La UE y Rusia se reunen en San Petersburgo con la crisis siria como telón de fondo
Bruselas, EP
La UE y Rusia se reúnen los próximos 3 y 4 de junio en el marco de la cumbre bilateral que acogerá San Petersburgo con la crisis siria como telón de fondo y en la que ejercerá de anfitrión el presidente ruso, Vladimir Putin, que tomó posesión del cargo el pasado 7 de mayo.
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, encabezarán la delegación por parte europea. Putin estará acompañado por su parte por el titular de Exteriores, Sergei Lavrov, que tiene previsto reunirse con la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, antes del inicio de la cumbre para discutir entre otros Siria e Irán.
Según han avanzado fuentes europeas, ambas partes abordarán durante la cena del domingo la crisis económica y la situación de la eurozona, incluido las últimas medidas adoptadas para reforzar los cortafuegos europeos para evitar un contagio de la crisis por la situación en Grecia. Van Rompuy ha insistido en que ambas partes deben discutir "medidas para abordar la crisis económica y financiera".
También discutirán las reformas políticas promovidas en los últimos meses del mandato de Dimitri Medvedev. La UE espera además que Moscú informe del proceso de integración que promueve con Kazajistán y Bielorrusia a través de la unión aduanera euroasiática, una prioridad para Putin.
La crisis en Siria también será discutida durante la cena. La UE trasladará a Moscú la necesidad de que "utilice toda su capacidad de influencia para convencer al régimen a aplicar el plan de paz" de Kofi Annan y le recordará que ambas partes tienen "una responsabilidad común" para impedir que el país entre "en una guerra civil abierta" ante el agravamiento de la situación sobre el terreno.
Ya el lunes, en sesión plenaria, repasarán cuestiones de interés bilateral, incluido el estado de las negociaciones para firmar un nuevo acuerdo de cooperación bilateral que llevan negociando desde 2008 y el acuerdo que lanzaron hace dos años para promover la modernización, de especial interés para Moscú. La UE dejará claro que no puede limitarse sin embargo a "transferencias de tecnología y nuevos proyectos de inversiones" sino que también debe contribuir a "modernizar la sociedad y el Estado de Derecho" en Rusia.
BRUSELAS PIDE ACUERDO AMBICIOSO
Barroso ha defendido que la UE y Rusia deben aspirar a negociar un nuevo acuerdo de cooperación bilateral "ambicioso y amplio" para exprimir el potencial de las relaciones, aunque fuentes europeas admiten que no se han hecho "progresos suficientes" por "las divergencias" entre ambas partes.
"La elección del nuevo presidente y la inauguración del nuevo Gobierno nos ofrece la oportunidad de consolidar el progreso" de los últimos años, ha insistido el portugués, que ha defendido que el nuevo acuerdo deberá "incluir provisiones sustanciales en comercio e inversiones, incluido en energía".
DIVERGENCIAS EN ENERGÍA Y SECTOR AÉREO
Rusia se mantiene muy crítica con la normativa comunitaria que obliga a dividir las redes de producción y distribución de energía y su política de diversificación de fuentes energéticas y no ve con buenos ojos el reciente acuerdo impulsado entre la UE y Turkmenistán y Azerbaiyán para construir un gasoducto que permita traer gas a Europa. Los europeos insisten en que Rusia debe garantizar "reglas iguales" para los operadores y critican que el sector energético en Rusia "está muy restringido en términos de propiedad y posibilidades de transporte".
Tampoco se descarta que aborden otros asuntos espinosos como el impuesto a las emisiones de C02 que impuso la UE para las aerolíneas que viajen o despeguen de sus aeropuertos. La UE espera que Moscú no quiera "reabrir" el acuerdo que cerraron para poner fin a la dispuesta por los recargos que cobraba por su parte a las aerolíneas europeas por sobrevolar Siberia y en virtud del cual a partir de 2014 las tasas guardarán relación con los costes.
Aunque ambas partes avanzan "a buen ritmo" en las negociaciones para cerrar un acuerdo de libre visados tras haber pactado la hoja de ruta con pasos concretos para ello, fuentes europeas han avanzado que no se firmará ningún acuerdo en la cumbre ni se comprometerán con "ninguna fecha límite artificial" para cerrarlo. Rusia y Polonia han llegado a un acuerdo para eximir de los visados a los polacos que viajen al enclave ruso de Kaliningrado.
La UE confía además en que Rusia "levante muy pronto" el veto que mantiene a importar animales vivos de la UE tras la aparición del brote del virus Schmallenberg en varios Estados miembros, una medida que los europeos ven "muy desproporcionada".
"Esto no es una cumbre de resultados. Esto va de comprobar si tenemos la misma visión (de) dónde queremos ir en términos de desarrollar nuestra asociación estratégica", han explicado fuentes europeas.
Ambas partes discutirán durante el almuerzo del lunes los conflictos que permanecen abiertos en la región y cuestiones en la agenda internacional como la crisis siria, las negociaciones entre el grupo 5+1 e Irán sobre el polémico programa nuclear iraní, cuya tercera ronda acogerá Moscú en junio, así como la situación en Oriente Próximo y Libia.
La UE y Rusia se reúnen los próximos 3 y 4 de junio en el marco de la cumbre bilateral que acogerá San Petersburgo con la crisis siria como telón de fondo y en la que ejercerá de anfitrión el presidente ruso, Vladimir Putin, que tomó posesión del cargo el pasado 7 de mayo.
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, encabezarán la delegación por parte europea. Putin estará acompañado por su parte por el titular de Exteriores, Sergei Lavrov, que tiene previsto reunirse con la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, antes del inicio de la cumbre para discutir entre otros Siria e Irán.
Según han avanzado fuentes europeas, ambas partes abordarán durante la cena del domingo la crisis económica y la situación de la eurozona, incluido las últimas medidas adoptadas para reforzar los cortafuegos europeos para evitar un contagio de la crisis por la situación en Grecia. Van Rompuy ha insistido en que ambas partes deben discutir "medidas para abordar la crisis económica y financiera".
También discutirán las reformas políticas promovidas en los últimos meses del mandato de Dimitri Medvedev. La UE espera además que Moscú informe del proceso de integración que promueve con Kazajistán y Bielorrusia a través de la unión aduanera euroasiática, una prioridad para Putin.
La crisis en Siria también será discutida durante la cena. La UE trasladará a Moscú la necesidad de que "utilice toda su capacidad de influencia para convencer al régimen a aplicar el plan de paz" de Kofi Annan y le recordará que ambas partes tienen "una responsabilidad común" para impedir que el país entre "en una guerra civil abierta" ante el agravamiento de la situación sobre el terreno.
Ya el lunes, en sesión plenaria, repasarán cuestiones de interés bilateral, incluido el estado de las negociaciones para firmar un nuevo acuerdo de cooperación bilateral que llevan negociando desde 2008 y el acuerdo que lanzaron hace dos años para promover la modernización, de especial interés para Moscú. La UE dejará claro que no puede limitarse sin embargo a "transferencias de tecnología y nuevos proyectos de inversiones" sino que también debe contribuir a "modernizar la sociedad y el Estado de Derecho" en Rusia.
BRUSELAS PIDE ACUERDO AMBICIOSO
Barroso ha defendido que la UE y Rusia deben aspirar a negociar un nuevo acuerdo de cooperación bilateral "ambicioso y amplio" para exprimir el potencial de las relaciones, aunque fuentes europeas admiten que no se han hecho "progresos suficientes" por "las divergencias" entre ambas partes.
"La elección del nuevo presidente y la inauguración del nuevo Gobierno nos ofrece la oportunidad de consolidar el progreso" de los últimos años, ha insistido el portugués, que ha defendido que el nuevo acuerdo deberá "incluir provisiones sustanciales en comercio e inversiones, incluido en energía".
DIVERGENCIAS EN ENERGÍA Y SECTOR AÉREO
Rusia se mantiene muy crítica con la normativa comunitaria que obliga a dividir las redes de producción y distribución de energía y su política de diversificación de fuentes energéticas y no ve con buenos ojos el reciente acuerdo impulsado entre la UE y Turkmenistán y Azerbaiyán para construir un gasoducto que permita traer gas a Europa. Los europeos insisten en que Rusia debe garantizar "reglas iguales" para los operadores y critican que el sector energético en Rusia "está muy restringido en términos de propiedad y posibilidades de transporte".
Tampoco se descarta que aborden otros asuntos espinosos como el impuesto a las emisiones de C02 que impuso la UE para las aerolíneas que viajen o despeguen de sus aeropuertos. La UE espera que Moscú no quiera "reabrir" el acuerdo que cerraron para poner fin a la dispuesta por los recargos que cobraba por su parte a las aerolíneas europeas por sobrevolar Siberia y en virtud del cual a partir de 2014 las tasas guardarán relación con los costes.
Aunque ambas partes avanzan "a buen ritmo" en las negociaciones para cerrar un acuerdo de libre visados tras haber pactado la hoja de ruta con pasos concretos para ello, fuentes europeas han avanzado que no se firmará ningún acuerdo en la cumbre ni se comprometerán con "ninguna fecha límite artificial" para cerrarlo. Rusia y Polonia han llegado a un acuerdo para eximir de los visados a los polacos que viajen al enclave ruso de Kaliningrado.
La UE confía además en que Rusia "levante muy pronto" el veto que mantiene a importar animales vivos de la UE tras la aparición del brote del virus Schmallenberg en varios Estados miembros, una medida que los europeos ven "muy desproporcionada".
"Esto no es una cumbre de resultados. Esto va de comprobar si tenemos la misma visión (de) dónde queremos ir en términos de desarrollar nuestra asociación estratégica", han explicado fuentes europeas.
Ambas partes discutirán durante el almuerzo del lunes los conflictos que permanecen abiertos en la región y cuestiones en la agenda internacional como la crisis siria, las negociaciones entre el grupo 5+1 e Irán sobre el polémico programa nuclear iraní, cuya tercera ronda acogerá Moscú en junio, así como la situación en Oriente Próximo y Libia.