La violenta división por la crisis siria causa dos muertos en Beirut
La muerte de dos clérigos detractores del régimen de El Asad destapa la violencia en Líbano
El País y Agencias
Madrid / Beirut
El eco del levantamiento en Siria contra el régimen de Bachar el Asad sigue creciendo en el vecino Líbano. Los choques entre partidarios y detractores del Gobierno sirio causaron anoche la muerte de dos personas en la capital libanesa, Beirut, en una escalada de la violencia sin precedentes desde que comenzó la revuelta siria. El último detonante de los enfrentamientos en el país de los cedros tuvo lugar el domingo con la muerte en un puesto de control militar de dos clérigos, Ahmed Abdul Wahed y Mohammed Merheb.
Los dos tenían vínculos con el Movimiento Futuro, que encabeza el ex primer ministro Saad Hariri, y de marcado tono antisirio. El sustituto de Hariri y actual jefe de Gobierno libanés, Najib Mikati, fue impuesto por Hezbolá, milicia-partido chií con buenas relaciones con los Asad. Los enfrentamientos en Beirut entre hombres armados del Movimiento Futuro y pistoleros prosirios fueron los que dejaron las dos víctimas mortales. Según informa The New York Times, la violencia se desató tras la expulsión de un barrio del sur beirutí del partido Movimiento Árabe, pequeña formación prosiria.
La muerte de los dos clérigos en un control militar cerca de Trípoli, en el norte del país, ha elevado el tono de la crispación en Líbano entre facciones prosirias y antisirias. Los dos religiosos suníes, rama del islam mayoritaria en Siria, fueron abatidos, presumiblemente, tras hacer caso omiso a las advertencias de los militares libaneses y acelerar su vehículo según se aproximaba al checkpoint. Una veintena de soldados están siendo investigados.
Los enfrentamientos en Akkar y Beirut no son, sin embargo, los primeros que sacuden Líbano desde que estalló la revuelta siria en marzo de 2011. Durante la pasada semana, al menos ocho personas murieron en choques entre residentes del barrio tripolitano de Bab al Tabane, poblado por musulmanes suníes y vecinos de Yabal Moshen, donde predominan los alauíes, la secta a la que pertenece el presidente sirio y la cúpula de poder.
Los combates en Trípoli estallaron tras la detención de Shadi Mawlawi, un islamista al que las autoridades acusan de terrorismo y supuesto militante a favor de la revolución siria. Miles de sirios han abandonado en los últimos 14 meses su país y han cruzado la frontera para refugiarse en Líbano.
El País y Agencias
Madrid / Beirut
El eco del levantamiento en Siria contra el régimen de Bachar el Asad sigue creciendo en el vecino Líbano. Los choques entre partidarios y detractores del Gobierno sirio causaron anoche la muerte de dos personas en la capital libanesa, Beirut, en una escalada de la violencia sin precedentes desde que comenzó la revuelta siria. El último detonante de los enfrentamientos en el país de los cedros tuvo lugar el domingo con la muerte en un puesto de control militar de dos clérigos, Ahmed Abdul Wahed y Mohammed Merheb.
Los dos tenían vínculos con el Movimiento Futuro, que encabeza el ex primer ministro Saad Hariri, y de marcado tono antisirio. El sustituto de Hariri y actual jefe de Gobierno libanés, Najib Mikati, fue impuesto por Hezbolá, milicia-partido chií con buenas relaciones con los Asad. Los enfrentamientos en Beirut entre hombres armados del Movimiento Futuro y pistoleros prosirios fueron los que dejaron las dos víctimas mortales. Según informa The New York Times, la violencia se desató tras la expulsión de un barrio del sur beirutí del partido Movimiento Árabe, pequeña formación prosiria.
La muerte de los dos clérigos en un control militar cerca de Trípoli, en el norte del país, ha elevado el tono de la crispación en Líbano entre facciones prosirias y antisirias. Los dos religiosos suníes, rama del islam mayoritaria en Siria, fueron abatidos, presumiblemente, tras hacer caso omiso a las advertencias de los militares libaneses y acelerar su vehículo según se aproximaba al checkpoint. Una veintena de soldados están siendo investigados.
Los enfrentamientos en Akkar y Beirut no son, sin embargo, los primeros que sacuden Líbano desde que estalló la revuelta siria en marzo de 2011. Durante la pasada semana, al menos ocho personas murieron en choques entre residentes del barrio tripolitano de Bab al Tabane, poblado por musulmanes suníes y vecinos de Yabal Moshen, donde predominan los alauíes, la secta a la que pertenece el presidente sirio y la cúpula de poder.
Los combates en Trípoli estallaron tras la detención de Shadi Mawlawi, un islamista al que las autoridades acusan de terrorismo y supuesto militante a favor de la revolución siria. Miles de sirios han abandonado en los últimos 14 meses su país y han cruzado la frontera para refugiarse en Líbano.