“Los bomberos se olvidaron de la guardería”, dice un testigo en Doha
Daya Jaled, explicó que, tras declararse el fuego, los bomberos se centraron en sofocarlo" y solo media hora después se percataron de la guardería y comenzaron las labores de rescate
Ángeles Espinosa
Dubai, EFE
Un testigo del incendio que ayer se cobró la vida de 19 personas, entre ellas 4 niños españoles, en una guardería de un centro comercial en Doha dijo que "los bomberos se olvidaron de que había una guardería y se centraron en apagar el incendio".
El testigo, identificado como Daya Jaled, explicó que, tras declararse el fuego, los servicios de emergencia se concentraron en sofocarlo" y solo media hora después, cuando recibieron el aviso de que había una guardería con 20 niños dentro, comenzaron sus labores de rescate".
"No pudieron rescatarlos a través de los accesos habituales, y tuvieron que entrar por el tejado, pero ya era tarde", señaló. Jaled vio cómo una madre, que había dejado a su hijo en la guardería —perteneciente a la cadena internacional Gympanzee—, regresó al mediodía para recogerlo, y encontró cómo sacaban su cadáver.
"Se puso a llorar repitiendo: 'Justo esta mañana le había estado sacando fotos mientras entraba en la guardería'. Hemos vivido escenas muy dramáticas", explicó.
Una empleada de la guardería, de nacionalidad filipina, se desmayó al descubrir, cuando entraba a trabajar, que los niños salían muertos, agregó Jaled.
Varias de las víctimas perdieron la vida cuando eran trasladadas al hospital, señaló este testigo, que destacó que la guardería estaba pegada a varios restaurantes, por lo que un incendio en cualquiera de ellos podía extenderse con facilidad al jardín de infancia.
Cuatro niños españoles, tres de una misma familia, se encuentran entre los 19 muertos en el incendio. En las primeras horas no estaban claras las causas del fuego, pero las autoridades del emirato anunciaron una investigación y ordenaron el cierre del Villagio Mall hasta que se aclare lo ocurrido. El familiar de una de las víctimas sugirió que habían fallado las medidas antiincendios.
“Cuatro maestras, dos bomberos y 13 niños, 7 niñas y 6 niños, han muerto en el incendio”, según anunció el ministro de Estado de Interior, el jeque Abdalá Bin Naser Bin Jalifa al Thani, en una conferencia de prensa. El responsable, cuyas palabras fueron difundidas de forma casi simultánea a través de la cuenta Twitter del Ministerio en árabe, inglés, urdu e hindi, expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos. Otras 17 personas resultaron heridas durante el rescate, la mayoría miembros de los equipos de socorro, pero también cuatro niños.
Los menores españoles fallecidos son tres hermanos de edades comprendidas entre los 2 y los 7 años, cuyo padre es responsable de la empresa constructora OHL que trabaja en Doha, así como una niña de 7 años originaria de Campo de Criptana (Ciudad Real), cuyos padres se habían desplazado al país árabe por motivos laborales, según ha confirmado el alcalde de la localidad castellano-manchega, Santiago Lucas-Torres.
Durante la madrugada española, el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, informó de que en el incendio habían perecido también unas trillizas neozelandesas de unos tres años de edad identificadas como Lillie, Jackson y Willsher Weekes.
La colonia española en ese emirato petrolero, el país con más alta renta per cápita del mundo, ha crecido sustancialmente desde 2011. Aunque no todo el mundo se registra en el consulado, están inscritos cerca de mil españoles, de los que dos centenares lo han hecho en los últimos seis meses. Entre las compañías con presencia en Doha destaca Inditex, que tiene tiendas de todas su firmas excepto de Stradivarius en el centro comercial Villagio, aunque no tiene ningún empleado español allí, y sus tiendas no resultaron afectadas.
“La noticia del incendio se recibió en la central de emergencias a las 11.03 de la mañana [las 10.03, hora peninsular española] y de inmediato un equipo de defensa civil se dirigió al lugar”, declaró el jeque Abadalá. La mayoría de las víctimas mortales quedaron atrapadas por el fuego en la guardería Gympanzee. “El rescate tuvo que realizarse por un agujero desde el tejado porque no era posible otro acceso”, explicó el ministro.
De acuerdo con un residente en Doha, “la guardería estaba situada en el primer piso del centro comercial, en una zona de acceso difícil”. Fuentes periodísticas en esa ciudad apuntaban a que el fuego parecía haber empezado allí, probablemente por un cortocircuito.
“Al parecer no había ninguna alarma ni aspersores en el centro comercial”, denunció por su parte el familiar de un niño de dos años fallecido en el incendio en declaraciones a Reuters desde el hospital Hamad. Preguntado por este extremo, el jeque Abdalá dijo que “todos los edificios del país cumplen las normas de seguridad sin excepción”. El responsable no quiso especular sobre las causas del fuego, aunque anunció que la Fiscalía había iniciado una investigación y que se iba a formar un comité para revisar la seguridad de los edificios.
Catar, con 1,8 millones de habitantes de los que apenas 300.000 son autóctonos, ha emprendido un gigantesco programa de infraestructuras para acoger, entre otros acontecimientos, el mundial de fútbol de 2022. Doha, la capital y única ciudad del país, da la impresión de un lugar a medio construir donde no pasa mes sin que se inicie un nuevo rascacielos. Además de numerosos hoteles para acoger a los esperados visitantes para ese gran acontecimiento deportivo, también se requieren colegios, centros comerciales y recreativos para atender a la élite de ejecutivos y sus familias, y los ejércitos de obreros, contratados para poner en pie esos macroproyectos.
Ángeles Espinosa
Dubai, EFE
Un testigo del incendio que ayer se cobró la vida de 19 personas, entre ellas 4 niños españoles, en una guardería de un centro comercial en Doha dijo que "los bomberos se olvidaron de que había una guardería y se centraron en apagar el incendio".
El testigo, identificado como Daya Jaled, explicó que, tras declararse el fuego, los servicios de emergencia se concentraron en sofocarlo" y solo media hora después, cuando recibieron el aviso de que había una guardería con 20 niños dentro, comenzaron sus labores de rescate".
"No pudieron rescatarlos a través de los accesos habituales, y tuvieron que entrar por el tejado, pero ya era tarde", señaló. Jaled vio cómo una madre, que había dejado a su hijo en la guardería —perteneciente a la cadena internacional Gympanzee—, regresó al mediodía para recogerlo, y encontró cómo sacaban su cadáver.
"Se puso a llorar repitiendo: 'Justo esta mañana le había estado sacando fotos mientras entraba en la guardería'. Hemos vivido escenas muy dramáticas", explicó.
Una empleada de la guardería, de nacionalidad filipina, se desmayó al descubrir, cuando entraba a trabajar, que los niños salían muertos, agregó Jaled.
Varias de las víctimas perdieron la vida cuando eran trasladadas al hospital, señaló este testigo, que destacó que la guardería estaba pegada a varios restaurantes, por lo que un incendio en cualquiera de ellos podía extenderse con facilidad al jardín de infancia.
Cuatro niños españoles, tres de una misma familia, se encuentran entre los 19 muertos en el incendio. En las primeras horas no estaban claras las causas del fuego, pero las autoridades del emirato anunciaron una investigación y ordenaron el cierre del Villagio Mall hasta que se aclare lo ocurrido. El familiar de una de las víctimas sugirió que habían fallado las medidas antiincendios.
“Cuatro maestras, dos bomberos y 13 niños, 7 niñas y 6 niños, han muerto en el incendio”, según anunció el ministro de Estado de Interior, el jeque Abdalá Bin Naser Bin Jalifa al Thani, en una conferencia de prensa. El responsable, cuyas palabras fueron difundidas de forma casi simultánea a través de la cuenta Twitter del Ministerio en árabe, inglés, urdu e hindi, expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos. Otras 17 personas resultaron heridas durante el rescate, la mayoría miembros de los equipos de socorro, pero también cuatro niños.
Los menores españoles fallecidos son tres hermanos de edades comprendidas entre los 2 y los 7 años, cuyo padre es responsable de la empresa constructora OHL que trabaja en Doha, así como una niña de 7 años originaria de Campo de Criptana (Ciudad Real), cuyos padres se habían desplazado al país árabe por motivos laborales, según ha confirmado el alcalde de la localidad castellano-manchega, Santiago Lucas-Torres.
Durante la madrugada española, el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, informó de que en el incendio habían perecido también unas trillizas neozelandesas de unos tres años de edad identificadas como Lillie, Jackson y Willsher Weekes.
La colonia española en ese emirato petrolero, el país con más alta renta per cápita del mundo, ha crecido sustancialmente desde 2011. Aunque no todo el mundo se registra en el consulado, están inscritos cerca de mil españoles, de los que dos centenares lo han hecho en los últimos seis meses. Entre las compañías con presencia en Doha destaca Inditex, que tiene tiendas de todas su firmas excepto de Stradivarius en el centro comercial Villagio, aunque no tiene ningún empleado español allí, y sus tiendas no resultaron afectadas.
“La noticia del incendio se recibió en la central de emergencias a las 11.03 de la mañana [las 10.03, hora peninsular española] y de inmediato un equipo de defensa civil se dirigió al lugar”, declaró el jeque Abadalá. La mayoría de las víctimas mortales quedaron atrapadas por el fuego en la guardería Gympanzee. “El rescate tuvo que realizarse por un agujero desde el tejado porque no era posible otro acceso”, explicó el ministro.
De acuerdo con un residente en Doha, “la guardería estaba situada en el primer piso del centro comercial, en una zona de acceso difícil”. Fuentes periodísticas en esa ciudad apuntaban a que el fuego parecía haber empezado allí, probablemente por un cortocircuito.
“Al parecer no había ninguna alarma ni aspersores en el centro comercial”, denunció por su parte el familiar de un niño de dos años fallecido en el incendio en declaraciones a Reuters desde el hospital Hamad. Preguntado por este extremo, el jeque Abdalá dijo que “todos los edificios del país cumplen las normas de seguridad sin excepción”. El responsable no quiso especular sobre las causas del fuego, aunque anunció que la Fiscalía había iniciado una investigación y que se iba a formar un comité para revisar la seguridad de los edificios.
Catar, con 1,8 millones de habitantes de los que apenas 300.000 son autóctonos, ha emprendido un gigantesco programa de infraestructuras para acoger, entre otros acontecimientos, el mundial de fútbol de 2022. Doha, la capital y única ciudad del país, da la impresión de un lugar a medio construir donde no pasa mes sin que se inicie un nuevo rascacielos. Además de numerosos hoteles para acoger a los esperados visitantes para ese gran acontecimiento deportivo, también se requieren colegios, centros comerciales y recreativos para atender a la élite de ejecutivos y sus familias, y los ejércitos de obreros, contratados para poner en pie esos macroproyectos.