Detenido en Venezuela Diego Rastrojo, importante narcoparamilitar colombiano
Caracas, AFP
El colombiano Diego Pérez Henao, apodado Diego Rastrojo, uno de los narcotraficantes más buscados de América Latina, fue detenido en la madrugada del domingo en una finca del estado de Barinas, en Venezuela. Tareck el Aissami, ministro del Interior de este país, dijo que es una de las capturas “más significantes de la historia de Venezuela”, puesto que es “un importante jefe narcoparamilitar colombiano y, además, jefe de la banda criminal 'Los Rastrojos'”.
Rastrojo, de 41 años, dirigía desde Venezuela unos mil hombres dedicados al narcotráfico especialmente en el norte y el oriente de Colombia. Según las autoridades ‘Los Rastrojos’, que tienen nexos con las FARC y con el cartel mexicano de Sinaloa, es una de las bandas criminales que aparecieron después de la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), los paramilitares, entre 2003 y 2006. De hecho, Diego Rastrojo, quien para esta época ya era un poderoso narcotraficante, intentó colarse en el proceso de desmovilización, junto con su grupo, en el 2004.
Pero en los últimos años algunos de los más poderosos narcos colombianos que dirigen estas bandas criminales han decidido negociar con la justicia o han terminado extraditados. La entrega más reciente es la de Javier Antonio Calle Serna, alias Comba, quien el pasado 4 de mayo se rindió ante la DEA estadounidense en Aruba (su hermano ya había sido capturado el pasado marzo). Se esperaba entonces que Rastrojo se convirtiera en el primer capo del narcotráfico en Colombia, pero desde hacía tres meses las autoridades ya venían siguiéndole los pasos en el país vecino.
El general Roberto León Riaño, subdirector de la policía de Colombia, aseguró desde Bogotá en conferencia de prensa que Diego Rastrojo vivía desde hacía un año en una finca arrocera del municipio de Rojas, donde se hacía pasar por campesino al lado de otros 10 hombres, que en realidad eran sus escoltas.
“Estaba más gordo y envejecido”, dijo el oficial. La Fuerza Armada Bolivariana llegó a la finca pasadas las cinco de la mañana del domingo y los capturó a todos. Dos días atrás, las autoridades venezolanas habían desmantelado 36 pistas de aterrizaje clandestinas en el estado Apure, cerca de Barinas, que muy probablemente servían a la organización del colombiano.
Con Rastrojo, según el subdirector de la policía colombiana, ya van 36 jefes narcotraficantes capturados en el extranjero (27 de ellos en Venezuela durante los últimos dos años). “Es uno de los más tenebrosos narcotraficantes y homicidas de nuestro país”, agregó el oficial.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, celebró la noticia en su cuenta de Twitter: “por este bandido 'Diego Rastrojo' había recompensa de cinco millones de dólares. Felicitaciones a nuestra Policía y a ONA [Oficina Nacional Antidrogas] de Venezuela. Golpe a las Bacrim [bandas criminales]”.
Ahora, en la lista de los más buscados solo queda uno: el narcotraficante Daniel, El loco, Barrera, de quien se dice estaría siguiendo los mismos pasos de Calle Serna, que se rindió a la DEA.
El colombiano Diego Pérez Henao, apodado Diego Rastrojo, uno de los narcotraficantes más buscados de América Latina, fue detenido en la madrugada del domingo en una finca del estado de Barinas, en Venezuela. Tareck el Aissami, ministro del Interior de este país, dijo que es una de las capturas “más significantes de la historia de Venezuela”, puesto que es “un importante jefe narcoparamilitar colombiano y, además, jefe de la banda criminal 'Los Rastrojos'”.
Rastrojo, de 41 años, dirigía desde Venezuela unos mil hombres dedicados al narcotráfico especialmente en el norte y el oriente de Colombia. Según las autoridades ‘Los Rastrojos’, que tienen nexos con las FARC y con el cartel mexicano de Sinaloa, es una de las bandas criminales que aparecieron después de la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), los paramilitares, entre 2003 y 2006. De hecho, Diego Rastrojo, quien para esta época ya era un poderoso narcotraficante, intentó colarse en el proceso de desmovilización, junto con su grupo, en el 2004.
Pero en los últimos años algunos de los más poderosos narcos colombianos que dirigen estas bandas criminales han decidido negociar con la justicia o han terminado extraditados. La entrega más reciente es la de Javier Antonio Calle Serna, alias Comba, quien el pasado 4 de mayo se rindió ante la DEA estadounidense en Aruba (su hermano ya había sido capturado el pasado marzo). Se esperaba entonces que Rastrojo se convirtiera en el primer capo del narcotráfico en Colombia, pero desde hacía tres meses las autoridades ya venían siguiéndole los pasos en el país vecino.
El general Roberto León Riaño, subdirector de la policía de Colombia, aseguró desde Bogotá en conferencia de prensa que Diego Rastrojo vivía desde hacía un año en una finca arrocera del municipio de Rojas, donde se hacía pasar por campesino al lado de otros 10 hombres, que en realidad eran sus escoltas.
“Estaba más gordo y envejecido”, dijo el oficial. La Fuerza Armada Bolivariana llegó a la finca pasadas las cinco de la mañana del domingo y los capturó a todos. Dos días atrás, las autoridades venezolanas habían desmantelado 36 pistas de aterrizaje clandestinas en el estado Apure, cerca de Barinas, que muy probablemente servían a la organización del colombiano.
Con Rastrojo, según el subdirector de la policía colombiana, ya van 36 jefes narcotraficantes capturados en el extranjero (27 de ellos en Venezuela durante los últimos dos años). “Es uno de los más tenebrosos narcotraficantes y homicidas de nuestro país”, agregó el oficial.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, celebró la noticia en su cuenta de Twitter: “por este bandido 'Diego Rastrojo' había recompensa de cinco millones de dólares. Felicitaciones a nuestra Policía y a ONA [Oficina Nacional Antidrogas] de Venezuela. Golpe a las Bacrim [bandas criminales]”.
Ahora, en la lista de los más buscados solo queda uno: el narcotraficante Daniel, El loco, Barrera, de quien se dice estaría siguiendo los mismos pasos de Calle Serna, que se rindió a la DEA.