Enfermos se resignan a ver clínicas abandonadas en La Paz
La Paz, Abi
Enfermos que intentaron procurarse por todos los medios atención, medicamentos y hasta cirugías, han dejado de frecuentar, incluso, las salas de emergencia de las clínicas públicas de La Paz, cerradas sin solución de continuidad hace ya 41 días, constató la ABI durante un recorrido dominical por la menos una decena de nosocomios públicos.
Los pacientes se han resignado ante la contundencia de carteles en que se lee 'paro médico indefinido' que visten las puertas de ingreso a los principales policlínicos, dependientes de la Caja Nacional de Salud (CNS) y del Ministerio de Salud.
Los nosocomios 'Manco Kapac', 'Maternidad', 'Especialidades de la CNS', en la zona norte de La Paz y la policlínica '9 de abril', en la Avenida 6 de Agosto, en la entrada a la zona sur de la ciudad, continuaron el domingo con el paro indefinido instruido por los colegios de médicos en oposición cerrada a trabajar 8 horas día.
Esto pese al anuncio del presidente Evo Morales de suspender la aplicación del Decreto Supremo 1126 que reponía las 8 horas de trabajo jornal para los médicos y trabajadores en salud.
Periodistas de la ABI evidenciaron el cuadro de desolación en casi todos los nosocomios, cerrados con candados y cadenas.
"Hay que ir a las farmacias, qué podemos hacer, ya no hay que venir", declaró a la ABI Virginia Ramírez, paciente que esperó inútilmente por al menos 20 minutos en insistencia al toque de la puerta de Maternidad, dependiente de la CNS, ubicada en la Avenida República, al norte de la ciudad de La Paz, sobre la ex estación de ferrocarriles.
Dos kilómetros más al sur, la Clínica Manco Kapac, presentaba las mismas credenciales.
En las puertas del nosocomio se habían emplazado, a media mañana, los infaltables ebrios. Uno de ellos dormía la mona. Alguien había desahogado su vejiga cerca del portón.
El Colegio Médico de Bolivia declaró el pasado 10 de abril paro indefinido con movilizaciones en rechazo al Decreto Supremo 1126 que repone la carga horaria laboral de 8 horas jornal para los galenos y trabajadores en salud del sector público.
Médicos clausuraron nosocomios y, en la última semana, bloquearon caminos junto a los estudiantes de medicina.
No obstante, la Policlínica La Paz, en la populosa zona de Garita de Lima, abrió este domingo sus puertas a los enfermos que, en menor proporción, encontraron algo de atención médica, sólo en los servicios de emergencias.
El presidente Morales anunció el viernes la decisión de suspender la vigencia del Decreto Supremo 1126 y convocar a un encuentro nacional que revolucione el sistema público de salud y que, en lo específico, "el pueblo", por vía de sus representantes, defina si debe o no subirse de 6 a 8 horas el tiempo de trabajo en los centros de salud.
Los médicos no han devuelto aún la atención a 70.000 enfermos que, en promedio, demandan a diario, atención en los nosocomios del Estado.
Sus líderes resisten levantar la huelga indefinida hasta que Morales abrogue el decreto 1126, congelado desde el viernes último.
Enfermos que intentaron procurarse por todos los medios atención, medicamentos y hasta cirugías, han dejado de frecuentar, incluso, las salas de emergencia de las clínicas públicas de La Paz, cerradas sin solución de continuidad hace ya 41 días, constató la ABI durante un recorrido dominical por la menos una decena de nosocomios públicos.
Los pacientes se han resignado ante la contundencia de carteles en que se lee 'paro médico indefinido' que visten las puertas de ingreso a los principales policlínicos, dependientes de la Caja Nacional de Salud (CNS) y del Ministerio de Salud.
Los nosocomios 'Manco Kapac', 'Maternidad', 'Especialidades de la CNS', en la zona norte de La Paz y la policlínica '9 de abril', en la Avenida 6 de Agosto, en la entrada a la zona sur de la ciudad, continuaron el domingo con el paro indefinido instruido por los colegios de médicos en oposición cerrada a trabajar 8 horas día.
Esto pese al anuncio del presidente Evo Morales de suspender la aplicación del Decreto Supremo 1126 que reponía las 8 horas de trabajo jornal para los médicos y trabajadores en salud.
Periodistas de la ABI evidenciaron el cuadro de desolación en casi todos los nosocomios, cerrados con candados y cadenas.
"Hay que ir a las farmacias, qué podemos hacer, ya no hay que venir", declaró a la ABI Virginia Ramírez, paciente que esperó inútilmente por al menos 20 minutos en insistencia al toque de la puerta de Maternidad, dependiente de la CNS, ubicada en la Avenida República, al norte de la ciudad de La Paz, sobre la ex estación de ferrocarriles.
Dos kilómetros más al sur, la Clínica Manco Kapac, presentaba las mismas credenciales.
En las puertas del nosocomio se habían emplazado, a media mañana, los infaltables ebrios. Uno de ellos dormía la mona. Alguien había desahogado su vejiga cerca del portón.
El Colegio Médico de Bolivia declaró el pasado 10 de abril paro indefinido con movilizaciones en rechazo al Decreto Supremo 1126 que repone la carga horaria laboral de 8 horas jornal para los galenos y trabajadores en salud del sector público.
Médicos clausuraron nosocomios y, en la última semana, bloquearon caminos junto a los estudiantes de medicina.
No obstante, la Policlínica La Paz, en la populosa zona de Garita de Lima, abrió este domingo sus puertas a los enfermos que, en menor proporción, encontraron algo de atención médica, sólo en los servicios de emergencias.
El presidente Morales anunció el viernes la decisión de suspender la vigencia del Decreto Supremo 1126 y convocar a un encuentro nacional que revolucione el sistema público de salud y que, en lo específico, "el pueblo", por vía de sus representantes, defina si debe o no subirse de 6 a 8 horas el tiempo de trabajo en los centros de salud.
Los médicos no han devuelto aún la atención a 70.000 enfermos que, en promedio, demandan a diario, atención en los nosocomios del Estado.
Sus líderes resisten levantar la huelga indefinida hasta que Morales abrogue el decreto 1126, congelado desde el viernes último.