El presidente Mujica propone legalizar la venta de marihuana para combatir la delincuencia
Montevideo, EP
El presidente de Uruguay, José Mujica, prepara actualmente un proyecto de ley que prevé dejar en manos del Estado la venta de marihuana como parte de una estrategia nacional para frenar la inseguridad y la delincuencia, dos de los mayores problemas que afectan a la sociedad uruguaya.
Fuentes parlamentarias citadas por el diario uruguayo 'El País' han revelado que el Gobierno de Mujica anunciará este miércoles un paquete de 16 medidas para combatir la inseguridad bajo la premisa de "guerra a la pasta base", es decir, a la producción y distribución de cocaína.
Lo que busca Mujica es que el Estado asuma la venta de la marihuana para poder tener un mayor control de su distribución y ofrecer una alternativa a las llamadas "drogas duras", como la cocaína. Según los informantes, en los países donde se han implementado medidas similares ha caído el consumo de drogas y, en consecuencia, ha mermado el poder de los grupos traficantes.
El consumo y la tenencia para uso personal de marihuana no están penalizados en Uruguay, sin embargo, la distribución ilícita de estupefacientes es vista como una de las culpables de la creciente inseguridad que afecta a los ciudadanos, quienes ya ven la delincuencia como uno de los mayores problemas de la sociedad.
De aprobarse el proyecto, el Estado será el encargado de vender la marihuana en establecimientos habilitados para tal fin, donde además llevarán un registro de consumidores. "Esto no es como el cigarrillo. La venta no será libre, estará regulada por el Estado y será prohibida a menores de 18 años", ha explicado la fuente al rotativo.
La calidad de la droga será certificada por los organismos estatales competentes y se establecerá un máximo por consumidor. Aquellos que se excedan deberán someterse a tratamientos especializados. Los precios también serán regulados por el Estado y sus impuestos se destinarán a financiar programas de rehabilitación.
"El mundo va en ese sentido, hay un debate en todo el planeta tendiente a la liberalización como forma de combatir el crimen organizado que está ganando lo que en su momento se llamó 'guerra a las drogas'", ha destacado el informante. "Muchos carteles han demostrado que son más poderosos que los propios estados", ha advertido.
El presidente de Uruguay, José Mujica, prepara actualmente un proyecto de ley que prevé dejar en manos del Estado la venta de marihuana como parte de una estrategia nacional para frenar la inseguridad y la delincuencia, dos de los mayores problemas que afectan a la sociedad uruguaya.
Fuentes parlamentarias citadas por el diario uruguayo 'El País' han revelado que el Gobierno de Mujica anunciará este miércoles un paquete de 16 medidas para combatir la inseguridad bajo la premisa de "guerra a la pasta base", es decir, a la producción y distribución de cocaína.
Lo que busca Mujica es que el Estado asuma la venta de la marihuana para poder tener un mayor control de su distribución y ofrecer una alternativa a las llamadas "drogas duras", como la cocaína. Según los informantes, en los países donde se han implementado medidas similares ha caído el consumo de drogas y, en consecuencia, ha mermado el poder de los grupos traficantes.
El consumo y la tenencia para uso personal de marihuana no están penalizados en Uruguay, sin embargo, la distribución ilícita de estupefacientes es vista como una de las culpables de la creciente inseguridad que afecta a los ciudadanos, quienes ya ven la delincuencia como uno de los mayores problemas de la sociedad.
De aprobarse el proyecto, el Estado será el encargado de vender la marihuana en establecimientos habilitados para tal fin, donde además llevarán un registro de consumidores. "Esto no es como el cigarrillo. La venta no será libre, estará regulada por el Estado y será prohibida a menores de 18 años", ha explicado la fuente al rotativo.
La calidad de la droga será certificada por los organismos estatales competentes y se establecerá un máximo por consumidor. Aquellos que se excedan deberán someterse a tratamientos especializados. Los precios también serán regulados por el Estado y sus impuestos se destinarán a financiar programas de rehabilitación.
"El mundo va en ese sentido, hay un debate en todo el planeta tendiente a la liberalización como forma de combatir el crimen organizado que está ganando lo que en su momento se llamó 'guerra a las drogas'", ha destacado el informante. "Muchos carteles han demostrado que son más poderosos que los propios estados", ha advertido.