Yoriko Yasukawa, coordinadora residente de NNUU en Bolivia
“Nos preocupa el tono de los discursos en torno a la marcha”
La Paz, Página Siete
La representante de la ONU en Bolivia, Yoriko Yasukawa, expresó su preocupación por el tono de los discursos del Gobierno y los indígenas en relación con la IX marcha en defensa del TIPNIS.
¿Cómo ve el proceso de consulta a los indígenas del TIPNIS que se pretende aplicar para definir la construcción de una carretera?
Una consulta es un instrumento para el diálogo y el encuentro de consensos sobre cualquier medida que afecte a los pueblos indígenas. Pero en una situación como ésta, la propuesta de consulta sobre el TIPNIS se ha vuelto en una fuente de conflicto. Hay que buscar cómo asegurar las condiciones para que todos los actores involucrados puedan dialogar y llegar a acuerdos.
El Gobierno anunció la postergación de este proceso para mejorar la calidad de consulta...
Nos pareció que la decisión de buscar ampliar los plazos es positiva, en la medida en que permita más tiempo para buscar construir estas condiciones, para que los actores involucrados puedan tener un proceso de diálogo, previo a realizar esta consulta. Pero nuestro mensaje no sólo fue que se amplíen los tiempos, es para que se haga con buena calidad.
¿Qué esperan de ese diálogo?
Que haya la disposición de ambos lados, a escuchar al otro y reflexionar por qué, el lado contrario que plantea algo que yo no quiero, piensa así. Ahora es difícil porque hay mucha desconfianza. Esto es entendible después de todo lo que pasó en torno a la marcha el año pasado y la aprobación de dos leyes. Superar esta desconfianza es difícil. Pero si el diálogo fuera fácil, no habría marchas.
¿Quién debe dar el primer paso?
Siempre el Gobierno, en cualquier país, por el hecho de tener la responsabilidad de gobernar para todos, tiene una especial responsabilidad de tomar la iniciativa para buscar el acercamiento, crear las condiciones para que pueda haber un diálogo de confianza. Una razón importante por la que la CIDOB y algunos líderes del TIPNIS se oponen a la consulta, es porque no creen que se vaya a hacer de manera correcta y de buena fe. Creo que es importante que el Gobierno demuestre su buena fe.
¿Cómo entender el tema de una consulta más participativa?
Una definición que dio uno de los expertos de la ONU, que llegó al país, es de la posibilidad real de que los dos lados deberían incidir en la decisión final al cabo de una consulta. Eso significa, por ejemplo, que el Gobierno pueda demostrar que efectivamente está abierto a que la consulta llegue a una decisión contraria a la propuesta original sobre la carretera. Pero el diálogo va en dos direcciones. De parte de los dirigentes indígenas, también tiene que haber un esfuerzo de acercamiento.
Pero el Gobierno no está creando un clima de confianza como los regalos que está dando a las comunidades del TIPNIS.
La CIDOB manifestó que eso no ayudaba a crear confianza. El Gobierno nos dijo que son necesidades postergadas. Hay diferentes maneras de ver estas cosas. Pero el Gobierno tiene que tomar en cuenta ese hecho si quiere diálogo. Valoramos mucho el llamado del ministro de Gobierno, Carlos Romero, a un diálogo sin condiciones.
¿Apuestan a un diálogo sincero antes de la consulta?
Sí, es absolutamente necesario.
¿Y hasta ahora no hay un clima de acercamiento?
Nos preocupa el tono de los discursos de todos los actores en torno a la marcha, las descalificaciones de las opiniones, diferentes a uno. Se afirma como que los que quieren la carretera es que quieren destruir la selva y plantar coca. Por el otro lado, dicen que los que se oponen son los que tienen negocios ilegales de madera, cuando no es así. Hay razones legítimas en los dos lados para querer una u otra cosa. Tenemos que dejar de hablar así, si queremos dialogar de verdad. Por mucho que no nos guste, el primer paso es decir que tal vez, tienen razones válidas para tener esa opinión.
La Paz, Página Siete
La representante de la ONU en Bolivia, Yoriko Yasukawa, expresó su preocupación por el tono de los discursos del Gobierno y los indígenas en relación con la IX marcha en defensa del TIPNIS.
¿Cómo ve el proceso de consulta a los indígenas del TIPNIS que se pretende aplicar para definir la construcción de una carretera?
Una consulta es un instrumento para el diálogo y el encuentro de consensos sobre cualquier medida que afecte a los pueblos indígenas. Pero en una situación como ésta, la propuesta de consulta sobre el TIPNIS se ha vuelto en una fuente de conflicto. Hay que buscar cómo asegurar las condiciones para que todos los actores involucrados puedan dialogar y llegar a acuerdos.
El Gobierno anunció la postergación de este proceso para mejorar la calidad de consulta...
Nos pareció que la decisión de buscar ampliar los plazos es positiva, en la medida en que permita más tiempo para buscar construir estas condiciones, para que los actores involucrados puedan tener un proceso de diálogo, previo a realizar esta consulta. Pero nuestro mensaje no sólo fue que se amplíen los tiempos, es para que se haga con buena calidad.
¿Qué esperan de ese diálogo?
Que haya la disposición de ambos lados, a escuchar al otro y reflexionar por qué, el lado contrario que plantea algo que yo no quiero, piensa así. Ahora es difícil porque hay mucha desconfianza. Esto es entendible después de todo lo que pasó en torno a la marcha el año pasado y la aprobación de dos leyes. Superar esta desconfianza es difícil. Pero si el diálogo fuera fácil, no habría marchas.
¿Quién debe dar el primer paso?
Siempre el Gobierno, en cualquier país, por el hecho de tener la responsabilidad de gobernar para todos, tiene una especial responsabilidad de tomar la iniciativa para buscar el acercamiento, crear las condiciones para que pueda haber un diálogo de confianza. Una razón importante por la que la CIDOB y algunos líderes del TIPNIS se oponen a la consulta, es porque no creen que se vaya a hacer de manera correcta y de buena fe. Creo que es importante que el Gobierno demuestre su buena fe.
¿Cómo entender el tema de una consulta más participativa?
Una definición que dio uno de los expertos de la ONU, que llegó al país, es de la posibilidad real de que los dos lados deberían incidir en la decisión final al cabo de una consulta. Eso significa, por ejemplo, que el Gobierno pueda demostrar que efectivamente está abierto a que la consulta llegue a una decisión contraria a la propuesta original sobre la carretera. Pero el diálogo va en dos direcciones. De parte de los dirigentes indígenas, también tiene que haber un esfuerzo de acercamiento.
Pero el Gobierno no está creando un clima de confianza como los regalos que está dando a las comunidades del TIPNIS.
La CIDOB manifestó que eso no ayudaba a crear confianza. El Gobierno nos dijo que son necesidades postergadas. Hay diferentes maneras de ver estas cosas. Pero el Gobierno tiene que tomar en cuenta ese hecho si quiere diálogo. Valoramos mucho el llamado del ministro de Gobierno, Carlos Romero, a un diálogo sin condiciones.
¿Apuestan a un diálogo sincero antes de la consulta?
Sí, es absolutamente necesario.
¿Y hasta ahora no hay un clima de acercamiento?
Nos preocupa el tono de los discursos de todos los actores en torno a la marcha, las descalificaciones de las opiniones, diferentes a uno. Se afirma como que los que quieren la carretera es que quieren destruir la selva y plantar coca. Por el otro lado, dicen que los que se oponen son los que tienen negocios ilegales de madera, cuando no es así. Hay razones legítimas en los dos lados para querer una u otra cosa. Tenemos que dejar de hablar así, si queremos dialogar de verdad. Por mucho que no nos guste, el primer paso es decir que tal vez, tienen razones válidas para tener esa opinión.