AIEA e Irán inician nueva reunión sobre cuestión nuclear
VIENA, AFP
Se trata de lograr un acuerdo marco que permita clarificar todas las cuestiones a las que apunta un informe de la AIEA muy crítico de noviembre pasado.
Se espera también una reunión crucial los 18 y 19 de junio en Moscú entre el grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania) e Irán.
Las grandes potencias e Israel sospechan que Irán quiere desarrollar el arma nuclear al amparo de su programa civil, algo que Teherán niega formalmente.
En un informe en noviembre, la AIEA divulgó una lista de elementos que indicaban, según la agencia, que el país trabajó para desarrollar la bomba atómica antes de 2003, y posiblemente también después.
La AIEA quiere en particular acceder a la base militar de Parchin, cerca de Teherán, donde sospecha que Irán llevó a cabo pruebas de explosiones convencionales que pueden ser aplicables al ámbito nuclear. Teherán desmiente esas sospechas.
La agencia teme además, basándose en imágenes por satélite, que las autoridades estén procediendo a una 'limpieza' del sitio.
El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad afirmó que su país quería mantener las negociaciones y no buscaba fabricar el arma atómica.
Los responsables iraníes, en particular el guía supremo el ayatolá Ali Jamenei, declararon reiteradas veces en los últimos meses que la construcción, posesión y utilización del arma atómica eran "haram", es decir prohibido por el Islam.
Las conversaciones en Viena las llevan a cabo, del lado de la AIEA, el jefe de los inspectores, el belga Herman Nackaerts, y el director general adjunto, el argentino Rafael Grossi. Del lado iraní participa el embajador iraní ante la AIEA, Alí Asghar Soltanieh.
Tras una alentadora reunión celebrada a mediados de mayo, el director general de la AIEA, Yukiya Amano, realizó un viaje relámpago a Teherán y proclamó, a su regreso el 22 de mayo, que era próxima la conclusión de un acuerdo. Sin embargo, nada ha ocurrido desde entonces.
Amano se mostró mucho mas cauto el 4 de junio: "Esperemos que un acuerdo sea suscripto lo antes posible", declaró al margen del consejo de gobernadores de la AIEA.
Un avance en las conversaciones con la AIEA sería bienvenido antes de la reanudación de las negociaciones en Moscú con el Grupo 5+1.
Tras dos rondas de negociaciones en Estambul en abril, y luego en mayo en Bagdad, las dos partes sólo pudieron constatar sus divergencias, en particular sobre la muy sensible actividad del enriquecimiento de uranio a 20%, que acerca al país al nivel de enriquecimiento necesario para la fabricación de la bomba (90%).
Los occidentales quieren ahora gestos concretos de Irán. En caso de que no haya progresos en las negociaciones, un embargo europeo contra el petróleo iraní podría entrar en vigor el 1 de julio.
El presidente chino Hu Jintao, citado el viernes por la agencia oficial China Nueva, llamó a su homólogo iraní Mahmud Ahmadinejad a ser "flexible" y "pragmático" en estas conversaciones.
China, aliado tradicional de Irán, espera que Irán podrá "(...) reforzar el diálogo y la cooperación con la AIEA para reducir las tensiones por la negociaciones", prosiguió Hu.
Se espera también una reunión crucial los 18 y 19 de junio en Moscú entre el grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania) e Irán.
Las grandes potencias e Israel sospechan que Irán quiere desarrollar el arma nuclear al amparo de su programa civil, algo que Teherán niega formalmente.
En un informe en noviembre, la AIEA divulgó una lista de elementos que indicaban, según la agencia, que el país trabajó para desarrollar la bomba atómica antes de 2003, y posiblemente también después.
La AIEA quiere en particular acceder a la base militar de Parchin, cerca de Teherán, donde sospecha que Irán llevó a cabo pruebas de explosiones convencionales que pueden ser aplicables al ámbito nuclear. Teherán desmiente esas sospechas.
La agencia teme además, basándose en imágenes por satélite, que las autoridades estén procediendo a una 'limpieza' del sitio.
El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad afirmó que su país quería mantener las negociaciones y no buscaba fabricar el arma atómica.
Los responsables iraníes, en particular el guía supremo el ayatolá Ali Jamenei, declararon reiteradas veces en los últimos meses que la construcción, posesión y utilización del arma atómica eran "haram", es decir prohibido por el Islam.
Las conversaciones en Viena las llevan a cabo, del lado de la AIEA, el jefe de los inspectores, el belga Herman Nackaerts, y el director general adjunto, el argentino Rafael Grossi. Del lado iraní participa el embajador iraní ante la AIEA, Alí Asghar Soltanieh.
Tras una alentadora reunión celebrada a mediados de mayo, el director general de la AIEA, Yukiya Amano, realizó un viaje relámpago a Teherán y proclamó, a su regreso el 22 de mayo, que era próxima la conclusión de un acuerdo. Sin embargo, nada ha ocurrido desde entonces.
Amano se mostró mucho mas cauto el 4 de junio: "Esperemos que un acuerdo sea suscripto lo antes posible", declaró al margen del consejo de gobernadores de la AIEA.
Un avance en las conversaciones con la AIEA sería bienvenido antes de la reanudación de las negociaciones en Moscú con el Grupo 5+1.
Tras dos rondas de negociaciones en Estambul en abril, y luego en mayo en Bagdad, las dos partes sólo pudieron constatar sus divergencias, en particular sobre la muy sensible actividad del enriquecimiento de uranio a 20%, que acerca al país al nivel de enriquecimiento necesario para la fabricación de la bomba (90%).
Los occidentales quieren ahora gestos concretos de Irán. En caso de que no haya progresos en las negociaciones, un embargo europeo contra el petróleo iraní podría entrar en vigor el 1 de julio.
El presidente chino Hu Jintao, citado el viernes por la agencia oficial China Nueva, llamó a su homólogo iraní Mahmud Ahmadinejad a ser "flexible" y "pragmático" en estas conversaciones.
China, aliado tradicional de Irán, espera que Irán podrá "(...) reforzar el diálogo y la cooperación con la AIEA para reducir las tensiones por la negociaciones", prosiguió Hu.