Los candidatos mexicanos queman últimos cartuchos en la recta final de la campaña
México, EFE
Los candidatos presidenciales de México pidieron hoy el voto de los ciudadanos en actos multitudinarios celebrados en distintos estados del país, en medio de nuevas denuncias sobre la compra de votos y lealtades políticas.
Los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, y de la coalición de izquierda Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, apelaron a sus experiencias como funcionarios para obtener el voto de quienes aún están indecisos.
En un acto celebrado en Morelos, en el centro del país, Peña Nieto aseguró que le respalda su experiencia como gobernador del Estado México, donde estableció la "fórmula que ha venido sirviendo hoy a todo el país" y que quiere impulsar en la Presidencia.
Dicha fórmula consiste en escuchar "a la sociedad plural y diversa" y respetar las distintas expresiones para encontrar "los puntos de coincidencia que permitan (...) tener un mejor país", dijo el puntero en las encuestas
Tras reiterar que impulsará un "cambio con rumbo", Peña firmó ante notario una serie de compromisos, entre ellos un proyecto carretero, la construcción de un auditorio y el saneamiento de un lago, tal como lo ha hecho en otros estados a lo largo de la campaña que arrancó el 30 de marzo.
López Obrador, segundo en las encuestas, pidió a los indecisos no tener miedo porque impulsará la "transformación por el camino de la concordia" y sacó a relucir los logros de su gestión al frente de la capital mexicana, bastión de la izquierda, donde goza de amplia ventaja.
"Si hubiese gobernado mal no tendría esta amplia ventaja", aseguró y reiteró que no va "perseguir a nadie", "no habrá expropiaciones" y gobernará para todos, ricos y pobres.
"No soy (Hugo) Chávez, no soy un peligro para México, busco sacar adelante el país", dijo el veterano político, al aludir a lo que considera una guerra sucia en su contra que busca infundir miedo entre los electores asociándolo, como en la campaña de 2006, con el mandatario venezolano.
En un acto proselitista celebrado en el puerto de Acapulco, el líder de la izquierda anunció que Manuel Clouthier Carrillo, exmiembro del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), aceptó sumarse a su equipo para combatir la corrupción en caso de ganar la elección.
Pidió a los ciudadanos vigilar el último tramo de la campaña para que se respete la voluntad de los electores, dado que tiene "mucha información" sobre la puesta en marcha de planes para la compra de votos y el reparto de despensas y materiales de construcción, pero destacó que no habrá conflicto postelectoral.
En un evento en Guaymas, en el norteño estado de Sonora, Josefina Vázquez Mota pidió el voto porque "al ganar una mujer todo va ser diferente", y reiteró que el PRI, que gobernó México desde 1929 hasta 2000, es la vuelta al pasado, a la crisis y al clima de "complicidad con el crimen".
Destacó que los gobiernos del PAN no pactan con el crimen organizado y de paso presumió la captura ayer de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, identificado inicialmente como "presunto hijo" del capo del narcotráfico Joaquín "El Chapo" Guzmán, y otro joven.
Sin embargo, una mexicana que se presentó ante los periodistas como Elodia León Vega negó que uno de los dos detenidos sea hijo de "El Chapo" y afirmó que es su propio hijo, con el nombre de Félix Beltrán León.
Señaló que a su hijo "lo están confundiendo malamente" y rechazó cualquier vinculación con la familia del capo del narcotráfico. "Es una injusticia, ahora lo que quieren es ganar y darse votos", insistió aludiendo a las elecciones del 1 de julio.
Una fuente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) confirmó a Efe que el joven no es hijo del capo, sino "Félix Beltrán León y es uno de los jefes que venden drogas" para Jesús Alfredo Guzmán Salazar en Jalisco.
En un acto en Hermosillo, capital de Sonora, Vázquez Mota prometió a los jóvenes una secretaría para ellos, con presupuesto para el deporte y la cultura.
En tanto, el candidato del minoritario Partido Nuevo Alianza (Panal), Gabriel Quadri, afirmó hoy que tiene una "fe ciega" en el Instituto Federal Electoral, una institución que debe llenar de orgullo a todos los mexicanos y que ha costado "mucho trabajo construir".
En una rueda de prensa, pidió a la sociedad ignorar los llamados para sembrar la desconfianza en torno a los resultados del 1 de julio, y pidió a la izquierda no repetir lo sucedido en 2006, cuando López Obrador denunció fraude tras perder por un exiguo margen frente al conservador Felipe Calderón.
Unos 79,5 millones de mexicanos están convocados a las urnas el 1 de julio para elegir más de 2.000 funcionarios, entre ellos el mandatario y 628 legisladores.
Los candidatos presidenciales de México pidieron hoy el voto de los ciudadanos en actos multitudinarios celebrados en distintos estados del país, en medio de nuevas denuncias sobre la compra de votos y lealtades políticas.
Los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, y de la coalición de izquierda Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, apelaron a sus experiencias como funcionarios para obtener el voto de quienes aún están indecisos.
En un acto celebrado en Morelos, en el centro del país, Peña Nieto aseguró que le respalda su experiencia como gobernador del Estado México, donde estableció la "fórmula que ha venido sirviendo hoy a todo el país" y que quiere impulsar en la Presidencia.
Dicha fórmula consiste en escuchar "a la sociedad plural y diversa" y respetar las distintas expresiones para encontrar "los puntos de coincidencia que permitan (...) tener un mejor país", dijo el puntero en las encuestas
Tras reiterar que impulsará un "cambio con rumbo", Peña firmó ante notario una serie de compromisos, entre ellos un proyecto carretero, la construcción de un auditorio y el saneamiento de un lago, tal como lo ha hecho en otros estados a lo largo de la campaña que arrancó el 30 de marzo.
López Obrador, segundo en las encuestas, pidió a los indecisos no tener miedo porque impulsará la "transformación por el camino de la concordia" y sacó a relucir los logros de su gestión al frente de la capital mexicana, bastión de la izquierda, donde goza de amplia ventaja.
"Si hubiese gobernado mal no tendría esta amplia ventaja", aseguró y reiteró que no va "perseguir a nadie", "no habrá expropiaciones" y gobernará para todos, ricos y pobres.
"No soy (Hugo) Chávez, no soy un peligro para México, busco sacar adelante el país", dijo el veterano político, al aludir a lo que considera una guerra sucia en su contra que busca infundir miedo entre los electores asociándolo, como en la campaña de 2006, con el mandatario venezolano.
En un acto proselitista celebrado en el puerto de Acapulco, el líder de la izquierda anunció que Manuel Clouthier Carrillo, exmiembro del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), aceptó sumarse a su equipo para combatir la corrupción en caso de ganar la elección.
Pidió a los ciudadanos vigilar el último tramo de la campaña para que se respete la voluntad de los electores, dado que tiene "mucha información" sobre la puesta en marcha de planes para la compra de votos y el reparto de despensas y materiales de construcción, pero destacó que no habrá conflicto postelectoral.
En un evento en Guaymas, en el norteño estado de Sonora, Josefina Vázquez Mota pidió el voto porque "al ganar una mujer todo va ser diferente", y reiteró que el PRI, que gobernó México desde 1929 hasta 2000, es la vuelta al pasado, a la crisis y al clima de "complicidad con el crimen".
Destacó que los gobiernos del PAN no pactan con el crimen organizado y de paso presumió la captura ayer de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, identificado inicialmente como "presunto hijo" del capo del narcotráfico Joaquín "El Chapo" Guzmán, y otro joven.
Sin embargo, una mexicana que se presentó ante los periodistas como Elodia León Vega negó que uno de los dos detenidos sea hijo de "El Chapo" y afirmó que es su propio hijo, con el nombre de Félix Beltrán León.
Señaló que a su hijo "lo están confundiendo malamente" y rechazó cualquier vinculación con la familia del capo del narcotráfico. "Es una injusticia, ahora lo que quieren es ganar y darse votos", insistió aludiendo a las elecciones del 1 de julio.
Una fuente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) confirmó a Efe que el joven no es hijo del capo, sino "Félix Beltrán León y es uno de los jefes que venden drogas" para Jesús Alfredo Guzmán Salazar en Jalisco.
En un acto en Hermosillo, capital de Sonora, Vázquez Mota prometió a los jóvenes una secretaría para ellos, con presupuesto para el deporte y la cultura.
En tanto, el candidato del minoritario Partido Nuevo Alianza (Panal), Gabriel Quadri, afirmó hoy que tiene una "fe ciega" en el Instituto Federal Electoral, una institución que debe llenar de orgullo a todos los mexicanos y que ha costado "mucho trabajo construir".
En una rueda de prensa, pidió a la sociedad ignorar los llamados para sembrar la desconfianza en torno a los resultados del 1 de julio, y pidió a la izquierda no repetir lo sucedido en 2006, cuando López Obrador denunció fraude tras perder por un exiguo margen frente al conservador Felipe Calderón.
Unos 79,5 millones de mexicanos están convocados a las urnas el 1 de julio para elegir más de 2.000 funcionarios, entre ellos el mandatario y 628 legisladores.