Egipto: Fuerte tensión antes de la elección presidencial
El Cairo, AFP
La transición a la democracia en Egipto parece amenazada tras la invalidación judicial de las elecciones legislativas ganadas por los Hermanos Musulmanes, cuyo candidato enfrenta en la presidencial del fin de semana a un alto responsable del régimen depuesto por la rebelión popular.
La decisión de la Corte Constitucional de invalidar el jueves los resultados de los comicios legislativos por un vicio de forma en la ley electoral, fue calificada por los islamistas y por las fuerzas políticas del sector "revolucionario" de verdadero "golpe de Estado" orquestado por el ejército en el poder.
El hecho de que la Asamblea quede fuera de juego podría permitir al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) recuperar el poder legislativo, como fue el caso durante el periodo entre la caída de Mubarak en febrero d 2011 y la primera sesión del nuevo Parlamento un año más tarde.
"El guión de la contrarrevolución está bastante claro a través de una serie de episodios que pasan por las absoluciones en el proceso de Mubarak (el 2 de junio), la decisión de dar a la policía militar y a los servicios secretos militares el poder de detener a los civiles y finalmente la invalidación del Parlamento", declaró un colectivo de partidos de izquierda laicos y liberales.
El diario independiente Al Tahrir calificó en su portada la decisión de la Corte de "golpe de Estado jurídico", mientras que el cotidiano Al Shuruc estimó que la justicia había "entregado todos los poderes al CSFA".
"Lo que se produjo nos hace volver al 24 de enero de 2011, en vísperas de la revolución contra Mubarak", escribió el editorialista del diario.
No obstante, el candidato de los Hermanos Musulmanes a la presidencia, Mohamed Mursi, anunció que respetaba la decisión de la Corte, que también invalidó una ley que privaba a los pilares del antiguo régimen de sus derechos cívicos, permitiendo así a Ahmed Shafiq, el último primer ministro de Mubarak, permanecer como postulante a la presidencia.
"El pueblo egipcio que eligió en la libertad y la transparencia a sus diputados está en condiciones de reelegir a otras personas que protegerán los logros de la revolución que algunos quieren confiscar", declaró el presidente de la Asamblea del pueblo, el islamista Saad Ketatni.
"El pueblo está bien determinado a proteger su revolución contra los corruptos del antiguo régimen", insistió Mursi en una conferencia de prensa el viernes en la tarde.
Shafiq, que llegó en segunda posición en la primera vuelta a fines de mayo después de una campaña centrada en el tema del restablecimiento de la seguridad, multiplicó las promesas de "reconstruir un Estado y una economía modernos", "iniciar grandes proyectos para reducir el desempleo" y "garantizar las libertades individuales y de la prensa".
Los opositores a Shafiq, un general en retiro, lo consideran como el candidato del ejército, lo que él rechaza.
De acuerdo a la ley electoral, los dos candidatos presidenciales de la segunda vuelta del sábado y domingo deben abstenerse de declaraciones a partir del viernes al mediodía.
Para incitar a los casi 50 millones de electores convocados a que vayan a votar, las autoridades decretaron que sábado y domingo serán feriados. Y el ministerio del Interior anunció un plan de seguridad draconiano para evitar eventuales incidentes
La transición a la democracia en Egipto parece amenazada tras la invalidación judicial de las elecciones legislativas ganadas por los Hermanos Musulmanes, cuyo candidato enfrenta en la presidencial del fin de semana a un alto responsable del régimen depuesto por la rebelión popular.
La decisión de la Corte Constitucional de invalidar el jueves los resultados de los comicios legislativos por un vicio de forma en la ley electoral, fue calificada por los islamistas y por las fuerzas políticas del sector "revolucionario" de verdadero "golpe de Estado" orquestado por el ejército en el poder.
El hecho de que la Asamblea quede fuera de juego podría permitir al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) recuperar el poder legislativo, como fue el caso durante el periodo entre la caída de Mubarak en febrero d 2011 y la primera sesión del nuevo Parlamento un año más tarde.
"El guión de la contrarrevolución está bastante claro a través de una serie de episodios que pasan por las absoluciones en el proceso de Mubarak (el 2 de junio), la decisión de dar a la policía militar y a los servicios secretos militares el poder de detener a los civiles y finalmente la invalidación del Parlamento", declaró un colectivo de partidos de izquierda laicos y liberales.
El diario independiente Al Tahrir calificó en su portada la decisión de la Corte de "golpe de Estado jurídico", mientras que el cotidiano Al Shuruc estimó que la justicia había "entregado todos los poderes al CSFA".
"Lo que se produjo nos hace volver al 24 de enero de 2011, en vísperas de la revolución contra Mubarak", escribió el editorialista del diario.
No obstante, el candidato de los Hermanos Musulmanes a la presidencia, Mohamed Mursi, anunció que respetaba la decisión de la Corte, que también invalidó una ley que privaba a los pilares del antiguo régimen de sus derechos cívicos, permitiendo así a Ahmed Shafiq, el último primer ministro de Mubarak, permanecer como postulante a la presidencia.
"El pueblo egipcio que eligió en la libertad y la transparencia a sus diputados está en condiciones de reelegir a otras personas que protegerán los logros de la revolución que algunos quieren confiscar", declaró el presidente de la Asamblea del pueblo, el islamista Saad Ketatni.
"El pueblo está bien determinado a proteger su revolución contra los corruptos del antiguo régimen", insistió Mursi en una conferencia de prensa el viernes en la tarde.
Shafiq, que llegó en segunda posición en la primera vuelta a fines de mayo después de una campaña centrada en el tema del restablecimiento de la seguridad, multiplicó las promesas de "reconstruir un Estado y una economía modernos", "iniciar grandes proyectos para reducir el desempleo" y "garantizar las libertades individuales y de la prensa".
Los opositores a Shafiq, un general en retiro, lo consideran como el candidato del ejército, lo que él rechaza.
De acuerdo a la ley electoral, los dos candidatos presidenciales de la segunda vuelta del sábado y domingo deben abstenerse de declaraciones a partir del viernes al mediodía.
Para incitar a los casi 50 millones de electores convocados a que vayan a votar, las autoridades decretaron que sábado y domingo serán feriados. Y el ministerio del Interior anunció un plan de seguridad draconiano para evitar eventuales incidentes