El Vaticano considera "positivo" la apertura de la tumba del mafioso De Pedis
Ciudad del Vaticano, EFE
El Vaticano considera un "hecho positivo" la apertura de la tumba del mafioso Enrico De Pedis, jefe de la banda de la Magliana enterrado en una iglesia de Roma, ordenada por la Fiscalía romana, que investiga la desaparición en 1983 de Emanuela Orlandi, hija de un empleado vaticano.
"La inspección realizada en la tumba de Enrico De Pedis en la basílica de San Apolinar, de Roma, por iniciativa de la magistratura es, por supuesto, un hecho positivo", afirmó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, en un comunicado.
Lombardi abogó para que se den "todos los pasos posibles" para concluir las investigaciones.
El jesuita garantizó a la magistratura romana la "plena colaboración de las autoridades eclesiásticas" para esclarecer el caso.
Respecto al traslado de los restos de De Pedis a otro lugar, "como se desea", Lombardi agregó que se procederá de acuerdo con los familiares y según sus deseos.
El cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, recibió "con gusto", según Radio Vaticano, la decisión de trasladar el cadáver del mafioso a un cementerio italiano, una medida -precisó- que servirá "para ayudar a superar todos los problemas y sospechas".
Y es que el enterramiento de De Pedis en una iglesia romana desató una oleada de críticas al Vaticano y al Vicariato de Roma, acusados de favorecer a un mafioso y un personaje al que su examante acusa de ser el secuestrador de Emanuela Orlandi.
Orlandi, de 15 años, hija de un empleado del Vaticano, desapareció el 22 de junio de 1983 cuando se dirigía a la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma.
La desaparición fue relacionada -sin nunca probarlo- con el atentado contra Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista turco Ali Agca, y detrás de la misma según los investigadores se encuentra la banda mafiosa de la Magliana, de Roma.
El supuesto secuestro se lo atribuyó el "Frente de Liberación Turco", que pidió la liberación de Agca, quien en varias ocasiones ha asegurado que la joven estaba viva y que vivía en Europa.
En 2005 una mujer anónima, a la que la prensa identificó como la examante de De Pedis, Sabrina Minardi, dijo en un programa televisivo que fue el mafioso quien secuestró a Orlandi y que si se quería solucionar el caso bastaba con abrir la tumba y ver quién estaba enterrado.
En 2009 Minardi confesó a la Fiscalía de Roma que ella fue la encargada de introducir a la joven en su automóvil y llevarla hasta el lugar donde le dijo su amante. Sobre el paradero final dijo que lo desconocía.
El mafioso De Pedis, también conocido como Renatino, fue asesinado en la romana plaza Campo dei Fiori en un ajuste de cuentas el 2 de febrero de 1990.
Fue enterrado en el cementerio "Verano" de Roma, pero después la viuda del mafioso, que al parecer fue un generoso benefactor de la Iglesia, logró que fuese trasladado a San Apolinar, iglesia que dirige actualmente el Opus Dei.
Hoy, la tumba, construida en la cripta de la iglesia, fue abierta por orden de la Fiscalía de Roma.
En la cripta los investigadores hallaron el féretro de De Pedis y una caja con otros restos humanos, que no se descarta que puedan ser del siglo XVII, ya que en el lugar hay un osario.
El Vaticano considera un "hecho positivo" la apertura de la tumba del mafioso Enrico De Pedis, jefe de la banda de la Magliana enterrado en una iglesia de Roma, ordenada por la Fiscalía romana, que investiga la desaparición en 1983 de Emanuela Orlandi, hija de un empleado vaticano.
"La inspección realizada en la tumba de Enrico De Pedis en la basílica de San Apolinar, de Roma, por iniciativa de la magistratura es, por supuesto, un hecho positivo", afirmó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, en un comunicado.
Lombardi abogó para que se den "todos los pasos posibles" para concluir las investigaciones.
El jesuita garantizó a la magistratura romana la "plena colaboración de las autoridades eclesiásticas" para esclarecer el caso.
Respecto al traslado de los restos de De Pedis a otro lugar, "como se desea", Lombardi agregó que se procederá de acuerdo con los familiares y según sus deseos.
El cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, recibió "con gusto", según Radio Vaticano, la decisión de trasladar el cadáver del mafioso a un cementerio italiano, una medida -precisó- que servirá "para ayudar a superar todos los problemas y sospechas".
Y es que el enterramiento de De Pedis en una iglesia romana desató una oleada de críticas al Vaticano y al Vicariato de Roma, acusados de favorecer a un mafioso y un personaje al que su examante acusa de ser el secuestrador de Emanuela Orlandi.
Orlandi, de 15 años, hija de un empleado del Vaticano, desapareció el 22 de junio de 1983 cuando se dirigía a la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma.
La desaparición fue relacionada -sin nunca probarlo- con el atentado contra Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista turco Ali Agca, y detrás de la misma según los investigadores se encuentra la banda mafiosa de la Magliana, de Roma.
El supuesto secuestro se lo atribuyó el "Frente de Liberación Turco", que pidió la liberación de Agca, quien en varias ocasiones ha asegurado que la joven estaba viva y que vivía en Europa.
En 2005 una mujer anónima, a la que la prensa identificó como la examante de De Pedis, Sabrina Minardi, dijo en un programa televisivo que fue el mafioso quien secuestró a Orlandi y que si se quería solucionar el caso bastaba con abrir la tumba y ver quién estaba enterrado.
En 2009 Minardi confesó a la Fiscalía de Roma que ella fue la encargada de introducir a la joven en su automóvil y llevarla hasta el lugar donde le dijo su amante. Sobre el paradero final dijo que lo desconocía.
El mafioso De Pedis, también conocido como Renatino, fue asesinado en la romana plaza Campo dei Fiori en un ajuste de cuentas el 2 de febrero de 1990.
Fue enterrado en el cementerio "Verano" de Roma, pero después la viuda del mafioso, que al parecer fue un generoso benefactor de la Iglesia, logró que fuese trasladado a San Apolinar, iglesia que dirige actualmente el Opus Dei.
Hoy, la tumba, construida en la cripta de la iglesia, fue abierta por orden de la Fiscalía de Roma.
En la cripta los investigadores hallaron el féretro de De Pedis y una caja con otros restos humanos, que no se descarta que puedan ser del siglo XVII, ya que en el lugar hay un osario.