Isabel II se da un apretón de manos con Martin McGuinness
Belfast, Reuters
La reina Isabel II del Reino Unido se ha dado un apretón de manos con el antiguo comandante del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y actual viceminstro principal del Gobierno conjunto católico y protestante de Irlanda del Norte, Martin McGuinness. Se trata de la primera reunión de la historia entre un soberano británico y un representante del IRA o de su brazo político, el Sinn Fein.
La reunión entre la reina y McGuinness se ha celebrado en Belfast y se ha producido catorce años después de la firma de los acuerdos de paz del Viernes Santos, en virtud de los cuales el IRA puso fin a su lucha armada contra el dominio británico en Irlanda del Norte, un conflicto que causó a lo largo de treinta años la muerte de alrededor de 3.500 soldados y civiles, incluida la de un primo de la soberana británica.
La reina y McGuinness se han reunido a puerta cerrada en un teatro de un suburbio de clase media de Belfast, debidamente acordonado por cientos de agentes de Policía. Pese a algunas voces opuestas a este gesto de reconciliación, tanto de disidentes del IRA como de víctimas de esta organización, la gran mayoría de los políticos norirlandeses han apoyado el encuentro.
El propio presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, ha reconocido esta semana que este encuentro podría acarrear dificultades entre sus simpatizantes, algunos de los cuales han calificado de "traidor" a McGuinness por reunirse con una reina que es, a la vez, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas británicas.
En un sentido muy diferente, el que fuera secretario de Estado británico para Irlanda del Norte entre 2001 y 2002, John Reid, ha declarado a la BBC que "el de hoy ha sido un gran acontecimiento y, en cierto sentido, el apretón de manos definitivo". "A todos los niveles, se trata de un paso altamente significativo, pero es solo un paso más en un largo proceso", prosiguió. "Pueden pasar generaciones antes de que se llegue a una reconciliación total en Irlanda del Norte y en la isla de Irlanda", agregó.
McGuinness ya había conseguido reconciliarse en el pasado con el furibundo líder unionista y anticatólico Ian Paisley, con quien llegó a compartir el gobierno de Irlanda del Norte.
La reina se ha reunido regularmante con políticos unionistas y con dirigentes protestantes partidarios de que Irlanda del Norte siga bajo soberanía británica, pero nunca lo había hecho con representantes del Sinn Fein, el principal partido nacionalista y católico partidario de la reunificación de Irlanda.
MCGUINNESS
McGuinness sigue siendo un héroe para los republicanos y un demonio para los unionistas. El propio viceministro principal norirlandés ha admitido que vivió en primera línea la guerra abierta contra las fuerzas británicas, incluido el llamado 'Domingo Sangriento' (el 'Bloody Sunday') de 1972, cuando las tropas del Reino Unido dieron muerte a trece manifestantes desarmados, pero ha asegurado que nunca mató a nadie.
Un informe británico ha determinado que McGuinness probablemente estaba armado con un subfusil ametralladora durante el 'Bloody Sunday', pero ha admitido que no hizo nada para provocar la matanza. El propio implicado ha asegurado que abandonó el IRA en 1974, pero muchos estudiosos creen que se mantuvo activo mucho más tiempo.
El conflicto de Irlanda del Norte ha sido siempre un asunto personal para la propia Isabel II, cuyo primo Lord Mountbatten fue asesinado por el IRA en 1979 junto a otras tres personas, incluido el nieto de éste, de 14 años, a causa de una bomba colocada en su barco cuando se encontraba de vacaciones en Irlanda. Más de mil miembros de las fuerzas de seguridad figuran entre los alrededor de 3.500 personas que murieron a lo largo de los 30 años que duraron los "problemas" (término eufemístico para referirse al conflicto norirlandés).
"Yo represento a la gente que ha sufrido terribles años a causa de la violencia del Estado británico durante muchos años", declaró McGuinness en una entrevista en vídeo difundida ayer martes por la página de Internet del periodista irlandés Eamonn Mallie.
"Pero también soy suficientemente adulto para comprender que la reina Isabel también ha perdido a un ser querido y, por supuesto, que hay familiares en Gran Bretaña, madres, padres, hermanas y hermanos, hijos de personas que fueron destinadas aquí como soldados británicos que también perdieron sus vidas", añadió.
EL SINN FEIN
El Sinn Fein, un partido que ha incrementado notablemente su popularidad en la República de Irlanda por su oposición al rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sigue apoyando la celebración de un referéndum de autodeterminación en Irlanda del Norte sobre su continuidad en Reino Unido o su reunificación con el resto de la isla.
Los miembros de este partido siguen negándose a ocupar escaños en el Parlamento británico, pero a corto plazo su objetivo es seguir participando en el gobierno que comparten, en Irlanda del Norte, católicos y protestantes.
En 2011, el Sinn Fein rechazó una invitación para estar presente durante la visita oficial de Isabel II en la capital de Irlanda, Dublín, la primera de una soberana británica desde la independencia de la república irlandesa, en 1921.
La reina Isabel II del Reino Unido se ha dado un apretón de manos con el antiguo comandante del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y actual viceminstro principal del Gobierno conjunto católico y protestante de Irlanda del Norte, Martin McGuinness. Se trata de la primera reunión de la historia entre un soberano británico y un representante del IRA o de su brazo político, el Sinn Fein.
La reunión entre la reina y McGuinness se ha celebrado en Belfast y se ha producido catorce años después de la firma de los acuerdos de paz del Viernes Santos, en virtud de los cuales el IRA puso fin a su lucha armada contra el dominio británico en Irlanda del Norte, un conflicto que causó a lo largo de treinta años la muerte de alrededor de 3.500 soldados y civiles, incluida la de un primo de la soberana británica.
La reina y McGuinness se han reunido a puerta cerrada en un teatro de un suburbio de clase media de Belfast, debidamente acordonado por cientos de agentes de Policía. Pese a algunas voces opuestas a este gesto de reconciliación, tanto de disidentes del IRA como de víctimas de esta organización, la gran mayoría de los políticos norirlandeses han apoyado el encuentro.
El propio presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, ha reconocido esta semana que este encuentro podría acarrear dificultades entre sus simpatizantes, algunos de los cuales han calificado de "traidor" a McGuinness por reunirse con una reina que es, a la vez, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas británicas.
En un sentido muy diferente, el que fuera secretario de Estado británico para Irlanda del Norte entre 2001 y 2002, John Reid, ha declarado a la BBC que "el de hoy ha sido un gran acontecimiento y, en cierto sentido, el apretón de manos definitivo". "A todos los niveles, se trata de un paso altamente significativo, pero es solo un paso más en un largo proceso", prosiguió. "Pueden pasar generaciones antes de que se llegue a una reconciliación total en Irlanda del Norte y en la isla de Irlanda", agregó.
McGuinness ya había conseguido reconciliarse en el pasado con el furibundo líder unionista y anticatólico Ian Paisley, con quien llegó a compartir el gobierno de Irlanda del Norte.
La reina se ha reunido regularmante con políticos unionistas y con dirigentes protestantes partidarios de que Irlanda del Norte siga bajo soberanía británica, pero nunca lo había hecho con representantes del Sinn Fein, el principal partido nacionalista y católico partidario de la reunificación de Irlanda.
MCGUINNESS
McGuinness sigue siendo un héroe para los republicanos y un demonio para los unionistas. El propio viceministro principal norirlandés ha admitido que vivió en primera línea la guerra abierta contra las fuerzas británicas, incluido el llamado 'Domingo Sangriento' (el 'Bloody Sunday') de 1972, cuando las tropas del Reino Unido dieron muerte a trece manifestantes desarmados, pero ha asegurado que nunca mató a nadie.
Un informe británico ha determinado que McGuinness probablemente estaba armado con un subfusil ametralladora durante el 'Bloody Sunday', pero ha admitido que no hizo nada para provocar la matanza. El propio implicado ha asegurado que abandonó el IRA en 1974, pero muchos estudiosos creen que se mantuvo activo mucho más tiempo.
El conflicto de Irlanda del Norte ha sido siempre un asunto personal para la propia Isabel II, cuyo primo Lord Mountbatten fue asesinado por el IRA en 1979 junto a otras tres personas, incluido el nieto de éste, de 14 años, a causa de una bomba colocada en su barco cuando se encontraba de vacaciones en Irlanda. Más de mil miembros de las fuerzas de seguridad figuran entre los alrededor de 3.500 personas que murieron a lo largo de los 30 años que duraron los "problemas" (término eufemístico para referirse al conflicto norirlandés).
"Yo represento a la gente que ha sufrido terribles años a causa de la violencia del Estado británico durante muchos años", declaró McGuinness en una entrevista en vídeo difundida ayer martes por la página de Internet del periodista irlandés Eamonn Mallie.
"Pero también soy suficientemente adulto para comprender que la reina Isabel también ha perdido a un ser querido y, por supuesto, que hay familiares en Gran Bretaña, madres, padres, hermanas y hermanos, hijos de personas que fueron destinadas aquí como soldados británicos que también perdieron sus vidas", añadió.
EL SINN FEIN
El Sinn Fein, un partido que ha incrementado notablemente su popularidad en la República de Irlanda por su oposición al rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sigue apoyando la celebración de un referéndum de autodeterminación en Irlanda del Norte sobre su continuidad en Reino Unido o su reunificación con el resto de la isla.
Los miembros de este partido siguen negándose a ocupar escaños en el Parlamento británico, pero a corto plazo su objetivo es seguir participando en el gobierno que comparten, en Irlanda del Norte, católicos y protestantes.
En 2011, el Sinn Fein rechazó una invitación para estar presente durante la visita oficial de Isabel II en la capital de Irlanda, Dublín, la primera de una soberana británica desde la independencia de la república irlandesa, en 1921.