Denuncian "mano negra" para desestabilizar al Gobierno
La Paz, ABI
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge Pérez, denunció el viernes que detrás de los conflictos sociales hay "una mano negra" que busca desestabilizar al Gobierno.
Esa autoridad, en conferencia de prensa, manifestó que sospecha que los partidos políticos de centro derecha, como el Movimiento Sin Miedo (MSM) y Unidad Nacional (UN), además de los dirigentes indígenas Adolfo Chávez y Rafael Quispe buscan debilitar, desgastar y desestabilizar la administración del presidente Evo Morales.
El panorama conflictivo del país se encuentra alentado por médicos y trabajadores en salud, quienes mantienen protestas callejeras y huelgas de hambre en rechazo a las ocho horas de trabajo diario, desde hace más de un mes.
Se suma la Central Obrera Boliviana (COB), que en la víspera determinó un paro y movilizaciones para el 9, 10 y 11 de este mes en demanda de un mayor incremento salarial y anulación del decreto que establece las ocho horas de trabajo para el sector de salud pública.
Los choferes anunciaron un paro de actividades para el 7 y 8 (la siguiente semana) en rechazo de la Ley de Transporte, en La Paz y la exigencia del alza de las tarifas a nivel nacional.
Finalmente, los indígenas de tierras bajas marchan hacia la ciudad de La Paz y piden la anulación de la Ley 222, que establece un proceso de consulta a los nativos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sobre la intangibilidad del parque y la construcción de la vía Villa Tunari - San Ignacio de Moxos.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge Pérez, denunció el viernes que detrás de los conflictos sociales hay "una mano negra" que busca desestabilizar al Gobierno.
Esa autoridad, en conferencia de prensa, manifestó que sospecha que los partidos políticos de centro derecha, como el Movimiento Sin Miedo (MSM) y Unidad Nacional (UN), además de los dirigentes indígenas Adolfo Chávez y Rafael Quispe buscan debilitar, desgastar y desestabilizar la administración del presidente Evo Morales.
El panorama conflictivo del país se encuentra alentado por médicos y trabajadores en salud, quienes mantienen protestas callejeras y huelgas de hambre en rechazo a las ocho horas de trabajo diario, desde hace más de un mes.
Se suma la Central Obrera Boliviana (COB), que en la víspera determinó un paro y movilizaciones para el 9, 10 y 11 de este mes en demanda de un mayor incremento salarial y anulación del decreto que establece las ocho horas de trabajo para el sector de salud pública.
Los choferes anunciaron un paro de actividades para el 7 y 8 (la siguiente semana) en rechazo de la Ley de Transporte, en La Paz y la exigencia del alza de las tarifas a nivel nacional.
Finalmente, los indígenas de tierras bajas marchan hacia la ciudad de La Paz y piden la anulación de la Ley 222, que establece un proceso de consulta a los nativos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sobre la intangibilidad del parque y la construcción de la vía Villa Tunari - San Ignacio de Moxos.