institucional en Paraguay.
Morales convocó a los movimientos indígenas y sociales de toda América Latina a defender el proceso democrático de Paraguay y al presidente Lugo a mantenerse con firme en la lucha por su pueblo.
"Este golpe de Estado que se gesta en el Paraguay contra un presidente democráticamente elegido y apoyado por la mayoría del pueblo; es un atentado contra la conciencia de los pueblos y contra los gobiernos que hoy impulsan profundas transformaciones en sus países de manera pacífica", sostuvo Morales que asiste a la Cumbre Rio más 20 en Brasil.
"Convoco a los pueblos indígenas y a los movimientos sociales de América Latina a hacer un solo frente y unirse para defender la democracia en Paraguay y al presidente Lugo", dijo el mandatario boliviano luego de dirigirse al plenario de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Rio más 20.
Lugo denunció la acción de la formación congresal del PC y de la ARP, como intento de golpe de Estado, también contra los gobiernos de la región que llevan a cabo profundas transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que afectan a los más poderosos.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó el jueves en Brasil su más firme condena al intento de golpe de Estado que se gesta en el Congreso paraguayo contra el presidente de ese país, Fernando Lugo.
El mandatario boliviano deploró la "estrategia de la derecha (paraguaya) destinada a derrocar a Lugo e interrumpir el proceso político" iniciado por su colega Lugo a favor de los más humildes y excluidos "como son los indígenas sin tierra".
Morales formuló declaraciones minutos después de que el Congreso paraguayo decidiera, a instancias del poderoso gremio político ganadero, la Asociación Rural del Paraguay (ARP), y sus congresistas del Partido Colorado -que sostuvo durante casi 40 años al ex dictador Alfredo Stroesner- someter a juicio político a Lugo, a raíz de los sucesos del pasado viernes en Curuguaty donde 6 policías y 11 campesinos murieron en un enfrentamiento por desalojo de tierras.
El mandatario boliviano señaló, detrás de esta "estrategia", un intento de quiere institucional en Paraguay.
Morales convocó a los movimientos indígenas y sociales de toda América Latina a defender el proceso democrático de Paraguay y al presidente Lugo a mantenerse con firme en la lucha por su pueblo.
"Este golpe de Estado que se gesta en el Paraguay contra un presidente democráticamente elegido y apoyado por la mayoría del pueblo; es un atentado contra la conciencia de los pueblos y contra los gobiernos que hoy impulsan profundas transformaciones en sus países de manera pacífica", sostuvo Morales que asiste a la Cumbre Rio más 20 en Brasil.
"Convoco a los pueblos indígenas y a los movimientos sociales de América Latina a hacer un solo frente y unirse para defender la democracia en Paraguay y al presidente Lugo", dijo el mandatario boliviano luego de dirigirse al plenario de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Rio más 20.
Lugo denunció la acción de la formación congresal del PC y de la ARP, como intento de golpe de Estado, también contra los gobiernos de la región que llevan a cabo profundas transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que afectan a los más poderosos.