Hollande o Sarkozy, segunda vuelta de las presidenciales en Francia
París, Afp
Los franceses celebran la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la que compiten el jefe de Estado saliente, el conservador Nicolas Sarkozy, y el socialista François Hollande.
Imagen de Hollande o Sarkozy, segunda vuelta de las presidenciales en Francia
Los franceses eligen entre Hollande y Sarkozy en la segunda vuelta de las elecciones en Francia.
Los franceses están votando este domingo para elegir un presidente para los próximos cinco años, entre el jefe de Estado saliente, el conservador Nicolas Sarkozy, y el socialista François Hollande, en unas elecciones que Europa mira con atención en un momento de crisis financiera.
Las colegios electorales cerrarán a las 20:00 (18h00 GMT). Los primeros resultados se darán a conocer inmediatamente después.
En total, unos 46 millones de electores podrán participar en estos comicios.
Hollande, que el 22 de abril obtuvo 28,63% de los votos (frente a 27,18% para Sarkozy), se presenta como favorito, aunque su ventaja se fue reduciendo en los últimos días.
Al mediodía, la participación era del 30,66%, según el ministerio de Interior. La cifra es inferior a la registrada a la misma hora en la segunda vuelta de las presidenciales de 2007, cuando se llegó al 34%, pero representa un alza con respecto a la primera vuelta, del pasado 22 de abril, cuando alcanzó el 28,29% a mediodía.
El 22 de abril, en la primera ronda de los comicios acudió a votar un 79,47% de los electores.
EL VOTO DE LOS CANDIDATOS
Los dos candidatos depositaron su voto antes de mediodía. Hollande ejerció su derecho en Tulle, en el centro de Francia, sonriente y repartiendo apretones de mano y abrazos.
"Me siento como en un domingo de segunda vuelta", bromeó con los periodistas, admitiendo que había dormido poco y el día iba a ser muy largo.
Sarkozy votó en París, acompañado por su esposa, la exmodelo Carla Bruni. El jefe de Estado fue recibido con aplausos y vítores de "Nicolas presidente" por varios centenares de adeptos
La campaña en Francia, segundo motor de la Eurozona después de Alemania, estuvo marcada por la crisis financiera, que castiga duramente a varios países como España, Grecia, Italia y Portugal y por cuestiones como la inmigración y la seguridad en las fronteras, temas que provocaron recelo en algunos socios del bloque.
EL APOYO A LOS CANDIDATOS
Hollande, de 57 años, exhortó a sus compatriotas a darle una amplia victoria este domingo para que pueda tener "toda la capacidad y los medios para actuar"
El líder socialista ha recibido los apoyos del dirigente centrista François Bayrou (9,13% de votos en la primera vuelta), del candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon (11,10% de los votos) y de la ecologista Eva Joly (2,31%).
Sarkozy, por su parte, no recibió el respaldo de ninguna de las fuerzas políticas que participaron en la primera vuelta y puso sus esperanzas en una fuerte participación.
El jefe de Estado, de 57 años, combativo hasta el último momento, ha visto cómo su popularidad caía en los últimos meses y no ha podido desprenderse de su etiqueta de "presidente de los ricos" en un momento de crisis económica.
Tras la primera vuelta, cuando la formación de ultraderecha Frente Nacional (FN), fue la tercera fuerza política más votada con un 18% de los votos, el presidente saliente intentó un acercamiento con los votantes de la extrema derecha.
Sarkozy invocó el patriotismo o resaltó la necesidad de controlar mejor las fronteras del espacio Schengen para paliar la inmigración clandestina, aunque en la recta final de la campaña, su tono se suavizó.
Ajena a esta campaña de seducción, la dirigente del FN, Marine Le Pen dijo la semana pasada que ella había decidido votar en blanco.
Durante su campaña, Sarkozy también se refirió a menudo a España, que entró de nuevo en recesión, y aseguró que en caso de una victoria socialista en Francia, el destino que espera a su país sería muy similar al de sus vecinos
"Miren a España. ¿Quieren la misma situación?", preguntó en un mitin.
EXPECTATIVAS EN EUROPA
La UE aguarda con enorme interés el resultado de estas elecciones. Sarkozy, junto con la canciller Angela Merkel, han sido los impulsores y defensores de un severo plan de ajuste para el bloque europeo.
Sin embargo, Hollande ha declarado que la austeridad debe ir acompañada del estímulo de la economía y ha mostrado su voluntad de renegociar el pacto fiscal para incluir políticas que estimulen el crecimiento.
En su programa se contempla aplicar más impuestos a los ciudadanos más ricos, hacer hincapié en la creación de empleo para los jóvenes y "unir" a los franceses en un gobierno de "justicia".
De ser elegido, Hollande sería el segundo presidente socialista de la V República (proclamada por De Gaulle en 1958), después de François Mitterrand (1981-1995).
Los franceses celebran la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la que compiten el jefe de Estado saliente, el conservador Nicolas Sarkozy, y el socialista François Hollande.
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Los franceses eligen entre Hollande y Sarkozy en la segunda vuelta de las elecciones en Francia.
Los franceses están votando este domingo para elegir un presidente para los próximos cinco años, entre el jefe de Estado saliente, el conservador Nicolas Sarkozy, y el socialista François Hollande, en unas elecciones que Europa mira con atención en un momento de crisis financiera.
Las colegios electorales cerrarán a las 20:00 (18h00 GMT). Los primeros resultados se darán a conocer inmediatamente después.
En total, unos 46 millones de electores podrán participar en estos comicios.
Hollande, que el 22 de abril obtuvo 28,63% de los votos (frente a 27,18% para Sarkozy), se presenta como favorito, aunque su ventaja se fue reduciendo en los últimos días.
Al mediodía, la participación era del 30,66%, según el ministerio de Interior. La cifra es inferior a la registrada a la misma hora en la segunda vuelta de las presidenciales de 2007, cuando se llegó al 34%, pero representa un alza con respecto a la primera vuelta, del pasado 22 de abril, cuando alcanzó el 28,29% a mediodía.
El 22 de abril, en la primera ronda de los comicios acudió a votar un 79,47% de los electores.
EL VOTO DE LOS CANDIDATOS
Los dos candidatos depositaron su voto antes de mediodía. Hollande ejerció su derecho en Tulle, en el centro de Francia, sonriente y repartiendo apretones de mano y abrazos.
"Me siento como en un domingo de segunda vuelta", bromeó con los periodistas, admitiendo que había dormido poco y el día iba a ser muy largo.
Sarkozy votó en París, acompañado por su esposa, la exmodelo Carla Bruni. El jefe de Estado fue recibido con aplausos y vítores de "Nicolas presidente" por varios centenares de adeptos
La campaña en Francia, segundo motor de la Eurozona después de Alemania, estuvo marcada por la crisis financiera, que castiga duramente a varios países como España, Grecia, Italia y Portugal y por cuestiones como la inmigración y la seguridad en las fronteras, temas que provocaron recelo en algunos socios del bloque.
EL APOYO A LOS CANDIDATOS
Hollande, de 57 años, exhortó a sus compatriotas a darle una amplia victoria este domingo para que pueda tener "toda la capacidad y los medios para actuar"
El líder socialista ha recibido los apoyos del dirigente centrista François Bayrou (9,13% de votos en la primera vuelta), del candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon (11,10% de los votos) y de la ecologista Eva Joly (2,31%).
Sarkozy, por su parte, no recibió el respaldo de ninguna de las fuerzas políticas que participaron en la primera vuelta y puso sus esperanzas en una fuerte participación.
El jefe de Estado, de 57 años, combativo hasta el último momento, ha visto cómo su popularidad caía en los últimos meses y no ha podido desprenderse de su etiqueta de "presidente de los ricos" en un momento de crisis económica.
Tras la primera vuelta, cuando la formación de ultraderecha Frente Nacional (FN), fue la tercera fuerza política más votada con un 18% de los votos, el presidente saliente intentó un acercamiento con los votantes de la extrema derecha.
Sarkozy invocó el patriotismo o resaltó la necesidad de controlar mejor las fronteras del espacio Schengen para paliar la inmigración clandestina, aunque en la recta final de la campaña, su tono se suavizó.
Ajena a esta campaña de seducción, la dirigente del FN, Marine Le Pen dijo la semana pasada que ella había decidido votar en blanco.
Durante su campaña, Sarkozy también se refirió a menudo a España, que entró de nuevo en recesión, y aseguró que en caso de una victoria socialista en Francia, el destino que espera a su país sería muy similar al de sus vecinos
"Miren a España. ¿Quieren la misma situación?", preguntó en un mitin.
EXPECTATIVAS EN EUROPA
La UE aguarda con enorme interés el resultado de estas elecciones. Sarkozy, junto con la canciller Angela Merkel, han sido los impulsores y defensores de un severo plan de ajuste para el bloque europeo.
Sin embargo, Hollande ha declarado que la austeridad debe ir acompañada del estímulo de la economía y ha mostrado su voluntad de renegociar el pacto fiscal para incluir políticas que estimulen el crecimiento.
En su programa se contempla aplicar más impuestos a los ciudadanos más ricos, hacer hincapié en la creación de empleo para los jóvenes y "unir" a los franceses en un gobierno de "justicia".
De ser elegido, Hollande sería el segundo presidente socialista de la V República (proclamada por De Gaulle en 1958), después de François Mitterrand (1981-1995).