¿Por qué en el Athletic de Bilbao solo juegan vascos?
El club vasco y el Atlético de Madrid se enfrentarán este miércoles en la final de la Liga Europa, que se celebrará en Bucarest.
Pero, mientras en el equipo madrileño más de la mitad de los futbolistas son internacionales, los bilbaínos compiten con un conjunto fiel a la llamada "política de cantera", según la cual todos los miembros del equipo son "vascos".
Esta "filosofía deportiva" del Athletic de Bilbao es una de las anomalías más comentadas y al mismo tiempo peor comprendidas en el fútbol internacional.
La página web del club dice que "pueden jugar en sus filas los jugadores que se han hecho en la propia cantera y los formados en clubes de Euskal Herria, que engloba a las siguientes demarcaciones territoriales: Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Nafarroa, Lapurdi, Zuberoa y Nafarroa Behera, así como, por supuesto, los jugadores y jugadoras que hayan nacido en alguna de ellas".
(Euskal Herria es País Vasco, Bizkaia es Vizcaya, Gipuzkoa es Guipúzcoa, Araba es Álava y Nafarroa es Navarra, mientras que Lapurdi, Zuberoa y Nafarroa Behera son departamentos vascos franceses. Fíjense en que no se dice que los jugadores deban ser necesariamente vascos de nacimiento, ya que basta que se hayan hecho en la cantera o "formado" en clubes de Euskal Herria).
Una reacción superficial (y en ocasiones motivada políticamente) llega a calificar de racista o por lo menos xenófobo este aspecto de la "filosofía deportiva", una tradición que no está escrita en los estatutos del club.
Y no está escrita porque, presumiblemente, una norma como ésta podría ser desafiada en los tribunales.
Racismo o identidad
Así, sin una regla taxativa, están las cosas desde 1912: en el Athletic juegan los vascos, pero ellos consideran esta ambigua "política de cantera" una reafirmación legítima de su identidad nacional, sin que se discrimine a nadie.
Hasta hace muy poco, la acusación de racismo parecía tener algún fundamento porque entre los profesionales del primer equipo no se encontraba ningún rostro "diferente", pero eso ha cambiado, ya que ahora en las fotos aparece Jonas Ramalho, de padre angoleño y madre vasca.
Ramalho, de 18 años, de quien dicen que tiene talento, debutó en la Liga en noviembre del año pasado, ante el Sevilla, y este fin de semana jugó por primera vez en San Mamés, el campo del Athletic de Bilbao.
Resulta cómico que la aparición de Ramalho, un vasco de nacimiento, criado y radicado en Vizcaya, formado futbolísticamente en Bilbao, llame la atención de quienes insisten en denunciar el presunto racismo del Athletic.
Cabe señalar que el País Vasco español es un territorio muy pequeño, con una población de menos de tres millones. Tiene, además, la proporción de inmigración más baja y reciente de España, por lo cual la uniformidad ha sido la regla hasta hace relativamente poco tiempo.
"Negro de muestra"
La idea (o mito, si ustedes quieren) del racismo en el Athletic está tan arraigada en ciertos sectores que la presencia de un jugador negro en el primer equipo ha sido interpretada por algunos como una prueba de racismo en vez de un signo de la inexistencia de este tipo de discriminación.
Ramalho "es el negro de muestra", dicen, y recuerdan que en dos ocasiones anteriores se frustró la incorporación de jugadores negros, Miguel Jones y Benjamín Zarrandona.
El primero negó que el color de su piel hubiera sido determinante, pero el segundo aseguró que el entonces técnico del club, Luis Fernández, le dijo que el motivo fue justamente ese.
En realidad, esos casos son bastante antiguos y la tendencia actual refleja la evolución de la norma no escrita: ahora no se exige haber nacido en el País Vasco y la diversidad racial ya se advierte en las divisiones inferiores.
Gloria histórica
¿Hace falta ser vasco?
¡Vamos, que bien mirado es posible jugar en el Athletic sin ser vasco! A fin de cuentas, ¿cómo se determina si alguien es o no es vasco?
Algunos teóricos dicen que si hablas vasco, pues eres vasco. Otros, en fin, piensan que eres vasco si vives allí y te has formado como futbolista en un club vasco. No hace falta un pasaporte vasco… que no existe, por supuesto.
Así se simplifican las cosas.
Allí están, por ejemplo, los franceses Yanis Rahmani y Maecki Lubrano (que no provienen de las provincias vascas) y también Binge Diabaté, que es de Mali.
Estos chicos no hubieran tenido cabida en la "filosofía deportiva" del Athletic hace algunos años.
Para entender todo esto, conviene tener en cuenta la importancia histórica del fútbol vasco y en particular del Athletic en el panorama español.
El club rivalizó y hasta superó en poderío al Real Madrid y al Barcelona, y en la etapa inicial del fútbol casi 50% de los jugadores registrados en todo el país eran vascos; valoremos esto en contraste con lo exiguo de la población vasca.
Con el paulatino desarrollo del fútbol en el resto de España, el factor demográfico cobró importancia.
El debilitamiento del Athletic y otros clubes vascos se aceleró con la apertura del mercado español a los extranjeros.
Ingleses sí…
La situación desembocó en algo insólito: mientras el Athletic mantenía su política de "sólo vascos" (con un ajuste gradual, como hemos visto), la Real Sociedad, su rival de San Sebastián, adoptó un compromiso de lo más extraño.
Decidió incorporar jugadores extranjeros… pero no a los del resto de España. Ingleses sí, españoles no.
Y así durante 35 años, hasta 2001, cuando contrató a Sergio Boris, el primer español no vasco en la Real Sociedad.
Mucho se ha comentado el caso del venezolano Fernando Amorebieta, pero en realidad está encuadrado perfectamente en la norma actualizada: nació en Venezuela de padres vascos, pero vive en Vizcaya desde los 2 años de edad.
Y así es internacional venezolano y jugador del Athletic de Bilbao.
¿Qué se protege?
Lo que debe aceptar o rechazar el lector es si este proceso histórico ha sido de protección abusiva de un privilegio, marginando a los extranjeros y personas de otra raza en el mercado laboral convencional, o como dicen los vascos, de justificada protección de un acervo popular, a pesar de su elevado costo.
Conviene tener en cuenta que en el mundo del fútbol son mayoría los que expresan simpatía por lo que consideran una campaña quijotesca del Athletic de Bilbao para preservar la pureza e integridad del fútbol vasco.
Y casi todos suponen que, por ser quijotesca, está condenada al fracaso.
Bueno, los últimos resultados del Athletic de Bilbao parecen desmentir esto.