La policía registra casas de opositores en vísperas de otra manifestación en Moscú
-Los registros, más de una docena, se enmarcan en la investigación por los sucesos del 6 de mayo
-Nuevas normas restringen la manifestación convocada para el martes
Pilar Bonet
Moscú, El País
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no está dispuesto a tolerar que su autoridad sea puesta en entredicho por las calles de Moscú. En vísperas de mitin de protesta convocado por la oposición, funcionarios del Comité de Investigación (una entidad complementaria de la Fiscalía creada en época del actual jefe del Estado) ha practicado registros y ha confiscado documentos, material informático, propiedades personales y dinero en los domicilios de los líderes de la disidencia con el aparente fin de neutralizarlos e impedirles manifestarse el 12 de junio.
En esta fecha, la oposición ha convocado el denominado “mitin de los millones”, que fue autorizado por el Ayuntamiento tras una ardua negociación. La convocatoria, en demanda de unas elecciones libres y en contra del régimen representado por Putin, coincide con el llamado “día de Rusia”, en el que se conmemora la aprobación, en 1990 a instancia de Borís Yeltsin, de la declaración de soberanía del territorio ruso, que por entonces estaba integrado en la Unión Soviética.
El mitin del martes, en el que se esperan decenas de miles de personas, supone la culminación de un periodo de medio año de protestas, que comenzaron en diciembre pasado, al filo de los comicios para elegir la Duma Estatal de Rusia, y que han continuado tras las elecciones presidenciales del 4 de marzo. Por sorpresa, sin ceremonias y con negligencia de los procedimientos legales como la presencia de abogados, funcionarios del Comité de Investigación irrumpieron el lunes por la mañana en los domicilios moscovitas del bloguero Alexéi Navalni, del líder del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov y su esposa, y de los activistas Ilia Yashin y Txenia Sobchak, entre otros.
Los representantes de la autoridad han confiscado ordenadores, propaganda y dinero, como resultado de sus pesquisas, según fuentes del Comité de Investigación. Los registros en el domicilio de Navalni se han prolongado durante más de once horas. Además, fuerzas antidisturbios enmascaradas han rodeado los locales de Rospil, el centro anticorrupción desde el que Navalni realiza sus delicadas investigaciones. Las fuerzas del orden no han podido entrar en estos locales por encontrarse cerrados ya que hoy lunes es día feriado. Tampoco han podido entrar en el domicilio de Borís Nemtsov, el político que fue vicejefe de Gobierno que hoy es uno de los líderes de la oposición. Nemtsov, que estaba ausente, ha declarado que se dirigirá directamente en el mitin, para evitar que le entreguen una citación judicial para declarar.
Todos los líderes cuyos domicilios fueron registrados deben comparecer el 12 de junio en un interrogatorio, cuyo motivo oficial es dirimir las responsabilidades sobre los desórdenes ocurridos en la plaza de Bolótnaia de Moscú el 6 de mayo pasado. En aquella ocasión se produjeron violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que de modo inusual restringíó el acceso al lugar donde había sido autorizado el mitin. A finales de mayo la policía comenzó a detener a supuestos provocadores y la cifra de los detenidos se ha elevado hoy lunes a 13. Sin embargo, entre estos detenidos no figuran los líderes de la oposición que han sido implicados en los desórdenes hoy. El caso es que Ksenia Sobchak, convocada a declarar, no participó en la manifestación del 6 de mayo. Sobchak es hija del ex alcalde de San Petersburgo Anatoli Sobchak y de la senadora Liudmila Narúsova. Además es ahijada de Vladímir Putin, que se formó como político en el equipo de su padre.
Todos los líderes de la oposición han sido citados a las 11 de la mañana, es decir, una hora antes de que comience la marcha que ha de culminar en la avenida Sájarov a las tres de la tarde. Los preparativos del mitin continuaban anoche y diversos politólogos opinaban que la afluencia será mayor tras la operación de acoso emprendida por las autoridades. Stanislav Belkovski afirmaba que Putin había hecho una buena publicidad a la causa de la oposición y la socióloga Olga Kryshtianovskaia, que ha anunciado la interrupción de su militancia en el partido Rusia Unida, consideraba que la situación es “normal” porque “estamos en una guerra”.
El exministro de Finanzas, Alexéi Kudrin, por su parte, ha señalado que el ambiente se ha radicalizado en Rusia debido a los arrestos y la nueva ley que incrementó las multas por las infracciones en los mitines. La semana pasada, con una velocidad de vértigo, esta ley fue aprobada por las dos cámaras del parlamento y firmada por el jefe del Estado, quien desoyó así los argumentos jurídicos presentados por Mijaíl Fedótov, el jefe del consejo de ayuda al desarrollo de la sociedad civil y los derechos humanos adscrito a la presidencia. Once miembros de este consejo consultivo han renunciado a su puesto desde que Putin fue elegido.
La forma en que se efectuaron los los registros y cómo se informó sobre ellos recuerda el estilo del del KGB, el Comité de Seguridad del Estado, en el que Putin trabajó. Así por ejemplo, una periodista de NTV, el canal de televisión perteneciente a Gazprom (el monopolio de la exportación de gas ruso), que ha penetrado en el domicilio de Udaltsov durante el registro, ha dicho que iba a demandarlo por haberla encerrado en el apartamento. Udaltsov y su esposa, en cambio, han acusado a la periodista de haber irrumpido en el domicilio familiar para filmar y grabar sin permiso, aprovechando que la puerta estaba abierta. Los Udaltsov por lo visto intentaban quitarle a la periodista el material grabado.
En un comunicado del Comité de Investigación, se dice que se ha incautado de “literatura con consignas antiestatales” y “no menos de un millón de euros” en la vivienda de Sobchak. “A las ocho de la mañana unas personas irrumpieron en la casa, sin darme oportunidad de vestirme, saquearon el piso y me humillaron”, ha dicho Sobchak, que ha calificado la incautación del dinero como “un asalto”. La agencia Interfax ha informado, citando fuentes de los órganos del orden público, que en el piso de Sobchak se han encontrado sobres con una suma de cerca de 1,5 millones de euros en moneda extranjera.
-Nuevas normas restringen la manifestación convocada para el martes
Pilar Bonet
Moscú, El País
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no está dispuesto a tolerar que su autoridad sea puesta en entredicho por las calles de Moscú. En vísperas de mitin de protesta convocado por la oposición, funcionarios del Comité de Investigación (una entidad complementaria de la Fiscalía creada en época del actual jefe del Estado) ha practicado registros y ha confiscado documentos, material informático, propiedades personales y dinero en los domicilios de los líderes de la disidencia con el aparente fin de neutralizarlos e impedirles manifestarse el 12 de junio.
En esta fecha, la oposición ha convocado el denominado “mitin de los millones”, que fue autorizado por el Ayuntamiento tras una ardua negociación. La convocatoria, en demanda de unas elecciones libres y en contra del régimen representado por Putin, coincide con el llamado “día de Rusia”, en el que se conmemora la aprobación, en 1990 a instancia de Borís Yeltsin, de la declaración de soberanía del territorio ruso, que por entonces estaba integrado en la Unión Soviética.
El mitin del martes, en el que se esperan decenas de miles de personas, supone la culminación de un periodo de medio año de protestas, que comenzaron en diciembre pasado, al filo de los comicios para elegir la Duma Estatal de Rusia, y que han continuado tras las elecciones presidenciales del 4 de marzo. Por sorpresa, sin ceremonias y con negligencia de los procedimientos legales como la presencia de abogados, funcionarios del Comité de Investigación irrumpieron el lunes por la mañana en los domicilios moscovitas del bloguero Alexéi Navalni, del líder del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov y su esposa, y de los activistas Ilia Yashin y Txenia Sobchak, entre otros.
Los representantes de la autoridad han confiscado ordenadores, propaganda y dinero, como resultado de sus pesquisas, según fuentes del Comité de Investigación. Los registros en el domicilio de Navalni se han prolongado durante más de once horas. Además, fuerzas antidisturbios enmascaradas han rodeado los locales de Rospil, el centro anticorrupción desde el que Navalni realiza sus delicadas investigaciones. Las fuerzas del orden no han podido entrar en estos locales por encontrarse cerrados ya que hoy lunes es día feriado. Tampoco han podido entrar en el domicilio de Borís Nemtsov, el político que fue vicejefe de Gobierno que hoy es uno de los líderes de la oposición. Nemtsov, que estaba ausente, ha declarado que se dirigirá directamente en el mitin, para evitar que le entreguen una citación judicial para declarar.
Todos los líderes cuyos domicilios fueron registrados deben comparecer el 12 de junio en un interrogatorio, cuyo motivo oficial es dirimir las responsabilidades sobre los desórdenes ocurridos en la plaza de Bolótnaia de Moscú el 6 de mayo pasado. En aquella ocasión se produjeron violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que de modo inusual restringíó el acceso al lugar donde había sido autorizado el mitin. A finales de mayo la policía comenzó a detener a supuestos provocadores y la cifra de los detenidos se ha elevado hoy lunes a 13. Sin embargo, entre estos detenidos no figuran los líderes de la oposición que han sido implicados en los desórdenes hoy. El caso es que Ksenia Sobchak, convocada a declarar, no participó en la manifestación del 6 de mayo. Sobchak es hija del ex alcalde de San Petersburgo Anatoli Sobchak y de la senadora Liudmila Narúsova. Además es ahijada de Vladímir Putin, que se formó como político en el equipo de su padre.
Todos los líderes de la oposición han sido citados a las 11 de la mañana, es decir, una hora antes de que comience la marcha que ha de culminar en la avenida Sájarov a las tres de la tarde. Los preparativos del mitin continuaban anoche y diversos politólogos opinaban que la afluencia será mayor tras la operación de acoso emprendida por las autoridades. Stanislav Belkovski afirmaba que Putin había hecho una buena publicidad a la causa de la oposición y la socióloga Olga Kryshtianovskaia, que ha anunciado la interrupción de su militancia en el partido Rusia Unida, consideraba que la situación es “normal” porque “estamos en una guerra”.
El exministro de Finanzas, Alexéi Kudrin, por su parte, ha señalado que el ambiente se ha radicalizado en Rusia debido a los arrestos y la nueva ley que incrementó las multas por las infracciones en los mitines. La semana pasada, con una velocidad de vértigo, esta ley fue aprobada por las dos cámaras del parlamento y firmada por el jefe del Estado, quien desoyó así los argumentos jurídicos presentados por Mijaíl Fedótov, el jefe del consejo de ayuda al desarrollo de la sociedad civil y los derechos humanos adscrito a la presidencia. Once miembros de este consejo consultivo han renunciado a su puesto desde que Putin fue elegido.
La forma en que se efectuaron los los registros y cómo se informó sobre ellos recuerda el estilo del del KGB, el Comité de Seguridad del Estado, en el que Putin trabajó. Así por ejemplo, una periodista de NTV, el canal de televisión perteneciente a Gazprom (el monopolio de la exportación de gas ruso), que ha penetrado en el domicilio de Udaltsov durante el registro, ha dicho que iba a demandarlo por haberla encerrado en el apartamento. Udaltsov y su esposa, en cambio, han acusado a la periodista de haber irrumpido en el domicilio familiar para filmar y grabar sin permiso, aprovechando que la puerta estaba abierta. Los Udaltsov por lo visto intentaban quitarle a la periodista el material grabado.
En un comunicado del Comité de Investigación, se dice que se ha incautado de “literatura con consignas antiestatales” y “no menos de un millón de euros” en la vivienda de Sobchak. “A las ocho de la mañana unas personas irrumpieron en la casa, sin darme oportunidad de vestirme, saquearon el piso y me humillaron”, ha dicho Sobchak, que ha calificado la incautación del dinero como “un asalto”. La agencia Interfax ha informado, citando fuentes de los órganos del orden público, que en el piso de Sobchak se han encontrado sobres con una suma de cerca de 1,5 millones de euros en moneda extranjera.