China llama a un cese inmediato de la violencia en Siria
China, CNN
China condenó este viernes la continua violencia en Siria, mientras en el país se veían aviones de guerra y se escuchaban explosiones y disparos en medio de una nueva ronda de protestas.
En una de las reacciones más fuertes de Beijing en contra de la situación siria, el vocero del Ministerio de Exteriores, Liu Wimin, exhortó a un alto al fuego inmediato, incluidas las masacres que han dejado a cientos de muertos, entre ellos niños y mujeres.
"Condenamos fuertemente la brutalidad reciente contra mujeres y niños", dijo. "Llamamos a un castigo contra el asesino", señaló.
"(China) mantiene una actitud abierta hacia cualquier solución que ayude a calmar la situación en Siria y que posiblemente impulse una solución política", dijo.
Sin embargo no hubo señales de que Beijing cambiara su postura sobre la intervención extranjera en el país del Medio Oriente.
Este jueves, el presidente chino, Hu Jintao, firmó una declaración conjunta con Rusia y cuatro naciones asiáticas centrales en rechazo a una intervención armada o esfuerzos para destituir al régimen de Bachar al Asad.
En tanto, reiteraron su apoyo a los esfuerzos de mediación de Kofi Annan y llamaron a las partes en conflicto a detener la violencia y comprometerse al diálogo.
Annan se reunirá este viernes con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, mientras los líderes mundiales advierten que Siria está cometiendo crímenes contra la humanidad y está a punto de entrar en una guerra civil.
"¿Cuántas veces más tendremos que condenarlos y de cuántas maneras hay que decir que estamos indignados?", cuestionó este jueves el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, después de 10 horas de conversaciones sobre Siria. "El peligro de la guerra civil es inminente y real, con consecuencias catastróficas para Siria y la región".
Los diplomáticos hicieron eco de un sentido de urgencia para poner fin a la escalada de derramamiento de sangre después de los informes de otra masacre que dejó decenas de muertos esta semana.
"Ya es suficiente", dijo el jefe de la Liga Árabe, Nabil el-Araby, y llamó a "todo tipo de presión" sobre Damasco.
La reunión de Kofi Annan con Clinton en Washington ocurre un día después de que él informó a la ONU la necesidad de detener los ataques.
Las matanzas más recientes provocaron la indignación contra al Asad, cuyo régimen es acusado de atacar a civiles para reprimir un levantamiento de 15 meses contra su gobierno.
Una delegación a la cual se le negó la entrada a Siria la semana pasada entrevistó a testigos en los países vecinos que describieron las torturas, amenazas y ataques, según un alto funcionario de la ONU.
"Hay bombardeos selectivos, hay ataques deliberados con municiones contra los manifestantes, hay tortura sistemática entrando a las cárceles", dijo Ivan Simonovic, asistente del secretario general de los derechos humanos de la ONU.
Este viernes, fuerzas del gobierno irrumpieron en mezquitas y barrios de Damasco mientras aviones de guerra sobrevolaban el territorio, de acuerdo con los Comités de Coordinación Local.
Grandes protestas se llevaban a cabo en Damasco, Aleppo, Idlib y Deir Ezzor, mientras las fuerzas del gobierno atacaron a manifestantes con balas y gas lacrimógeno, prendiendo fuego a automóviles y dejando al menos cuatro víctimas, según los Comités.
Uno de los muertos fue un niño que recibió un disparo en la cabeza por parte de un francotirador, señaló el grupo de la oposición.
Activistas opositores también reportaron otros ataques este viernes, incluida una explosión en una estación de policía que dejó cinco agentes y un civil muertos, cuando las fuerzas del régimen abrieron fuego en un retén.
En tanto, la explosión de un autobús dejó dos soldados muertos en un suburbio de Damasco, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La televisión estatal dijo que dos civiles murieron por este ataque.
La Agencia Árabe Siria de Noticias (SANA, por sus siglas en inglés), estatal, reportó un atentado en instalaciones petroleras en Deir Ezzor, así como la muerte de un soldado, dos policías y tres civiles por un coche bomba en Idlib.
SANA también informó sobre la confiscación de "un amplio número de armas modernas y avanzadas" de un vehículo proveniente del Líbano. Según la agencia, el armamento fue fabricado en EU, Francia e Israel.
No estaba claro si estos incidentes ocurrieron este viernes.
CNN no puede confirmar de forma independiente los informes provenientes de Siria, debido a que el gobierno limita el acceso de periodistas internacionales.
Mientras la violencia aumenta, Annan, quien actúa como un mediador en Siria por parte de Naciones Unidas y de la Liga Árabe, calificó la situación como grave.
"Se podría decir que estamos a la deriva, si no estamos ya en una especie de guerra civil", dijo. "Todos los esfuerzos se están realizando para que, si llegara a ser una completa guerra civil, no se extienda a los vecinos".
En abril, Annan negoció un plan de paz en Siria que incluía las convocatorias a ambos lados para detener el fuego y deponer las armas. Sin embargo, las propuestas no se han cumplido, incluida la liberación de personas detenidas arbitrariamente.
A pesar de que algunos detenidos han sido liberados, miles permanecen bajo custodia y el paradero de los demás no está claro, según Naciones Unidas.
Ban señaló que hay evidencia mínima de que el régimen está cumpliendo con su compromiso, en el marco del plan de Annan.
Los asesinatos en las últimas semanas pueden constituir crímenes de lesa humanidad, según la ONU.
"Los enfrentamientos en algunas zonas del país han tomado el carácter de un conflicto interno sujeto al derecho internacional humanitario y el posible enjuiciamiento por crímenes de guerra", dijo Ban.
Los observadores de la ONU en el país no están seguros. Este jueves fueron atacados cuando trataban de llegar a Qubeir, el sitio de la última masacre en masa que dejó 78 muertos, entre ellos mujeres y niños.
Los soldados bloquearon a los observadores y les impidieron dirigirse al pueblo para verificar los informes sobre los asesinatos, dijo la ONU, aunque reconoció que va a hacer más intentos.
Otra matanza en Houla hace dos semanas dejó más de 100 víctimas.
Siria ha reiterado que son terroristas, no el régimen, los responsables del derramamiento de sangre.
Las Naciones Unidas ha dicho que más de 9,000 personas han muerto en Siria desde que las protestas contra el gobierno iniciaron en marzo de 2011. Sin embargo, las cifras de muertes de grupos de la oposición van desde más de 12,000 a más de 14,000. Decenas de miles de personas han sido desplazadas.
Una cumbre planeada para el 20 de junio en Los Cabos, Baja California, México incluirá discusiones sobre cómo proceder, dijo Ban.
China condenó este viernes la continua violencia en Siria, mientras en el país se veían aviones de guerra y se escuchaban explosiones y disparos en medio de una nueva ronda de protestas.
En una de las reacciones más fuertes de Beijing en contra de la situación siria, el vocero del Ministerio de Exteriores, Liu Wimin, exhortó a un alto al fuego inmediato, incluidas las masacres que han dejado a cientos de muertos, entre ellos niños y mujeres.
"Condenamos fuertemente la brutalidad reciente contra mujeres y niños", dijo. "Llamamos a un castigo contra el asesino", señaló.
"(China) mantiene una actitud abierta hacia cualquier solución que ayude a calmar la situación en Siria y que posiblemente impulse una solución política", dijo.
Sin embargo no hubo señales de que Beijing cambiara su postura sobre la intervención extranjera en el país del Medio Oriente.
Este jueves, el presidente chino, Hu Jintao, firmó una declaración conjunta con Rusia y cuatro naciones asiáticas centrales en rechazo a una intervención armada o esfuerzos para destituir al régimen de Bachar al Asad.
En tanto, reiteraron su apoyo a los esfuerzos de mediación de Kofi Annan y llamaron a las partes en conflicto a detener la violencia y comprometerse al diálogo.
Annan se reunirá este viernes con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, mientras los líderes mundiales advierten que Siria está cometiendo crímenes contra la humanidad y está a punto de entrar en una guerra civil.
"¿Cuántas veces más tendremos que condenarlos y de cuántas maneras hay que decir que estamos indignados?", cuestionó este jueves el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, después de 10 horas de conversaciones sobre Siria. "El peligro de la guerra civil es inminente y real, con consecuencias catastróficas para Siria y la región".
Los diplomáticos hicieron eco de un sentido de urgencia para poner fin a la escalada de derramamiento de sangre después de los informes de otra masacre que dejó decenas de muertos esta semana.
"Ya es suficiente", dijo el jefe de la Liga Árabe, Nabil el-Araby, y llamó a "todo tipo de presión" sobre Damasco.
La reunión de Kofi Annan con Clinton en Washington ocurre un día después de que él informó a la ONU la necesidad de detener los ataques.
Las matanzas más recientes provocaron la indignación contra al Asad, cuyo régimen es acusado de atacar a civiles para reprimir un levantamiento de 15 meses contra su gobierno.
Una delegación a la cual se le negó la entrada a Siria la semana pasada entrevistó a testigos en los países vecinos que describieron las torturas, amenazas y ataques, según un alto funcionario de la ONU.
"Hay bombardeos selectivos, hay ataques deliberados con municiones contra los manifestantes, hay tortura sistemática entrando a las cárceles", dijo Ivan Simonovic, asistente del secretario general de los derechos humanos de la ONU.
Este viernes, fuerzas del gobierno irrumpieron en mezquitas y barrios de Damasco mientras aviones de guerra sobrevolaban el territorio, de acuerdo con los Comités de Coordinación Local.
Grandes protestas se llevaban a cabo en Damasco, Aleppo, Idlib y Deir Ezzor, mientras las fuerzas del gobierno atacaron a manifestantes con balas y gas lacrimógeno, prendiendo fuego a automóviles y dejando al menos cuatro víctimas, según los Comités.
Uno de los muertos fue un niño que recibió un disparo en la cabeza por parte de un francotirador, señaló el grupo de la oposición.
Activistas opositores también reportaron otros ataques este viernes, incluida una explosión en una estación de policía que dejó cinco agentes y un civil muertos, cuando las fuerzas del régimen abrieron fuego en un retén.
En tanto, la explosión de un autobús dejó dos soldados muertos en un suburbio de Damasco, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La televisión estatal dijo que dos civiles murieron por este ataque.
La Agencia Árabe Siria de Noticias (SANA, por sus siglas en inglés), estatal, reportó un atentado en instalaciones petroleras en Deir Ezzor, así como la muerte de un soldado, dos policías y tres civiles por un coche bomba en Idlib.
SANA también informó sobre la confiscación de "un amplio número de armas modernas y avanzadas" de un vehículo proveniente del Líbano. Según la agencia, el armamento fue fabricado en EU, Francia e Israel.
No estaba claro si estos incidentes ocurrieron este viernes.
CNN no puede confirmar de forma independiente los informes provenientes de Siria, debido a que el gobierno limita el acceso de periodistas internacionales.
Mientras la violencia aumenta, Annan, quien actúa como un mediador en Siria por parte de Naciones Unidas y de la Liga Árabe, calificó la situación como grave.
"Se podría decir que estamos a la deriva, si no estamos ya en una especie de guerra civil", dijo. "Todos los esfuerzos se están realizando para que, si llegara a ser una completa guerra civil, no se extienda a los vecinos".
En abril, Annan negoció un plan de paz en Siria que incluía las convocatorias a ambos lados para detener el fuego y deponer las armas. Sin embargo, las propuestas no se han cumplido, incluida la liberación de personas detenidas arbitrariamente.
A pesar de que algunos detenidos han sido liberados, miles permanecen bajo custodia y el paradero de los demás no está claro, según Naciones Unidas.
Ban señaló que hay evidencia mínima de que el régimen está cumpliendo con su compromiso, en el marco del plan de Annan.
Los asesinatos en las últimas semanas pueden constituir crímenes de lesa humanidad, según la ONU.
"Los enfrentamientos en algunas zonas del país han tomado el carácter de un conflicto interno sujeto al derecho internacional humanitario y el posible enjuiciamiento por crímenes de guerra", dijo Ban.
Los observadores de la ONU en el país no están seguros. Este jueves fueron atacados cuando trataban de llegar a Qubeir, el sitio de la última masacre en masa que dejó 78 muertos, entre ellos mujeres y niños.
Los soldados bloquearon a los observadores y les impidieron dirigirse al pueblo para verificar los informes sobre los asesinatos, dijo la ONU, aunque reconoció que va a hacer más intentos.
Otra matanza en Houla hace dos semanas dejó más de 100 víctimas.
Siria ha reiterado que son terroristas, no el régimen, los responsables del derramamiento de sangre.
Las Naciones Unidas ha dicho que más de 9,000 personas han muerto en Siria desde que las protestas contra el gobierno iniciaron en marzo de 2011. Sin embargo, las cifras de muertes de grupos de la oposición van desde más de 12,000 a más de 14,000. Decenas de miles de personas han sido desplazadas.
Una cumbre planeada para el 20 de junio en Los Cabos, Baja California, México incluirá discusiones sobre cómo proceder, dijo Ban.