La hospitalización del príncipe Felipe empaña el Jubileo de Isabel II
Londres, AFP
La hospitalización el lunes del príncipe Felipe por una infección de la vejiga empañó el Jubileo de Diamante de Isabel II, pero el espectáculo continuó con un estelar y multitudinario concierto en presencia de la reina frente al palacio de Buckingham.
El duque de Edimburgo, que cumplirá 91 años el domingo, fue ingresado en Londres en el tercer y penúltimo día de este maratón festivo como "medida de precaución tras sufrir una infección de la vejiga, que está siendo tratada", anunció el palacio de Buckingham en un comunicado.
El príncipe permanecerá hospitalizado "bajo observación, durante varios días", agrega el texto, y se siente "decepcionado" por perderse el resto de los festejos del 60 aniversario de la entronización de su esposa.
El consorte más longevo de la historia de la monarquía británica ya tuvo que ser operado de urgencias de una obstrucción de una coronaria durante las pasadas fiestas navideñas.
El domingo, acompañó a la soberana en la barcaza Real que encabezó la histórica procesión de mil barcos en el Támesis, celebrada bajo una intensa lluvia y temperaturas casi invernales, permaneciendo de pie durante horas.
Este lunes también debía asistir con ella al macroconcierto previsto frente al palacio de Buckingham, que abrió el cantante Robbie Williams con su exitoso "Let Me Entertain You", ante 12.000 espectadores con entrada que agitaban frenéticamente sus banderines con la "Union Jack", y otras decenas de miles congregadas en la avenida del Mall, que lleva a Trafalgar Square.
Elton John, recuperado de una infección pulmonar, Paul McCartney, Stevie Wonder, Kylie Minogue debían sucederse en este concierto presentado como un recorrido musical por las seis décadas de reinado de Isabel II.
La reina, vestida con una capa negra sobre un vestido dorado, se unió a mitad de concierto en el palco al resto de la familia real, representada por Carlos y su esposa Camila, Guillermo y Catalina y Enrique.
Shirley Bassey entonó en su honor el tema de una conocida película de James Bond "Los diamantes son eternos", y cantantes llegados de toda la Commonwealth interpretaron la canción "Sing", coescrita para la ocasión.
El grupo Madness se reunirá para interpretar "Our House" sobre el techo del palacio, donde hace 10 años el guitarrista de Queen Brian May tocó ya un memorable "Dios Salve a la Reina".
Pero la familia real no debía estar para muchas fiestas, tras la hospitalización del Duque, cuya noticia corrió como la espuma entre el público presente. "Es casi tan importante para la monarquía como la reina, lamentó uno de ellos, Nigel Hainsworth. Ha estado a su lado durante 60 años".
Al final de las actuaciones, a las 21H30 GMT, Isabel II prenderá desde el escenario la almenara nacional, en el Mall.
Esta será una de las últimas de las 4.200 que deben encenderse en su honor de Tonga (Polinesia Occidental) a las islas Malvinas (Atlántico Sur), pasando por el hotel de Kenia donde la joven princesa fue informada de la muerte de su padre el 6 de febrero de 1952, a las diez de la noche en cada lugar.
El organizador Bruno Peek, que inicialmente esperaba poder organizar una red de 2.012 almenaras, estimó que el número final refleja "el respeto y el afecto que hay por la reina en todo el mundo".
La soberana abrió por la tarde sus jardines a las 10.000 personas elegidas por sorteo entre 1,5 millones de candidatos, para un picnic preparado por el famoso chef británico Heston Blumenthal y el cocinero real Mark Flanagan.
El clásico menú británico, frío debido al número de comensales, incluyó salmón ahumado escocés, una versión revisitada con especias del "Pollo coronación" creado para la de la reina en 1953, y un 'crumble' de fresas de Sandringham, otra residencia real.
Junto a las viandas, los asistentes encontraron también un impermeable por si la lluvia decidía invitarse a la fiesta como la víspera, cuando más de un millón de personas desafiaron durante horas el agua y el frío para poder vislumbrar a su soberana.
Los festejos culminarán el martes con una misa de acción de gracias en la catedral de San Pablo, un recorrido de la reina en carroza por el centro de Londres y una aparición en el balcón del palacio.
El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fue hospitalizado este lunes en Londres por una infección de la vejiga, anunció el palacio de Buckingham en el tercer día de las celebraciones del Jubileo de Diamante de la soberana.
La hospitalización el lunes del príncipe Felipe por una infección de la vejiga empañó el Jubileo de Diamante de Isabel II, pero el espectáculo continuó con un estelar y multitudinario concierto en presencia de la reina frente al palacio de Buckingham.
El duque de Edimburgo, que cumplirá 91 años el domingo, fue ingresado en Londres en el tercer y penúltimo día de este maratón festivo como "medida de precaución tras sufrir una infección de la vejiga, que está siendo tratada", anunció el palacio de Buckingham en un comunicado.
El príncipe permanecerá hospitalizado "bajo observación, durante varios días", agrega el texto, y se siente "decepcionado" por perderse el resto de los festejos del 60 aniversario de la entronización de su esposa.
El consorte más longevo de la historia de la monarquía británica ya tuvo que ser operado de urgencias de una obstrucción de una coronaria durante las pasadas fiestas navideñas.
El domingo, acompañó a la soberana en la barcaza Real que encabezó la histórica procesión de mil barcos en el Támesis, celebrada bajo una intensa lluvia y temperaturas casi invernales, permaneciendo de pie durante horas.
Este lunes también debía asistir con ella al macroconcierto previsto frente al palacio de Buckingham, que abrió el cantante Robbie Williams con su exitoso "Let Me Entertain You", ante 12.000 espectadores con entrada que agitaban frenéticamente sus banderines con la "Union Jack", y otras decenas de miles congregadas en la avenida del Mall, que lleva a Trafalgar Square.
Elton John, recuperado de una infección pulmonar, Paul McCartney, Stevie Wonder, Kylie Minogue debían sucederse en este concierto presentado como un recorrido musical por las seis décadas de reinado de Isabel II.
La reina, vestida con una capa negra sobre un vestido dorado, se unió a mitad de concierto en el palco al resto de la familia real, representada por Carlos y su esposa Camila, Guillermo y Catalina y Enrique.
Shirley Bassey entonó en su honor el tema de una conocida película de James Bond "Los diamantes son eternos", y cantantes llegados de toda la Commonwealth interpretaron la canción "Sing", coescrita para la ocasión.
El grupo Madness se reunirá para interpretar "Our House" sobre el techo del palacio, donde hace 10 años el guitarrista de Queen Brian May tocó ya un memorable "Dios Salve a la Reina".
Pero la familia real no debía estar para muchas fiestas, tras la hospitalización del Duque, cuya noticia corrió como la espuma entre el público presente. "Es casi tan importante para la monarquía como la reina, lamentó uno de ellos, Nigel Hainsworth. Ha estado a su lado durante 60 años".
Al final de las actuaciones, a las 21H30 GMT, Isabel II prenderá desde el escenario la almenara nacional, en el Mall.
Esta será una de las últimas de las 4.200 que deben encenderse en su honor de Tonga (Polinesia Occidental) a las islas Malvinas (Atlántico Sur), pasando por el hotel de Kenia donde la joven princesa fue informada de la muerte de su padre el 6 de febrero de 1952, a las diez de la noche en cada lugar.
El organizador Bruno Peek, que inicialmente esperaba poder organizar una red de 2.012 almenaras, estimó que el número final refleja "el respeto y el afecto que hay por la reina en todo el mundo".
La soberana abrió por la tarde sus jardines a las 10.000 personas elegidas por sorteo entre 1,5 millones de candidatos, para un picnic preparado por el famoso chef británico Heston Blumenthal y el cocinero real Mark Flanagan.
El clásico menú británico, frío debido al número de comensales, incluyó salmón ahumado escocés, una versión revisitada con especias del "Pollo coronación" creado para la de la reina en 1953, y un 'crumble' de fresas de Sandringham, otra residencia real.
Junto a las viandas, los asistentes encontraron también un impermeable por si la lluvia decidía invitarse a la fiesta como la víspera, cuando más de un millón de personas desafiaron durante horas el agua y el frío para poder vislumbrar a su soberana.
Los festejos culminarán el martes con una misa de acción de gracias en la catedral de San Pablo, un recorrido de la reina en carroza por el centro de Londres y una aparición en el balcón del palacio.
El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fue hospitalizado este lunes en Londres por una infección de la vejiga, anunció el palacio de Buckingham en el tercer día de las celebraciones del Jubileo de Diamante de la soberana.