La oposición siria dice que el régimen toca a su fin y llama a la defección
Damasco, AFP
El nuevo jefe de la oposición siria aseguró el domingo que el régimen de Bashar al Asad está "en las últimas", por lo que llamó a la desobediencia civil y a la defección de los funcionarios, en medio de la espiral de violencia que el fin de semana se cobró 171 vidas.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición al régimen de Asad, decidió elegir como nuevo jefe al kurdo Abdel Baset Sayda, exiliado desde hace años en Suecia, por su reputación de moderado, a pesar de ser un desconocido y de su falta de experiencia política.
"Entramos en una fase delicada. El régimen está en las últimas. Las masacres que se multiplican y los bombardeos muestran que está luchando por sobrevivir", dijo poco antes a la AFP el nuevo líder del CNS, un organismo que reúne a islamistas, liberales, nacionalistas, independientes y militantes en el terreno.
"Según las informaciones que tenemos, el régimen perdió el control de Damasco y de otras ciudades", añadió Sayda sin dar más precisiones. Los combates se han intensificado recientemente en la capital, que sin embargo sigue siendo la ciudad mejor protegida por las fuerzas del régimen.
"El plan (de salida de la crisis del emisario internacional Kofi) Annan todavía existe pero no se aplica. Vamos a hacer lo necesario para que este plan se incluya dentro del capítulo VII" de la Carta de Naciones Unidas, lo que permitiría sanciones económicas y quizás el uso de la fuerza, dijo Sayda.
Rusia y China siguen sin embargo totalmente opuestas a condenar al régimen de Damasco y a recurrir a la fuerza.
Desde que empezó la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, en marzo de 2011, murieron un total de 14.115 personas, en su mayoría civiles, según nuevas cifras difundidas este domingo por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Desde Estambul, Sayda hizo también un llamamiento a la defección de los funcionarios del régimen y de los que ocupan puestos en las instituciones del Estado.
"Llamamos a la defección a todos los funcionarios del régimen y de las instituciones", dijo Sayda en declaraciones en árabe traducidas luego al inglés.
El Consejo Nacional Sirio fue reconocido a finales de marzo como "representante formal" del pueblo sirio por los opositores y en abril el llamado Grupo de Amigos del pueblo sirio, que reúne a varios países, calificó al Consejo de "representante legítimo de todos los sirios".
Sin embargo, los militantes del interior del país consideran que están poco representados en el CNS, que no está coordinado con el Ejército Sirio Libre (ASL), una fuerza de oposición armada constituida principalmente por desertores y que este domingo hizo un llamamiento a la desobediencia civil.
"Llamamos a la población a lanzar una huelga general que lleve a la desobediencia civil. Pedimos a los militares y a los oficiales del ejército regular que no tienen sangre en las manos a unirse rápidamente a los combatientes", dijo en un comunicado el coronel Kasem Saadedin, portavoz del ASL en Siria.
El domingo 60 personas murieron por la violencia. El sábado fueron al menos 111 los que murieron en enfrentamientos violentos en el país, según el OSDH, en uno de los balances diarios de víctimas más importantes desde que entró en vigor hace dos meses la tregua, violada sistemáticamente.
El jefe de la diplomacia británica, William Hague, comparó la situación en Siria a la de Bosnia en los años 1990, y se rehusó a excluir una intervención militar.
"No pienso que podamos excluir algo", dijo a Sky News. Siria "se parece más a Bosnia en los años 1990, estando al borde de una guerra civil intercomunitaria en donde los pueblos vecinos se atacan entre ellos", dijo en referencia a la guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995).
Centenares de rebeldes están refugiados en la región de Hafa, en la provincia de Latakia (noroeste), uno de los bastiones de los partidarios de Asad.
Esta ciudad y sus alrededores, donde desde el 5 de junio murieron unos 60 soldados y 46 civiles y rebeldes, estaban siendo bombardeados el domingo por el ejército por sexto día consecutivo.
Hafa es una zona en su mayoría poblada por sunitas dentro de una provincia de mayoría alauita, la confesión religiosa a la que pertenece la familia de Bashar al Asad.
Por otra parte Israel condenó este domingo la violencia en Siria.
"El gobierno sirio y los que le ayudan, Irán y el Hezbolá (chiita libanés), enseñan su verdadero rostro, el del eje del mal", dijo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un comunicado.
Abdel Baset Sayda, sentado entre otros dos dirigentes del Consejo Nacional Sirio, el sábado 9 de junio en Estambul, antes de iniciar la reunión que le eligió como nuevo líder de la coalición opositora al régimen de Siria.
El nuevo jefe de la oposición siria aseguró el domingo que el régimen de Bashar al Asad está "en las últimas", por lo que llamó a la desobediencia civil y a la defección de los funcionarios, en medio de la espiral de violencia que el fin de semana se cobró 171 vidas.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición al régimen de Asad, decidió elegir como nuevo jefe al kurdo Abdel Baset Sayda, exiliado desde hace años en Suecia, por su reputación de moderado, a pesar de ser un desconocido y de su falta de experiencia política.
"Entramos en una fase delicada. El régimen está en las últimas. Las masacres que se multiplican y los bombardeos muestran que está luchando por sobrevivir", dijo poco antes a la AFP el nuevo líder del CNS, un organismo que reúne a islamistas, liberales, nacionalistas, independientes y militantes en el terreno.
"Según las informaciones que tenemos, el régimen perdió el control de Damasco y de otras ciudades", añadió Sayda sin dar más precisiones. Los combates se han intensificado recientemente en la capital, que sin embargo sigue siendo la ciudad mejor protegida por las fuerzas del régimen.
"El plan (de salida de la crisis del emisario internacional Kofi) Annan todavía existe pero no se aplica. Vamos a hacer lo necesario para que este plan se incluya dentro del capítulo VII" de la Carta de Naciones Unidas, lo que permitiría sanciones económicas y quizás el uso de la fuerza, dijo Sayda.
Rusia y China siguen sin embargo totalmente opuestas a condenar al régimen de Damasco y a recurrir a la fuerza.
Desde que empezó la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, en marzo de 2011, murieron un total de 14.115 personas, en su mayoría civiles, según nuevas cifras difundidas este domingo por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Desde Estambul, Sayda hizo también un llamamiento a la defección de los funcionarios del régimen y de los que ocupan puestos en las instituciones del Estado.
"Llamamos a la defección a todos los funcionarios del régimen y de las instituciones", dijo Sayda en declaraciones en árabe traducidas luego al inglés.
El Consejo Nacional Sirio fue reconocido a finales de marzo como "representante formal" del pueblo sirio por los opositores y en abril el llamado Grupo de Amigos del pueblo sirio, que reúne a varios países, calificó al Consejo de "representante legítimo de todos los sirios".
Sin embargo, los militantes del interior del país consideran que están poco representados en el CNS, que no está coordinado con el Ejército Sirio Libre (ASL), una fuerza de oposición armada constituida principalmente por desertores y que este domingo hizo un llamamiento a la desobediencia civil.
"Llamamos a la población a lanzar una huelga general que lleve a la desobediencia civil. Pedimos a los militares y a los oficiales del ejército regular que no tienen sangre en las manos a unirse rápidamente a los combatientes", dijo en un comunicado el coronel Kasem Saadedin, portavoz del ASL en Siria.
El domingo 60 personas murieron por la violencia. El sábado fueron al menos 111 los que murieron en enfrentamientos violentos en el país, según el OSDH, en uno de los balances diarios de víctimas más importantes desde que entró en vigor hace dos meses la tregua, violada sistemáticamente.
El jefe de la diplomacia británica, William Hague, comparó la situación en Siria a la de Bosnia en los años 1990, y se rehusó a excluir una intervención militar.
"No pienso que podamos excluir algo", dijo a Sky News. Siria "se parece más a Bosnia en los años 1990, estando al borde de una guerra civil intercomunitaria en donde los pueblos vecinos se atacan entre ellos", dijo en referencia a la guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995).
Centenares de rebeldes están refugiados en la región de Hafa, en la provincia de Latakia (noroeste), uno de los bastiones de los partidarios de Asad.
Esta ciudad y sus alrededores, donde desde el 5 de junio murieron unos 60 soldados y 46 civiles y rebeldes, estaban siendo bombardeados el domingo por el ejército por sexto día consecutivo.
Hafa es una zona en su mayoría poblada por sunitas dentro de una provincia de mayoría alauita, la confesión religiosa a la que pertenece la familia de Bashar al Asad.
Por otra parte Israel condenó este domingo la violencia en Siria.
"El gobierno sirio y los que le ayudan, Irán y el Hezbolá (chiita libanés), enseñan su verdadero rostro, el del eje del mal", dijo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un comunicado.
Abdel Baset Sayda, sentado entre otros dos dirigentes del Consejo Nacional Sirio, el sábado 9 de junio en Estambul, antes de iniciar la reunión que le eligió como nuevo líder de la coalición opositora al régimen de Siria.