Colonos israelíes comienzan a dejar asentamiento no autorizado
Beitel, Reuters
Colonos comenzaron a abandonar el martes una serie de bloques de apartamentos que la Corte Suprema israelí había dictaminado que fueron construidos ilegalmente en territorio palestino, después de alcanzar un acuerdo con el Gobierno.
Una promesa del Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de construir 851 nuevas viviendas para colonos en la ocupada Cisjordania, incluyendo 300 cerca de un enclave no autorizado donde los desalojos estaban ocurriendo, allanó el camino para llegar a un acuerdo la semana pasada.
Dieciséis de las 30 familias en el disputado vecindario Ulpana del asentamiento Beit El tenían previsto dejar sus casas el martes y el resto lo haría para finales de la semana.
La corte había dictaminado que cinco bloques de apartamentos de Ulpana debían ser derribados para el 1 de julio, dejando a Netanyahu, cuya base electoral es pro-asentamiento, en un campo minado político y legal.
Netanyahu había propuesto un plan para evitar la demolición de las viviendas y trasladarlas a otra parte del asentamiento donde no hayan reclamos de propiedad pendientes en la corte.
Horas después de que las evacuaciones comenzaron el martes, el Gobierno pidió a la Corte Suprema más tiempo, solicitando trasladar los edificios vacíos de ese territorio hacia el 15 de noviembre, dijo un portavoz del Ministerio de Justicia.
A Israel le está costando defender la actividad en los asentamientos debido a la opinión mundial. Los palestinos, que buscan establecer un Estado en Cisjordania y la Franja de Gaza, temen que los enclaves construidos en territorio que el Estado judío capturó en una guerra de 1967 les impida su objetivo.
Unos 311.000 colonos israelíes y 2,5 millones de palestinos viven en Cisjordania. Naciones Unidas considera ilegales todos los asentamientos en Cisjordania.
Israel lo disputa y ha autorizado 120 asentamientos, en su mayoría construidos sobre tierras que no tenían un propietario registrado cuando fueron capturadas en 1967.
Los colonos, algunos con camisetas con el eslogan "Vecindario Ulpana, volveremos", lucían apenados mientras hombres sacaban cajas de sus hogares para llevarlas a viviendas temporarias en un campamento militar cercano.
"Estamos felices por el agregado de un nuevo vecindario residencial en Beit El, que es tres veces más grande que este barrio", dijo Baruch Gordon, un colono de Ulpana.
"Por el otro lado, estamos muy, muy entristecidos por lo que vemos como una tremenda injusticia, la decisión de la Corte Suprema", agregó.
Los palestinos han vuelto un congelamiento sobre la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Oriental una condición para reanudar las conversaciones de paz, que se terminaron por este tema en el 2010.
Israel, que cita lazos bíblicos e históricos con esas áreas, dice que el tema de los asentamientos debe ser decidido mediante negociaciones y que los palestinos deberían reanudar las conversaciones sin precondiciones.
Colonos comenzaron a abandonar el martes una serie de bloques de apartamentos que la Corte Suprema israelí había dictaminado que fueron construidos ilegalmente en territorio palestino, después de alcanzar un acuerdo con el Gobierno.
Una promesa del Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de construir 851 nuevas viviendas para colonos en la ocupada Cisjordania, incluyendo 300 cerca de un enclave no autorizado donde los desalojos estaban ocurriendo, allanó el camino para llegar a un acuerdo la semana pasada.
Dieciséis de las 30 familias en el disputado vecindario Ulpana del asentamiento Beit El tenían previsto dejar sus casas el martes y el resto lo haría para finales de la semana.
La corte había dictaminado que cinco bloques de apartamentos de Ulpana debían ser derribados para el 1 de julio, dejando a Netanyahu, cuya base electoral es pro-asentamiento, en un campo minado político y legal.
Netanyahu había propuesto un plan para evitar la demolición de las viviendas y trasladarlas a otra parte del asentamiento donde no hayan reclamos de propiedad pendientes en la corte.
Horas después de que las evacuaciones comenzaron el martes, el Gobierno pidió a la Corte Suprema más tiempo, solicitando trasladar los edificios vacíos de ese territorio hacia el 15 de noviembre, dijo un portavoz del Ministerio de Justicia.
A Israel le está costando defender la actividad en los asentamientos debido a la opinión mundial. Los palestinos, que buscan establecer un Estado en Cisjordania y la Franja de Gaza, temen que los enclaves construidos en territorio que el Estado judío capturó en una guerra de 1967 les impida su objetivo.
Unos 311.000 colonos israelíes y 2,5 millones de palestinos viven en Cisjordania. Naciones Unidas considera ilegales todos los asentamientos en Cisjordania.
Israel lo disputa y ha autorizado 120 asentamientos, en su mayoría construidos sobre tierras que no tenían un propietario registrado cuando fueron capturadas en 1967.
Los colonos, algunos con camisetas con el eslogan "Vecindario Ulpana, volveremos", lucían apenados mientras hombres sacaban cajas de sus hogares para llevarlas a viviendas temporarias en un campamento militar cercano.
"Estamos felices por el agregado de un nuevo vecindario residencial en Beit El, que es tres veces más grande que este barrio", dijo Baruch Gordon, un colono de Ulpana.
"Por el otro lado, estamos muy, muy entristecidos por lo que vemos como una tremenda injusticia, la decisión de la Corte Suprema", agregó.
Los palestinos han vuelto un congelamiento sobre la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Oriental una condición para reanudar las conversaciones de paz, que se terminaron por este tema en el 2010.
Israel, que cita lazos bíblicos e históricos con esas áreas, dice que el tema de los asentamientos debe ser decidido mediante negociaciones y que los palestinos deberían reanudar las conversaciones sin precondiciones.