La huelga boliviana no frena pese a los acuerdos entre Gobierno y sindicatos
El Ejecutivo llega a pactos preliminares con las entidades de trabajadores
Los paros no se suspenderán hasta que las bases sindicales den luz verde
Mabel Azcui
Cochabamba, El País
El presidente de Bolivia, Evo Morales, y sus ministros de Presidencia, Juan Ramón Quintana, y del Interior, Carlos Romero, han dado por resueltas las huelgas en el área de Salud Pública, de la Universidad boliviana y de la Central Obrera Boliviana (COB), pese a que estos sectores mantienen invariables las protestas hasta que se pronuncien sus respectivas bases.
Quintana y Romero abrieron el diálogo a última hora del domingo con los dirigentes de la COB y las direcciones sindicales de médicos, trabajadores de los servicios públicos de Salud y de la Universidad boliviana –que agrupa al sistema estatal de casas superiores de estudio- y lograron acuerdos preliminares que tienen que ser considerados por las bases de las entidades sindicales antes de que se dé la autorización para la suscripción de los documentos que darían paso a la suspensión de las huelgas y de otras medidas de presión.
Los médicos y trabajadores de salud pública rechazan la “suspensión” del decreto y exigen que sea una abrogación del decreto 1126 para asegurarse de que no se aplicarán las ocho horas de trabajo en lugar de las seis horas que estaban vigentes hasta que el presidente Morales promulgó la medida que se ha derivado en esta rebelión de las batas blancas.
“Por cuestiones legales y para evitar susceptibilidades emitiremos un decreto que suspenda el decreto 1126”, ha anunciado el presidente Morales al llegar a la ciudad de Cochabamba para inspeccionar los preparativos de una reunión de Cancilleres de la OEA.
El gobierno pretende mantener en suspenso este decreto hasta la “cumbre de Salud”, a mediados de julio, para que sea “el pueblo el que decida las ocho horas y, si no quieren debatir, hay tantas formas de decidir para mejorar el tema de salud”, ha declarado Morales a los periodistas locales.
Los universitarios están reunidos en Oruro para hacer una vigilia mientras se reanuda la Conferencia Universitaria que va a asumir decisiones frente a las ofertas oficiales. La COB también prepara una reunión de los representantes de todos los sindicatos afiliados para informar de los acuerdos preliminares en algunos de los puntos del pliego de peticiones de los trabajadores, pero aún no en el aspecto central que es un mejor tratamiento salarial.
“Como Gobierno se respetaran las conquistas sociales con racionalidad”, ha dicho Morales en Cochabamba al recordar que “primero está Bolivia, luego las reivindicaciones sectoriales y regionales” que serán resueltas en función de la capacidad del Tesoro General de la Nación.
Las conversaciones entre la COB y el Gobierno lograron algunos avances. “Hay un cambio de dos artículos del Código Penal para evitar las sanciones a los dirigentes cuando existe una protesta”, ha anunciado el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo, que también ha alcanzado alguna solución para las víctimas de las dictaduras que llevan más de un mes en vigilia pidiendo que se cumplan las disposiciones legales a su favor.
El mayor obstáculo por ahora es que el Gobierno acceda a reconocer los salarios de los médicos y trabajadores huelguistas, que ya fueron suspendidos de pago, y se proceda a devolver los puestos de trabajo a quienes fueron despedidos, especialmente en la ciudad de Cochabamba y La Paz. Asimismo, la actividad de los fiscales encargados de enjuiciar a los huelguistas por omisión de deberes, a aquellos estudiantes bajo cargos de asociación delictuosa y tenencia de explosivos, son temas espinosos en las próximas negociaciones.
Los paros no se suspenderán hasta que las bases sindicales den luz verde
Mabel Azcui
Cochabamba, El País
El presidente de Bolivia, Evo Morales, y sus ministros de Presidencia, Juan Ramón Quintana, y del Interior, Carlos Romero, han dado por resueltas las huelgas en el área de Salud Pública, de la Universidad boliviana y de la Central Obrera Boliviana (COB), pese a que estos sectores mantienen invariables las protestas hasta que se pronuncien sus respectivas bases.
Quintana y Romero abrieron el diálogo a última hora del domingo con los dirigentes de la COB y las direcciones sindicales de médicos, trabajadores de los servicios públicos de Salud y de la Universidad boliviana –que agrupa al sistema estatal de casas superiores de estudio- y lograron acuerdos preliminares que tienen que ser considerados por las bases de las entidades sindicales antes de que se dé la autorización para la suscripción de los documentos que darían paso a la suspensión de las huelgas y de otras medidas de presión.
Los médicos y trabajadores de salud pública rechazan la “suspensión” del decreto y exigen que sea una abrogación del decreto 1126 para asegurarse de que no se aplicarán las ocho horas de trabajo en lugar de las seis horas que estaban vigentes hasta que el presidente Morales promulgó la medida que se ha derivado en esta rebelión de las batas blancas.
“Por cuestiones legales y para evitar susceptibilidades emitiremos un decreto que suspenda el decreto 1126”, ha anunciado el presidente Morales al llegar a la ciudad de Cochabamba para inspeccionar los preparativos de una reunión de Cancilleres de la OEA.
El gobierno pretende mantener en suspenso este decreto hasta la “cumbre de Salud”, a mediados de julio, para que sea “el pueblo el que decida las ocho horas y, si no quieren debatir, hay tantas formas de decidir para mejorar el tema de salud”, ha declarado Morales a los periodistas locales.
Los universitarios están reunidos en Oruro para hacer una vigilia mientras se reanuda la Conferencia Universitaria que va a asumir decisiones frente a las ofertas oficiales. La COB también prepara una reunión de los representantes de todos los sindicatos afiliados para informar de los acuerdos preliminares en algunos de los puntos del pliego de peticiones de los trabajadores, pero aún no en el aspecto central que es un mejor tratamiento salarial.
“Como Gobierno se respetaran las conquistas sociales con racionalidad”, ha dicho Morales en Cochabamba al recordar que “primero está Bolivia, luego las reivindicaciones sectoriales y regionales” que serán resueltas en función de la capacidad del Tesoro General de la Nación.
Las conversaciones entre la COB y el Gobierno lograron algunos avances. “Hay un cambio de dos artículos del Código Penal para evitar las sanciones a los dirigentes cuando existe una protesta”, ha anunciado el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo, que también ha alcanzado alguna solución para las víctimas de las dictaduras que llevan más de un mes en vigilia pidiendo que se cumplan las disposiciones legales a su favor.
El mayor obstáculo por ahora es que el Gobierno acceda a reconocer los salarios de los médicos y trabajadores huelguistas, que ya fueron suspendidos de pago, y se proceda a devolver los puestos de trabajo a quienes fueron despedidos, especialmente en la ciudad de Cochabamba y La Paz. Asimismo, la actividad de los fiscales encargados de enjuiciar a los huelguistas por omisión de deberes, a aquellos estudiantes bajo cargos de asociación delictuosa y tenencia de explosivos, son temas espinosos en las próximas negociaciones.