Latinoamérica sigue sin reconocer a nuevo presidente de Paraguay

Buenos Aires, AFP
Latinoamérica seguía sin reconocer al nuevo gobierno paraguayo del presidente Federico Franco tras la destitución de Fernando Lugo, mientras Argentina retiró a su embajador de Asunción y Uruguay y Brasil llamaron a consultas a sus representantes diplomáticos.

El gobierno argentino resolvió retirar a su embajador en Paraguay, Rafael Romá, debido a "la ruptura del orden democrático", anunció la cancillería, haciendo referencia al proceso de destitución de Lugo, que duró un día.

El jueves la Cámara de Diputados aprobó someterlo a juicio político y el viernes el Senado votó retirarlo de sus funciones, tras una audiencia en la que los abogados de Lugo tuvieron dos horas para presentar su alegato.

"Sin lugar a dudas hubo un golpe de Estado" en Paraguay, estimó la presidenta argentina, Cristina Kirchner.

Por su parte, Brasil y Uruguay llamaron a consultas a sus respectivos embajadores en Asunción, Eduardo dos Santos y Enrique Fischer.

El gobierno brasileño condenó "el rito sumario de destitución del mandatario de Paraguay", pues "no fue adecuadamente asegurado el amplio derecho de defensa" y "considera que el procedimiento adoptado compromete el pilar fundamental de la democracia".

Las sanciones pueden ir "desde no invitar a las nuevas autoridades (paraguayas) a las cumbres (del Mercosur y de Unasur) hasta el enfriamiento de los contactos en diferentes niveles", advirtió.

De su lado, el canciller uruguayo Luis Almagro estimó: "La imposición de un nuevo Presidente en estas condiciones no condice con las prácticas democráticas fundamentales que debemos preservar en la región".

Por otro lado, el presidente de Nicaragua Daniel Ortega anunció que su gobierno "no puede reconocer" al nuevo gobierno paraguayo porque es producto "de un plan claramente articulado entre la oligarquía, las fuerzas derechistas y las fuerzas armadas" de ese país.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, tampoco reconocerá a Federico Franco, pese a que Lugo -destituido 13 meses antes de culminar su mandato- acató el fallo de destitución.

El presidente de Venezuela Hugo Chávez y su par boliviano Evo Morales hicieron lo propio desde el viernes.

Además, el gobierno panameño puso en duda este sábado la legalidad del proceso de destitución, mientras que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que "no se deben utilizar esos procedimientos legales para abusar en cierta forma del poder". "Deja un muy mal sabor", estimó.

Perú y Ecuador mencionaron la posibilidad de convocar una reunión extraordinaria de la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) la semana que viene para abordar lo ocurrido.

Cuba estimó que "este golpe se suma a la larga lista de atentados contra la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos" y aseguró que "no reconocerá autoridad alguna que no emane del sufragio legítimo".

El gobierno de México, en tanto, consideró que el proceso "no otorgó al ex presidente Lugo los espacios y tiempos para la debida defensa", mientras que el presidente peruano, Ollanta Humala, calificó la destitución "un revés al proceso democrático en la región".

Costa Rica deploró también el hecho al estimar "que muestra visos de golpe de Estado" y expresó la disposición de conceder a Lugo "o a algún miembro de su Gabinete, si tienen a bien formular una petición" de asilo.

Algunas de las instituciones más importantes de la región también rechazaron la destitución de Lugo.

Es "inaceptable lo expedito del juicio político contra el presidente constitucional y democráticamente electo", señaló la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), al destacar que el procedimiento "afecta la vigencia del Estado de derecho en Paraguay".

"Es una parodia de la justicia y un atropello al Estado de derecho remover a un presidente en 24 horas, sin garantías para defenderse", estimó a la prensa en Washington el secretario ejecutivo de la CIDH, Santiago Canton.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó este sábado que la comunidad internacional observó un "irrespeto" al debido proceso durante el procedimiento en el que se destituyó a Lugo de la presidencia paraguaya.

Fuera de la región, Estados Unidos urgió "a todos los paraguayos a actuar pacíficamente, con calma y responsabilidad, en el espíritu de los principios democráticos paraguayos".

España, por su parte, dijo defender "el pleno respeto a la institucionalidad democrática y el Estado de derecho y confía en que Paraguay, en el marco del respeto a su Constitución y a los compromisos internacionales, logre encauzar la actual crisis política".

El nuevo presidente paraguayo, Federico Franco, en una conferencia de prensa ante corresponsales en el Palacio Presidencial, tras jurar su cargo como nuevo líder del país, este sábado en Asunción.

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