Los recién nacidos blancos ya no son mayoría en EE UU
Uno de cada cinco menores de 18 años es hispano
Cristina F. Pereda
Washington, El País
Por primera vez en la historia de Estados Unidos, una minoría de los recién nacidos son blancos, según datos del Censo revelados este jueves (PDF, en inglés). El crecimiento de la población hispana, con un alto índice de natalidad, así como de la minoría asiática, confirma una tendencia esperada desde hace varios años.
El 49.6% de todos los nacimientos entre julio de 2010 y el mismo mes de 2011 fueron de niños blancos, mientras que los hijos de parejas hispanas, asiáticas, afroamericanas o de diferentes razas ascendieron a un 50.4%. Los estadounidenses blancos, sin embargo, seguirán siendo el grupo mayoritario de población hasta 2042, según las proyecciones de la Oficina del Censo.
La nueva composición demográfica de EE UU, una nación fundada por inmigrantes y donde la raza de la población algunos de los momentos más importantes de su historia -el último tan recientemente como la llegada a la Casa Blanca por Barack Obama, el primer presidente negro, en 2008- y, tendrá grandes implicaciones para su futuro económico, social y político.
Algunos de esos cambios se perciben en los Estados de Hawai, Nuevo México, Tejas y California, junto con el Distrito de Columbia, donde los blancos ya son menos del 50 de la población; en uno de cada nueve condados norteamericanos, donde el conjunto de minorías hispana, afroamericana y asiática también ha superado a los blancos; y en todo el país, gracias a que uno de cada cinco menores de 18 años sea hispano.
Esta evolución ya se hizo sentir en las últimas elecciones, cuando el 40 por ciento de los nuevos votantes eran hispanos y, en total, dos tercios del electorado hispano apoyó a Obama. El próximo noviembre, según los expertos, el candidato republicano deberá hacerse con cuatro de cada diez votos hispanos si quiere impedir la reelección del presidente.
El crecimiento de la población hispana -uno de cada seis norteamericanos ya es latino- ha desencadenado consecuencias políticas importantes en el sur del país, donde ha contribuido significativamente al aumento de la población en 13 de 16 Estados de la región. En 2010, Arizona aprobó una polémica ley de inmigración que, a pesar de ser bloqueada por el Departamento de Justicia, inspiró varias copias en diferentes Estados como Georgia o Alabama. En Texas, los partidos Demócrata y Republicano pugnan por el reparto de los distritos electorales, ya que su nueva composición puede cambiar el resultado de las próximas elecciones.
Activistas y organizaciones en defensa de los derechos de las minorías, así como numerosos políticos demócratas en contra de estas estrategias, han denunciado que el único objetivo de estas leyes es hacer cada vez más difícil que voten aquellos ciudadanos menos proclives a respaldar a un candidato republicano, es decir, las minorías.
En total, el grupo de población no blanca creció un 1.9% en la última década, alcanzando los 114 millones de habitantes, el 36% de la población del país. Los expertos atribuyen el crecimiento de las minorías, especialmente en el caso de la comunidad hispana, a las oleadas migratorias de las tres últimas décadas y su alto índice de natalidad. La mayoría de los inmigrantes son hispanos, éstos son más jóvenes -su edad media es de 27 años- y suelen tener más hijos que otros sectores de la población.
El censo de 2010 ya concluyó que más de la mitad del crecimiento de la población en la última década se produjo gracias a los nacimientos de niños hispanos, mientras esta minoría creció un 43% en los últimos diez años, pasando de 35 a 50.5 millones de latinos. Según los datos del Gobierno, el 26% de los nacimientos en el último período eran de niños hispanos, frente a un 15% de afroamericanos y un 4% de asiáticos.
La población no hispana, sin embargo, creció a un ritmo todavía inferior durante esta última década, apenas un 5%. Las encuestas que el Censo elabora cada diez años dan la posibilidad de especificar la raza del ciudadano y aquellos que se identificaron como blancos solo aumentaron un 1% entre 2000 y 2010. La población blanca de Estados Unidos -el 78,1% de la población general-, mientras va envejeciendo, da paso a minorías e inmigrantes, mucho más jóvenes.
El Censo proyecta que, en 2050, el país tendrá una población de 438 millones de personas, de las que un 19% habrá nacido en el extranjero, un 47% serán blancos, un 29% hispanos, un 13% negros y un 9% asiáticos. En 2005, con 295 millones de habitantes, el 12% de la población había nacido en otro país, el 67% eran blancos, el 14% hispanos, el 13% afroamericanos y el 5% asiáticos.
Cristina F. Pereda
Washington, El País
Por primera vez en la historia de Estados Unidos, una minoría de los recién nacidos son blancos, según datos del Censo revelados este jueves (PDF, en inglés). El crecimiento de la población hispana, con un alto índice de natalidad, así como de la minoría asiática, confirma una tendencia esperada desde hace varios años.
El 49.6% de todos los nacimientos entre julio de 2010 y el mismo mes de 2011 fueron de niños blancos, mientras que los hijos de parejas hispanas, asiáticas, afroamericanas o de diferentes razas ascendieron a un 50.4%. Los estadounidenses blancos, sin embargo, seguirán siendo el grupo mayoritario de población hasta 2042, según las proyecciones de la Oficina del Censo.
La nueva composición demográfica de EE UU, una nación fundada por inmigrantes y donde la raza de la población algunos de los momentos más importantes de su historia -el último tan recientemente como la llegada a la Casa Blanca por Barack Obama, el primer presidente negro, en 2008- y, tendrá grandes implicaciones para su futuro económico, social y político.
Algunos de esos cambios se perciben en los Estados de Hawai, Nuevo México, Tejas y California, junto con el Distrito de Columbia, donde los blancos ya son menos del 50 de la población; en uno de cada nueve condados norteamericanos, donde el conjunto de minorías hispana, afroamericana y asiática también ha superado a los blancos; y en todo el país, gracias a que uno de cada cinco menores de 18 años sea hispano.
Esta evolución ya se hizo sentir en las últimas elecciones, cuando el 40 por ciento de los nuevos votantes eran hispanos y, en total, dos tercios del electorado hispano apoyó a Obama. El próximo noviembre, según los expertos, el candidato republicano deberá hacerse con cuatro de cada diez votos hispanos si quiere impedir la reelección del presidente.
El crecimiento de la población hispana -uno de cada seis norteamericanos ya es latino- ha desencadenado consecuencias políticas importantes en el sur del país, donde ha contribuido significativamente al aumento de la población en 13 de 16 Estados de la región. En 2010, Arizona aprobó una polémica ley de inmigración que, a pesar de ser bloqueada por el Departamento de Justicia, inspiró varias copias en diferentes Estados como Georgia o Alabama. En Texas, los partidos Demócrata y Republicano pugnan por el reparto de los distritos electorales, ya que su nueva composición puede cambiar el resultado de las próximas elecciones.
Activistas y organizaciones en defensa de los derechos de las minorías, así como numerosos políticos demócratas en contra de estas estrategias, han denunciado que el único objetivo de estas leyes es hacer cada vez más difícil que voten aquellos ciudadanos menos proclives a respaldar a un candidato republicano, es decir, las minorías.
En total, el grupo de población no blanca creció un 1.9% en la última década, alcanzando los 114 millones de habitantes, el 36% de la población del país. Los expertos atribuyen el crecimiento de las minorías, especialmente en el caso de la comunidad hispana, a las oleadas migratorias de las tres últimas décadas y su alto índice de natalidad. La mayoría de los inmigrantes son hispanos, éstos son más jóvenes -su edad media es de 27 años- y suelen tener más hijos que otros sectores de la población.
El censo de 2010 ya concluyó que más de la mitad del crecimiento de la población en la última década se produjo gracias a los nacimientos de niños hispanos, mientras esta minoría creció un 43% en los últimos diez años, pasando de 35 a 50.5 millones de latinos. Según los datos del Gobierno, el 26% de los nacimientos en el último período eran de niños hispanos, frente a un 15% de afroamericanos y un 4% de asiáticos.
La población no hispana, sin embargo, creció a un ritmo todavía inferior durante esta última década, apenas un 5%. Las encuestas que el Censo elabora cada diez años dan la posibilidad de especificar la raza del ciudadano y aquellos que se identificaron como blancos solo aumentaron un 1% entre 2000 y 2010. La población blanca de Estados Unidos -el 78,1% de la población general-, mientras va envejeciendo, da paso a minorías e inmigrantes, mucho más jóvenes.
El Censo proyecta que, en 2050, el país tendrá una población de 438 millones de personas, de las que un 19% habrá nacido en el extranjero, un 47% serán blancos, un 29% hispanos, un 13% negros y un 9% asiáticos. En 2005, con 295 millones de habitantes, el 12% de la población había nacido en otro país, el 67% eran blancos, el 14% hispanos, el 13% afroamericanos y el 5% asiáticos.