Lanús pegó de entrada y derrotó a Banfield en el clásico
Buenos Aires, DyN
Lanús demostró una gran superioridad en la primera etapa, con lujos incluidos, y le alcanzó para llevarse en su cancha el clásico ante Banfield por 2 a 1, un resultado que terminó siendo apretado por el letargo del equipo Granate en el segundo tiempo.
El defensor Diego Braghieri, de cabeza, y Mariano Pavone, con una perlita, fueron los autores de los goles de un Lanús que jugó de mayor a menor, pero que le dio una gran alegría a su gente, que copó el estadio y le puso el clima tradicional a este tipo de partidos.
Banfield fue un conjunto muy limitado que renació gracias al parate de Lanús en el segundo tiempo, y consiguió descontar a través de Facundo Ferreyra, y pero al margen de ello, esta nueva derrota lo acerca cada vez más a la zona de Promoción.
Hubo una diferencia abismal entre un equipo y otro, y esta se notó a partir de la circulación de pelota de Lanús.
Los hombres del Granate triangularon permanentemente y desbordaron cuando quisieron a un conjunto de Banfield muy pobre y entregado.
Si ya era notoria la superioridad de Lanús, se acentuó aún más cuando las individualidades del equipo de Gabriel Schurrer comenzaron a desequilibrar. De esta manera se rompió irremediablemente la paridad.
A los 7 minutos Diego Valeri ejecutó de manera magistral un tiro libre, y Diego Braghieri se elevó en el área para meter un cabezazo al lado del palo derecho de un sorprendido Cristian Lucchetti.
Lanús siguió proponiendo el vértigo del juego frente a un equipo dedicado a aguantar y a esperar que lo salve alguna corrida de Andrés Chávez.
Se jugaba el minuto 13, cuando Valeri, de buen primer tiempo, tocó en la puerta del área para Pavone, quien después de controlar el balón se lo picó a un adelantado Lucchetti para estirar la diferencia.
Con Banfield desmoronado, Lanús manejó a su placer el partido y hasta se dio algún momento de relajación.
Sólo Chávez, con su movilidad, intentó algo diferente en el Albiverde, muestra de ello fue el desviado remate que ejecutó a los 31 minutos.
Lanús respondió enseguida a través de una media vuelta de Pavone, que fue desviada de manera estupenda por Lucchetti. Era una clara muestra de que cuando se lo proponía, Lanús llegaba a fondo.
La etapa inicial terminó con Banfield al ataque, pero sin ideas y sólo aproximándose con disparos desde lejos. En el complemento, el partido cambió porque Lanús se tomó un descanso, luego de hacer el desgaste en el capítulo inicial, y permitió que Banfield se adelante uno metros y le llegue con peligro a Agustín Marchesín.
A eso habrá que sumarle la salida de Pavone (ingresó Silvio Romero), porque a partir de ese momento, el minuto 14, Lanús jugó retrasado, apostando al contraataque.
Ante esto Banfield apostó al ataque directo, para lo cual Eduardo Acevedo hizo ingresar a Jorge Achucarro. El paraguayo no lo defraudó, y exigió a la defensa local en base a su potencia física.
Fue así como la visita, cada vez más cerca de Marchesín, llegó al descuento. Corrían 33 minutos, cuando Gustavo Toledo envió un centro, el cual fue conectado por Ferreyra para depositar la pelota en el fondo de la red.
Lanús sintió el golpe y terminó el partido manejando la pelota, para quedarse con el clásico y con la fiesta en las tribunas.
Lanús demostró una gran superioridad en la primera etapa, con lujos incluidos, y le alcanzó para llevarse en su cancha el clásico ante Banfield por 2 a 1, un resultado que terminó siendo apretado por el letargo del equipo Granate en el segundo tiempo.
El defensor Diego Braghieri, de cabeza, y Mariano Pavone, con una perlita, fueron los autores de los goles de un Lanús que jugó de mayor a menor, pero que le dio una gran alegría a su gente, que copó el estadio y le puso el clima tradicional a este tipo de partidos.
Banfield fue un conjunto muy limitado que renació gracias al parate de Lanús en el segundo tiempo, y consiguió descontar a través de Facundo Ferreyra, y pero al margen de ello, esta nueva derrota lo acerca cada vez más a la zona de Promoción.
Hubo una diferencia abismal entre un equipo y otro, y esta se notó a partir de la circulación de pelota de Lanús.
Los hombres del Granate triangularon permanentemente y desbordaron cuando quisieron a un conjunto de Banfield muy pobre y entregado.
Si ya era notoria la superioridad de Lanús, se acentuó aún más cuando las individualidades del equipo de Gabriel Schurrer comenzaron a desequilibrar. De esta manera se rompió irremediablemente la paridad.
A los 7 minutos Diego Valeri ejecutó de manera magistral un tiro libre, y Diego Braghieri se elevó en el área para meter un cabezazo al lado del palo derecho de un sorprendido Cristian Lucchetti.
Lanús siguió proponiendo el vértigo del juego frente a un equipo dedicado a aguantar y a esperar que lo salve alguna corrida de Andrés Chávez.
Se jugaba el minuto 13, cuando Valeri, de buen primer tiempo, tocó en la puerta del área para Pavone, quien después de controlar el balón se lo picó a un adelantado Lucchetti para estirar la diferencia.
Con Banfield desmoronado, Lanús manejó a su placer el partido y hasta se dio algún momento de relajación.
Sólo Chávez, con su movilidad, intentó algo diferente en el Albiverde, muestra de ello fue el desviado remate que ejecutó a los 31 minutos.
Lanús respondió enseguida a través de una media vuelta de Pavone, que fue desviada de manera estupenda por Lucchetti. Era una clara muestra de que cuando se lo proponía, Lanús llegaba a fondo.
La etapa inicial terminó con Banfield al ataque, pero sin ideas y sólo aproximándose con disparos desde lejos. En el complemento, el partido cambió porque Lanús se tomó un descanso, luego de hacer el desgaste en el capítulo inicial, y permitió que Banfield se adelante uno metros y le llegue con peligro a Agustín Marchesín.
A eso habrá que sumarle la salida de Pavone (ingresó Silvio Romero), porque a partir de ese momento, el minuto 14, Lanús jugó retrasado, apostando al contraataque.
Ante esto Banfield apostó al ataque directo, para lo cual Eduardo Acevedo hizo ingresar a Jorge Achucarro. El paraguayo no lo defraudó, y exigió a la defensa local en base a su potencia física.
Fue así como la visita, cada vez más cerca de Marchesín, llegó al descuento. Corrían 33 minutos, cuando Gustavo Toledo envió un centro, el cual fue conectado por Ferreyra para depositar la pelota en el fondo de la red.
Lanús sintió el golpe y terminó el partido manejando la pelota, para quedarse con el clásico y con la fiesta en las tribunas.