Un millón de menores pueden morir de malnutrición este año en la región del Sahel
Nueva York, EP
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que al menos un millón de menores corren peligro de morir de malnutrición durante 2012 en el centro y el oeste de la región africana del Sahel debido a la crisis provocada por la sequía. La organización ha realizado un llamamiento urgente para dedicar más recursos para paliar esta situación.
"Estimamos que en 2012 habrá más de un millón de menores sufriendo malnutrición severa aguda. Es importante saber que la malnutrición puede matar", ha explicado el director de los programas de emergencia de UNICEF, Louis-Georges Arsenault. "Necesitamos más recursos para adecuar realmente nuestra respuesta antes de que sea demasiado tarde y se pierdan muchas vidas", ha añadido.
La agencia de la ONU considera que en estos momentos hay 15 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en el Sahel, la zona que va desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, que incluye a Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y las regiones del norte de Camerún, Nigeria y Senegal.
UNICEF ha pedido 120 millones de dólares (unos 91,2 millones de euros) para ampliar sus operaciones y proporcionar asistencia sanitaria, nutricional, agua y servicios sanitarios, educación y asistencia a menores, pero hasta ahora sólo están garantizados la mitad de estos fondos.
La agencia de la ONU ya ha instalado miles de centros de salud en los países afectados y ha enviado alimentos terapéuticos listos para tomar para el tratamiento de menores con malnutrición aguda severa. También ha enviado a nutricionistas, especialistas en emergencias y personal de apoyo y colabora con gobiernos, ONG y otras agencias de la ONU para paliar la crisis.
Debido a la hambruna, muchas de las familias de la región están vendiendo sus animales, sacando a sus hijos de las escuelas y reduciendo los nutrientes de sus comidas, lo que les hace aún más vulnerables a la crisis, destaca UNICEF.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) considera que la crisis alimentaria se agudizado radicalmente este año a pesar de las medidas adoptadas por los gobiernos y agencias internacionales y menciona como factores que contribuyen a este agravamiento los conflictos y la inseguridad en la zona.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que al menos un millón de menores corren peligro de morir de malnutrición durante 2012 en el centro y el oeste de la región africana del Sahel debido a la crisis provocada por la sequía. La organización ha realizado un llamamiento urgente para dedicar más recursos para paliar esta situación.
"Estimamos que en 2012 habrá más de un millón de menores sufriendo malnutrición severa aguda. Es importante saber que la malnutrición puede matar", ha explicado el director de los programas de emergencia de UNICEF, Louis-Georges Arsenault. "Necesitamos más recursos para adecuar realmente nuestra respuesta antes de que sea demasiado tarde y se pierdan muchas vidas", ha añadido.
La agencia de la ONU considera que en estos momentos hay 15 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en el Sahel, la zona que va desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, que incluye a Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y las regiones del norte de Camerún, Nigeria y Senegal.
UNICEF ha pedido 120 millones de dólares (unos 91,2 millones de euros) para ampliar sus operaciones y proporcionar asistencia sanitaria, nutricional, agua y servicios sanitarios, educación y asistencia a menores, pero hasta ahora sólo están garantizados la mitad de estos fondos.
La agencia de la ONU ya ha instalado miles de centros de salud en los países afectados y ha enviado alimentos terapéuticos listos para tomar para el tratamiento de menores con malnutrición aguda severa. También ha enviado a nutricionistas, especialistas en emergencias y personal de apoyo y colabora con gobiernos, ONG y otras agencias de la ONU para paliar la crisis.
Debido a la hambruna, muchas de las familias de la región están vendiendo sus animales, sacando a sus hijos de las escuelas y reduciendo los nutrientes de sus comidas, lo que les hace aún más vulnerables a la crisis, destaca UNICEF.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) considera que la crisis alimentaria se agudizado radicalmente este año a pesar de las medidas adoptadas por los gobiernos y agencias internacionales y menciona como factores que contribuyen a este agravamiento los conflictos y la inseguridad en la zona.