La ‘troika’ vigilará que se cumplan las reglas pactadas para el rescate
Olli Rehn: “No hay nuevas condiciones en política estructural ni en reformas”
Ricardo Martínez de Rituerto
Bruselas, El País
La línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros, en palabras del Eurogrupo, que la UE está dispuesta a conceder a España influirá indirecta y decisivamente sobre los reajustes macroestructurales a que debe someterse España, porque su incumplimiento supondría una sequía letal para el sistema financiero español y europeo. "El Eurogrupo decidirá si se cumplen o no las condiciones y en función de ellas decidirá si se sigue prestando el dinero o no", explica una fuente comunitaria en referencia a las condiciones a que ya está sometido el país. España deberá seguir siendo rigurosa y no flaquear en su plan de reajuste si quiere salvar su banca.
Y tendrá que probarlo ante los representantes del BCE, el FMI y Bruselas, la troika. Así lo explicaron este lunes tanto el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaüble, como el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. Schaüble dejó claro que la troika vigilará "para garantizar que se cumple el programa, pero solo en lo referido a la restructuración bancaria". Almunia, por su parte, fue claro: "Quien da dinero" aseguró en declaraciones a la cadena SER "nunca lo da gratis, quiere saber qué se hace con él. Otra cosa es ver cómo actúan. Yo espero que actúen bien, de forma honesta, que no se crean que vienen a un país bananero".
El rigor, la disciplina y la credibilidad son condiciones previas para acceder a un socorro como el acordado el pasado sábado para el sistema financiero español por el Eurogrupo. Las directrices del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) establecen, entre otras condiciones, que "el país beneficiario tendrá que demostrar que tiene una acreditada política presupuestaria, como el respeto a los compromisos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento". Aunque las macrocifras españolas están ahora muy fuera de los límites de ese pacto, Madrid se ha comprometido ante Bruselas a poner orden en casa de aquí a finales de 2013, un titánico esfuerzo que puede verse recompensado con una prórroga de un año más para alcanzar el canónico umbral del 3% de déficit.
El crédito político ganado por ese impulso reformador del Gobierno ha permitido la entrada en juego del FEEF para "supervisar la totalidad del sector financiero español, no solo los bancos afectados", según fuentes comunitarias que subrayan la aplicación a "todos": "Se trata de inyectar transparencia y efectividad en el sistema bancario español en su conjunto, aunque sabemos que los bancos con dimensión transnacional están capacitados para hacer frente a las condiciones más exigentes". Aunque la línea oficial insiste en que "no hay nuevas condiciones en materia de política estructural ni en reformas", como este lunes declaró en el Parlamento Europeo Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, o dijo en Alemania Schaüble, las fuentes insisten en que "el Eurogrupo tiene la posibilidad de certificar que las condiciones macro se cumplen o no y en función de ellas decidir si se sigue prestando el dinero o no". Las condiciones no son solo las que ya se están aplicando para alcanzar el déficit del 5,3% en este 2012, sino las que serán necesarias para seguir en el camino emprendido, para lo que la Comisión ya ha recomendado elevar el IVA, aumentar la edad de jubilación o acotar más estrictamente a las comunidades autónomas.
Más allá de estas recomendaciones, está por ver hasta dónde llega y dónde se contabiliza el déficit generado por el pago de los intereses del préstamo recibido.
Ricardo Martínez de Rituerto
Bruselas, El País
La línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros, en palabras del Eurogrupo, que la UE está dispuesta a conceder a España influirá indirecta y decisivamente sobre los reajustes macroestructurales a que debe someterse España, porque su incumplimiento supondría una sequía letal para el sistema financiero español y europeo. "El Eurogrupo decidirá si se cumplen o no las condiciones y en función de ellas decidirá si se sigue prestando el dinero o no", explica una fuente comunitaria en referencia a las condiciones a que ya está sometido el país. España deberá seguir siendo rigurosa y no flaquear en su plan de reajuste si quiere salvar su banca.
Y tendrá que probarlo ante los representantes del BCE, el FMI y Bruselas, la troika. Así lo explicaron este lunes tanto el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaüble, como el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. Schaüble dejó claro que la troika vigilará "para garantizar que se cumple el programa, pero solo en lo referido a la restructuración bancaria". Almunia, por su parte, fue claro: "Quien da dinero" aseguró en declaraciones a la cadena SER "nunca lo da gratis, quiere saber qué se hace con él. Otra cosa es ver cómo actúan. Yo espero que actúen bien, de forma honesta, que no se crean que vienen a un país bananero".
El rigor, la disciplina y la credibilidad son condiciones previas para acceder a un socorro como el acordado el pasado sábado para el sistema financiero español por el Eurogrupo. Las directrices del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) establecen, entre otras condiciones, que "el país beneficiario tendrá que demostrar que tiene una acreditada política presupuestaria, como el respeto a los compromisos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento". Aunque las macrocifras españolas están ahora muy fuera de los límites de ese pacto, Madrid se ha comprometido ante Bruselas a poner orden en casa de aquí a finales de 2013, un titánico esfuerzo que puede verse recompensado con una prórroga de un año más para alcanzar el canónico umbral del 3% de déficit.
El crédito político ganado por ese impulso reformador del Gobierno ha permitido la entrada en juego del FEEF para "supervisar la totalidad del sector financiero español, no solo los bancos afectados", según fuentes comunitarias que subrayan la aplicación a "todos": "Se trata de inyectar transparencia y efectividad en el sistema bancario español en su conjunto, aunque sabemos que los bancos con dimensión transnacional están capacitados para hacer frente a las condiciones más exigentes". Aunque la línea oficial insiste en que "no hay nuevas condiciones en materia de política estructural ni en reformas", como este lunes declaró en el Parlamento Europeo Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, o dijo en Alemania Schaüble, las fuentes insisten en que "el Eurogrupo tiene la posibilidad de certificar que las condiciones macro se cumplen o no y en función de ellas decidir si se sigue prestando el dinero o no". Las condiciones no son solo las que ya se están aplicando para alcanzar el déficit del 5,3% en este 2012, sino las que serán necesarias para seguir en el camino emprendido, para lo que la Comisión ya ha recomendado elevar el IVA, aumentar la edad de jubilación o acotar más estrictamente a las comunidades autónomas.
Más allá de estas recomendaciones, está por ver hasta dónde llega y dónde se contabiliza el déficit generado por el pago de los intereses del préstamo recibido.