El presidente griego propone un Gobierno de notables
-Socialistas y conservadores se muestran favorables a la propuesta de Karolos Papulias
-Nueva reunión de los líderes de todas las formaciones, salvo la neonazi Aurora Dorada
María Antonia Sánchez-Vallejo
Madrid, El País
Karolos Papulias, el veterano político socialista que ostenta la presidencia del país desde 2005, respondió este lunes con una amplia sonrisa a la pregunta de los periodistas de si era optimista. Fue el único gesto relajado en la enésima reunión crucial para el futuro de Grecia, a la que los tres líderes políticos convocados (el conservador Andonis Samarás, el socialista Evánguelos Venizelos y Fotis Kuvelis, de Izquierda Democrática) acudieron con la correspondiente cara de circunstancias (Venizelos y Kuvelis, sin carpetas; Samarás, con apuntes en una nota manuscrita que colocó sobre la mesa), conscientes de que cualquier desacuerdo más supondría otro salto mortal en el vacío. La partida terminó con un doble anuncio que permitía ganar tiempo en medio de las insostenibles presiones europeas: la propuesta de Papulias de un Gobierno de “personalidades ajenas a la política, apoyado por el Parlamento”, y la reanudación a mediodía de este martes del diálogo con todas las fuerzas políticas, salvo los neonazis.
La oferta de Gobierno de Papulias —las fuentes varían en la condición de los notables: si más o menos tecnócratas, o académicos de prestigio— fue secundada por los líderes conservador, Andonis Samarás, y socialista, Evánguelos Venizelos. Fotis Kuvelis, líder del pequeño partido Izquierda Democrática (19 diputados), disintió de sus pares, pero se mostró dispuesto a debatirla. Con todo, puede que el resultado más interesante de la reunión sea la celebración de una mesa de diálogo conjunta de todas las fuerzas que el día 6 lograron representación parlamentaria, salvo el neonazi Aurora Dorada. La iniciativa no solo consagra el cordón sanitario en torno a los ultras, también reconoce la petición que Alexis Tsipras, líder de la izquierdista Syriza, había hecho el domingo: un diálogo de todos con el jefe del Estado. Tsipras no acudió ayer a ver al presidente, pero con sus 52 diputados, a solo seis del partido más votado (Nueva Democracia, centro-derecha), no puede ser obviado en la solución final. Fuentes de Syriza confirmaron anoche que hoy sí se sentará a la mesa, aunque rechaza cualquier Gobierno tecnocrático.
El recurso a la tecnocracia tampoco suscitó mucho entusiasmo entre sus colegas. “Estamos dispuestos a apoyar un Gobierno así, aunque en principio no estamos a favor de gobiernos de tecnócratas”, declaró el socialista Venizelos —ministro de Economía y vicepresidente del Ejecutivo en funciones bajo la presidencia de un tecnócrata, Lukas Papademos— a la salida de la residencia presidencial. “Un Gobierno así significa la derrota de la política”, apuntó el izquierdista Kuvelis. “Creo que es mejor un Gobierno formado por políticos, pero en casos de urgencia como el que vivimos, incluso uno de tecnócratas podría ser aceptable”, terció por su parte el conservador Samáras.
Resultará en teoría muy difícil conciliar a fuerzas tan dispares como, por ejemplo, el proeuropeo y moderado Dimar y Griegos Independientes (Anel, extrema derecha nacionalista), pero puede que la cita no sea más que un fait accompli: que Karolos Papulias simplemente informe a los líderes de los cinco partidos —el comunista KKE ha declinado esta noche la invitación del jefe del Estado— de su propuesta de un Ejecutivo de amplia base con nombres no contaminados por la política. Tecnócratas como por ejemplo Papademos, que suena con insistencia en los corrillos —aunque ha manifestado en repetidas ocasiones su deseo de volver a la vida académica—, o incluso líderes políticos retirados como el conservador Kostas Karamanlís, como apuntaba hace días a este diario el portavoz del Gobierno en funciones, Pantelis Kapsis.
Las presiones que los socios europeos ejercen desde hace días sobre Grecia dieron ayer un paso más, según denunció Alexis Tsipras. “He solicitado una reunión con [François] Hollande [nuevo presidente francés] para intercambiar impresiones, aunque hubo una reacción por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán”, dijo el líder de Syriza, sin dar más detalles. Mientras, en un inédito gesto de transparencia, la jefatura del Estado colgaba en su página web la transcripción íntegra de las conversaciones que Papulias mantuvo el domingo por separado con los líderes conservador, socialista y de Izquierda Democrática.
-Nueva reunión de los líderes de todas las formaciones, salvo la neonazi Aurora Dorada
María Antonia Sánchez-Vallejo
Madrid, El País
Karolos Papulias, el veterano político socialista que ostenta la presidencia del país desde 2005, respondió este lunes con una amplia sonrisa a la pregunta de los periodistas de si era optimista. Fue el único gesto relajado en la enésima reunión crucial para el futuro de Grecia, a la que los tres líderes políticos convocados (el conservador Andonis Samarás, el socialista Evánguelos Venizelos y Fotis Kuvelis, de Izquierda Democrática) acudieron con la correspondiente cara de circunstancias (Venizelos y Kuvelis, sin carpetas; Samarás, con apuntes en una nota manuscrita que colocó sobre la mesa), conscientes de que cualquier desacuerdo más supondría otro salto mortal en el vacío. La partida terminó con un doble anuncio que permitía ganar tiempo en medio de las insostenibles presiones europeas: la propuesta de Papulias de un Gobierno de “personalidades ajenas a la política, apoyado por el Parlamento”, y la reanudación a mediodía de este martes del diálogo con todas las fuerzas políticas, salvo los neonazis.
La oferta de Gobierno de Papulias —las fuentes varían en la condición de los notables: si más o menos tecnócratas, o académicos de prestigio— fue secundada por los líderes conservador, Andonis Samarás, y socialista, Evánguelos Venizelos. Fotis Kuvelis, líder del pequeño partido Izquierda Democrática (19 diputados), disintió de sus pares, pero se mostró dispuesto a debatirla. Con todo, puede que el resultado más interesante de la reunión sea la celebración de una mesa de diálogo conjunta de todas las fuerzas que el día 6 lograron representación parlamentaria, salvo el neonazi Aurora Dorada. La iniciativa no solo consagra el cordón sanitario en torno a los ultras, también reconoce la petición que Alexis Tsipras, líder de la izquierdista Syriza, había hecho el domingo: un diálogo de todos con el jefe del Estado. Tsipras no acudió ayer a ver al presidente, pero con sus 52 diputados, a solo seis del partido más votado (Nueva Democracia, centro-derecha), no puede ser obviado en la solución final. Fuentes de Syriza confirmaron anoche que hoy sí se sentará a la mesa, aunque rechaza cualquier Gobierno tecnocrático.
El recurso a la tecnocracia tampoco suscitó mucho entusiasmo entre sus colegas. “Estamos dispuestos a apoyar un Gobierno así, aunque en principio no estamos a favor de gobiernos de tecnócratas”, declaró el socialista Venizelos —ministro de Economía y vicepresidente del Ejecutivo en funciones bajo la presidencia de un tecnócrata, Lukas Papademos— a la salida de la residencia presidencial. “Un Gobierno así significa la derrota de la política”, apuntó el izquierdista Kuvelis. “Creo que es mejor un Gobierno formado por políticos, pero en casos de urgencia como el que vivimos, incluso uno de tecnócratas podría ser aceptable”, terció por su parte el conservador Samáras.
Resultará en teoría muy difícil conciliar a fuerzas tan dispares como, por ejemplo, el proeuropeo y moderado Dimar y Griegos Independientes (Anel, extrema derecha nacionalista), pero puede que la cita no sea más que un fait accompli: que Karolos Papulias simplemente informe a los líderes de los cinco partidos —el comunista KKE ha declinado esta noche la invitación del jefe del Estado— de su propuesta de un Ejecutivo de amplia base con nombres no contaminados por la política. Tecnócratas como por ejemplo Papademos, que suena con insistencia en los corrillos —aunque ha manifestado en repetidas ocasiones su deseo de volver a la vida académica—, o incluso líderes políticos retirados como el conservador Kostas Karamanlís, como apuntaba hace días a este diario el portavoz del Gobierno en funciones, Pantelis Kapsis.
Las presiones que los socios europeos ejercen desde hace días sobre Grecia dieron ayer un paso más, según denunció Alexis Tsipras. “He solicitado una reunión con [François] Hollande [nuevo presidente francés] para intercambiar impresiones, aunque hubo una reacción por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán”, dijo el líder de Syriza, sin dar más detalles. Mientras, en un inédito gesto de transparencia, la jefatura del Estado colgaba en su página web la transcripción íntegra de las conversaciones que Papulias mantuvo el domingo por separado con los líderes conservador, socialista y de Izquierda Democrática.