Mohamed Morsi gana la elección presidencial en Egipto
Egipto, CNN
Mohamed Morsi fue declarado este domingo como el nuevo presidente de Egipto, un anuncio que generó manifestaciones a favor en la plaza Tahrir, en El Cairo.
Morsi, de la Hermandad Musulmana, venció al exfuncionario del régimen de Hosni Mubarak, Ahmed Shafik.
Morsi obtuvo más de 13 millones de votos, mientras que Shafik ganó 12 millones, según autoridades electorales.
Ambos candidatos habían declarado la victoria horas antes del anuncio.
Las autoridades egipcias estaban "en alerta", preocupadas sobre las reacciones en caso de la victoria de Shafik. Funcionarios dijeron que estaban listos para usar la fuerza contra la gente que atacara edificios gubernamentales.
En lugar de eso y pese al calor de 37 grados, las calles de El Cairo se convirtieron en una fiesta.
La carrera presidencial trajo a Egipto sus primeras elecciones democráticas, descritas por Estados Unidos como algo histórico. Pero las campañas tanto de Morsi como de Shafik se acusaron mutuamente de fraude.
Antes de conocerse los resultados, la Hermandad Musulmana advirtió de una manifestación a largo plazo en caso de que Shafik fuera declarado ganador.
El anuncio llega después de preocupaciones de que Shafik le diera nueva vida a la vieja guardia y esencialmente nulificara los avances democráticos tras la revolución del año pasado que terminó con el régimen de Mubarak.
"¿Realmente habremos tenido una revolución si gana Shafik?", escribió el novelista Alaa al-Aswany en su cuenta de Twitter. "Para enésima vez, esta no es una batalla entre los militares y la (Hermandad) Musulmana, es una batalla del pueblo egipcio con el régimen militar que nos gobernó con puño de hierro por 60 años".
Como Mubarak, Shafik es un ex oficial de la Fuerza Aérea vinculado con el poderoso Ejército egipcio y es el "candidato de la contrarrevolución por excelencia", dijo Khaled Elgindy, de la Brookings Institution en Washington.
Morsi, un ingeniero educado en Estados Unidos, "representa el ala vieja y más conservadora de la Hermandad y abiertamente apoya una visión islámica estricta", dijo Isobel Coleman, del Consejo de Relaciones Exteriores.
Pero en una entrevista con CNN, Morsi dijo: "No hay tal cosa llamada democracia islámica. Solo hay democracia... La gente es la fuente de autoridad".
Un funcionario de seguridad nacional dijo que se esperaba violencia en caso del triunfo de Shafik.
"En caso de que Shafik gane, esperamos algunos problemas en las calles y en (la plaza) Tahrir, que enfrentaremos con mano dura, de acuerdo con instrucciones que recibimos", dijo el teniente coronel Usama Emam.
"Estamos en alerta máxima y hasta ahora no hay evidencia de una amenaza inminente o un plan de sabotaje de parte de grupos islámicos extremistas", dijo Emmam.
Las autoridades egipcias arrestaron a "elementos" del grupo palestino Hamas durante la semana pasada y "aún estamos rastreando a miembros fugitivos que entraron por el Sinaí hasta El Cairo", dijo Emam.
Más de 1,800 ambulancias fueron desplegadas en todo el país como una medida preventiva, reportó la agencia estatal EgyNews. También informó que el Ministerio del Interior destacó la necesidad de respetar las protestas pacíficas.
Al mismo tiempo, esta dependencia advirtió que no toleraría ningún disturbio en contra de las autoridades después del anuncio de este domingo.
"El ministro Mohamed Ibrahim dio la orden a las fuerzas policiales de disparar a contra cualquiera que intente atacar las estaciones de policía después de los resultados", informó el vocero del Ministerio, Marwan Mustapha. "Se ha aumentado la seguridad en las calles (de El Cairo) aledañas a la plaza Tahrir, para proteger edificios gubernamentales”.
La Hermandad Musulmana informó que llevaría a cabo una protesta “sin término definido, a largo plazo, en la plaza Tahrir”, con baños hechos de ladrillos, comida diaria y seguridad en las entradas de la plaza, según Jihad Haddad, consejero político de este grupo.
Haddad dijo que desaprobaban el nuevo decreto constitucional del órgano militar que gobierna el país, así como la ley marcial de facto.
Los líderes militares de Egipto han dicho que no revertirán los tan deplorados cambios constitucionales y judiciales, y advirtieron sobre manifestaciones relacionadas con las elecciones.
"Enfrentaremos a cualquiera que desafíe a los sectores públicos y privados con un puño de hierro", dijo el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
Este mes, el Tribunal Constitucional de Egipto disolvió la cámara baja del Parlamento, lo que amplía el poder de los militares y genera acusaciones de un golpe de Estado.
A la tensión electoral se suma la pregunta de cuánto poder tendrá en realidad el nuevo presidente ahora que el consejo militar tiene plena autoridad legislativa.
Según una declaración constitucional interina, los militares conservan la facultad de hacer leyes y tomar decisiones presupuestales hasta que haya una nueva constitución y un nuevo parlamento.
La declaración indica que los miembros del Consejo Supremo "decidirán todo lo relativo con asuntos militares, incluido el nombramiento de sus líderes". El presidente tiene el poder de declarar la guerra, pero solo "después de la aprobación" del Consejo Supremo, según el documento.
El consejo militar ha señalado que no está a favor de una entidad política y que respeta los derechos de los egipcios a protestar, pero destaca la importancia del respeto a la autoridad.
El Consejo Supremo urgió a los grupos políticos a respetar la democracia y "abstenerse de todos los actos posibles que puedan llevar al país a un caos total".
El líder de la reforma egipcia, Mohamed ElBaradei, ex jefe de la agencia de control nuclear de Naciones Unidas y premio Nobel de la Paz, dijo que si Shafik era declarado ganador, "estaríamos frente a mucha inestabilidad y violencia... un levantamiento mayor".
Mohamed Mahsoob, un profesor de leyes en la Universidad de Menofiya y miembro del partido El Wasat, tuiteó: "La revolución triunfará, incluso si el nuevo presidente electo está bajo las expectativas, porque tendremos el derecho de cambiarlo. Pero la revolución no será exitosa si tenemos a un presidente del viejo régimen que destituimos, porque trabajará en buscar regresarlo y revertir los logros".
Amr Moussa, quien sirvió como ministro de Exteriores bajo el gobierno de Mubarak y buscó la presidencia, dijo: "El próximo presidente de Egipto debe llamar a todos a unirse".
Mohamed Morsi fue declarado este domingo como el nuevo presidente de Egipto, un anuncio que generó manifestaciones a favor en la plaza Tahrir, en El Cairo.
Morsi, de la Hermandad Musulmana, venció al exfuncionario del régimen de Hosni Mubarak, Ahmed Shafik.
Morsi obtuvo más de 13 millones de votos, mientras que Shafik ganó 12 millones, según autoridades electorales.
Ambos candidatos habían declarado la victoria horas antes del anuncio.
Las autoridades egipcias estaban "en alerta", preocupadas sobre las reacciones en caso de la victoria de Shafik. Funcionarios dijeron que estaban listos para usar la fuerza contra la gente que atacara edificios gubernamentales.
En lugar de eso y pese al calor de 37 grados, las calles de El Cairo se convirtieron en una fiesta.
La carrera presidencial trajo a Egipto sus primeras elecciones democráticas, descritas por Estados Unidos como algo histórico. Pero las campañas tanto de Morsi como de Shafik se acusaron mutuamente de fraude.
Antes de conocerse los resultados, la Hermandad Musulmana advirtió de una manifestación a largo plazo en caso de que Shafik fuera declarado ganador.
El anuncio llega después de preocupaciones de que Shafik le diera nueva vida a la vieja guardia y esencialmente nulificara los avances democráticos tras la revolución del año pasado que terminó con el régimen de Mubarak.
"¿Realmente habremos tenido una revolución si gana Shafik?", escribió el novelista Alaa al-Aswany en su cuenta de Twitter. "Para enésima vez, esta no es una batalla entre los militares y la (Hermandad) Musulmana, es una batalla del pueblo egipcio con el régimen militar que nos gobernó con puño de hierro por 60 años".
Como Mubarak, Shafik es un ex oficial de la Fuerza Aérea vinculado con el poderoso Ejército egipcio y es el "candidato de la contrarrevolución por excelencia", dijo Khaled Elgindy, de la Brookings Institution en Washington.
Morsi, un ingeniero educado en Estados Unidos, "representa el ala vieja y más conservadora de la Hermandad y abiertamente apoya una visión islámica estricta", dijo Isobel Coleman, del Consejo de Relaciones Exteriores.
Pero en una entrevista con CNN, Morsi dijo: "No hay tal cosa llamada democracia islámica. Solo hay democracia... La gente es la fuente de autoridad".
Un funcionario de seguridad nacional dijo que se esperaba violencia en caso del triunfo de Shafik.
"En caso de que Shafik gane, esperamos algunos problemas en las calles y en (la plaza) Tahrir, que enfrentaremos con mano dura, de acuerdo con instrucciones que recibimos", dijo el teniente coronel Usama Emam.
"Estamos en alerta máxima y hasta ahora no hay evidencia de una amenaza inminente o un plan de sabotaje de parte de grupos islámicos extremistas", dijo Emmam.
Las autoridades egipcias arrestaron a "elementos" del grupo palestino Hamas durante la semana pasada y "aún estamos rastreando a miembros fugitivos que entraron por el Sinaí hasta El Cairo", dijo Emam.
Más de 1,800 ambulancias fueron desplegadas en todo el país como una medida preventiva, reportó la agencia estatal EgyNews. También informó que el Ministerio del Interior destacó la necesidad de respetar las protestas pacíficas.
Al mismo tiempo, esta dependencia advirtió que no toleraría ningún disturbio en contra de las autoridades después del anuncio de este domingo.
"El ministro Mohamed Ibrahim dio la orden a las fuerzas policiales de disparar a contra cualquiera que intente atacar las estaciones de policía después de los resultados", informó el vocero del Ministerio, Marwan Mustapha. "Se ha aumentado la seguridad en las calles (de El Cairo) aledañas a la plaza Tahrir, para proteger edificios gubernamentales”.
La Hermandad Musulmana informó que llevaría a cabo una protesta “sin término definido, a largo plazo, en la plaza Tahrir”, con baños hechos de ladrillos, comida diaria y seguridad en las entradas de la plaza, según Jihad Haddad, consejero político de este grupo.
Haddad dijo que desaprobaban el nuevo decreto constitucional del órgano militar que gobierna el país, así como la ley marcial de facto.
Los líderes militares de Egipto han dicho que no revertirán los tan deplorados cambios constitucionales y judiciales, y advirtieron sobre manifestaciones relacionadas con las elecciones.
"Enfrentaremos a cualquiera que desafíe a los sectores públicos y privados con un puño de hierro", dijo el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
Este mes, el Tribunal Constitucional de Egipto disolvió la cámara baja del Parlamento, lo que amplía el poder de los militares y genera acusaciones de un golpe de Estado.
A la tensión electoral se suma la pregunta de cuánto poder tendrá en realidad el nuevo presidente ahora que el consejo militar tiene plena autoridad legislativa.
Según una declaración constitucional interina, los militares conservan la facultad de hacer leyes y tomar decisiones presupuestales hasta que haya una nueva constitución y un nuevo parlamento.
La declaración indica que los miembros del Consejo Supremo "decidirán todo lo relativo con asuntos militares, incluido el nombramiento de sus líderes". El presidente tiene el poder de declarar la guerra, pero solo "después de la aprobación" del Consejo Supremo, según el documento.
El consejo militar ha señalado que no está a favor de una entidad política y que respeta los derechos de los egipcios a protestar, pero destaca la importancia del respeto a la autoridad.
El Consejo Supremo urgió a los grupos políticos a respetar la democracia y "abstenerse de todos los actos posibles que puedan llevar al país a un caos total".
El líder de la reforma egipcia, Mohamed ElBaradei, ex jefe de la agencia de control nuclear de Naciones Unidas y premio Nobel de la Paz, dijo que si Shafik era declarado ganador, "estaríamos frente a mucha inestabilidad y violencia... un levantamiento mayor".
Mohamed Mahsoob, un profesor de leyes en la Universidad de Menofiya y miembro del partido El Wasat, tuiteó: "La revolución triunfará, incluso si el nuevo presidente electo está bajo las expectativas, porque tendremos el derecho de cambiarlo. Pero la revolución no será exitosa si tenemos a un presidente del viejo régimen que destituimos, porque trabajará en buscar regresarlo y revertir los logros".
Amr Moussa, quien sirvió como ministro de Exteriores bajo el gobierno de Mubarak y buscó la presidencia, dijo: "El próximo presidente de Egipto debe llamar a todos a unirse".