La campaña electoral mexicana contagia a California
Los Ángeles, BBC Mundo
Por primera vez, Oscar Estévez elegirá al presidente de su país, México. Aun cuando hace 30 años que no vive allí, sino en Estados Unidos.
"Pienso regresarme a México algún día y así como está ahorita no está muy bien. Por eso me decidí a votar", señala el hombre, de 44 años y empleado como jardinero en Los Ángeles.
Con doble ciudadanía, este migrante es uno de los miles de mexicanos residentes en el extranjero que tomarán parte en la contienda electoral del próximo domingo, en la que tres candidatos favoritos aspiran al Palacio Presidencial: Enrique Peña Nieto por la coalición Compromiso por México, que incluye al PRI, Andrés Manuel López Obrador de la coalición Movimiento Progresista, en la que participa el PRD, y Josefina Vázquez Mota por el gobernante Partido de Acción Nacional (PAN).
De madrugada, Estévez viajará a la ciudad fronteriza de Tijuana para sufragar en uno de los módulos instalados para votantes en tránsito. Otros, en cambio, tendrán una participación no presencial mediante el voto por correo, aprobado por ley en 2005.
De los mexicanos habilitados para participar desde 104 países, 77% vive en Estados Unidos, donde el mayor número de solicitudes de inscripción se recibió en el estado de California (18.000), seguido de Texas (unos 8.000).
No obstante, con casi una docena de millones de mexicanos en EE.UU., así los que voten sean miles, siguen siendo pocos.
Ciudad en campaña
Las cifras del voto a distancia
- Según datos oficiales, hasta el día 26 de junio se recibieron 38.835 sobres de votantes del exterior.
- Los sobres voto recibidos provienen de 88 países, sobre un total de 104 registrados.
- En total, el IFE aprobó 59.115 solicitudes de mexicanos para participar desde el exterior.
- La mayor cantidad de registros provino de Estados Unidos (45.478), seguido de Canadá (2.806) y España (2.345).
- Desde Alemania, Francia y el Reino Unido se enviaron entre 1.000 y 1.500 solicitudes por país.
- En la elección de 2006 se recibieron 33.111 votos por correo.
- La fecha límite para la llegada del sobre es el sábado 30 a las 8 de la mañana.
Fuente: IFE
En los últimos meses, el fragor de la campaña se ha trasladado al norte de la frontera.
Los Ángeles fue escenario de una manifestación de miles en favor de López Obrador, cuando el candidato vino de visita hace unas semanas, y escuchó a Josefina Vázquez Mota hablar de su trayectoria política durante una sesión abierta en un museo de arte.
Partidarios del PRI, en tanto, se agruparon en el Comité Migrantes Unidos por México y abrieron su propio centro de reuniones, empapelado de afiches de su candidato, en un centro comercial del sur de la ciudad orientado a la comunidad latina.
“Algunos somos militantes y tenemos credencial de afiliación, otros simplemente creen que (Peña Nieto) es la mejor alternativa pero no son priístas. Lo creamos más que nada para brindar información a votantes potenciales. Es una casa comunitaria, no una oficina de campaña, que se financia con los aportes de empresarios y adherentes”, señaló a BBC Mundo Gladys Pinto, miembro de Comité.
Los apoyos transnacionales a los candidatos se han generado mayormente desde las bases, según afirman los distintos grupos que han empeñado horas y recursos en la campaña.
Quienes adhieren a la candidatura de López Obrador -entre los que destacan entidades de izquierda y organizaciones por los derechos de los migrantes- han facilitado teléfonos de uso gratuito para que cada individuo llame a sus parientes y los incentive a participar.
"Entre todos los comités que se crearon espontáneamente hemos hecho eventos, como ir a la misa oaxaqueña que se hace mensualmente para distribuir información y concientizar. Creo que en la elección anterior sólo se buscaba conquistar el voto migrante y ahora hay un involucramiento más profundo", opina Ana Méndez, representante del capítulo local del Movimiento por la Regeneración Nacional (Morena.org), que es nacida en Estados Unidos y no vota pero participa en la campaña desde hace un año.
En tanto, el Frente Cívico Zacatecano trabajó para que México tenga por primera vez a una mujer en el sillón presidencial: con mesas de promoción en supermercados y un programa radial semanal lograron registrar a más de 500 personas en el sur de California.
"Nunca le decimos a la gente por quién votar, aunque si preguntan les decimos que creemos en Vázquez Mota. También nuestra gente en México nos escucha porque somos los que les mandamos el dinero", le dijo a BBC Mundo el abogado Guadalupe Gómez, del Frente Zacatecano.
Unos y otros organizan caravanas para el domingo, para trasladar a las ciudades mexicanas más cercanas a la frontera a aquellos que no han cumplido con el plazo de registro del Instituto Federal Electoral de México (IFE) para votar por correo, vencido el 15 de marzo.
Trámite complicado
Es la segunda vez que, por ley, se habilita la participación a distancia en una elección presidencial en México. Y los índices de registro siguen siendo bajos: apenas 59 mil han enviado su solicitud, cuando sólo en territorio estadounidense se calculan 11,6 millones de nacionales mexicanos.
Según datos provistos por el consulado en Los Ángeles a BBC Mundo, hasta el día 26 se habían recibido 35.835 "sobres voto" de todo el mundo, 25.000 de ellos procedentes de Estados Unidos.
"Son custodiados por militares desde su llegada al aeropuerto de Ciudad de México y luego serán contabilizados en el Instituto Tecnológico de Monterrey", detalló Mireya Magaña, vocera del consulado mexicano.
Las autoridades presentan la participación como exitosa, por haber superado la marca de 2006 cuando restan cuatro días para la recepción de sobres.
Pero desde el extranjero hay reclamos por un documento indispensable de difícil acceso: el carnet de elector, que sólo puede tramitarse dentro de México o con una dirección comprobable en ese país.
"Hay mucho interés en participar, pero el tema de la credencial juega en contra: es un sistema que se ha hecho prohibitivo para muchos", consideró ante BBC Mundo Arturo Carmona, director ejecutivo de la organización Presente, que busca "dar voz a los latinos".
Por lo pronto, la norma deja fuera a los indocumentados mexicanos que no quieren salir de Estados Unidos para gestionar el carné en su país natal.
"Ponen tantas trabas que hay que buscarse demasiado la vida y no todos pueden… debería poder votarse en los consulados", reclamó Gloria Saucedo, de la organización comunitaria Hermandad Mexicana, quien carece de la credencial obligatoria.
No hay estadísticas que permitan anticipar las preferencias partidarias de los mexicanos de Estados Unidos. Pero las distintas organizaciones que militan en el extranjero han aprendido la lección de 2006, cuando el presidente Felipe Calderón se impuso por un margen de apenas 0,58%: cada voto cuenta, dicen, y se proponen que los mexicanos habilitados emitan el suyo, estén donde estén.
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