Un comando de 30 suicidas ejecutó los ataques de ayer en Kabul
Kabul, EP
El portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, ha revelado que los ataques coordinados de ayer contra el Parlamento, varias embajadas y una base de la coalición internacional en Kabul fue llevado a cabo por un comando de 30 suicidas que prepararon los atentados minuciosamente durante dos meses.
"Nuestros expertos militares realizaron bocetos de los objetivos y diseñaron réplicas para ensayar antes de lanzar las operaciones a gran escala en las cuatro provincias", ha explicado Muyahid en una entrevista telefónica concedida a Reuters.
En la ofensiva fueron atacadas las embajadas británica y alemana, el Palacio Presidencial y el Parlamento, en Kabul, así como instalaciones militares de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y otras sedes oficiales en las provincias de Nangarhar, Logar y Paktia.
Según las últimas cifras aportadas por el Ministerio del Interior, y citadas este lunes por la agencia de noticias local Pajwok, la oleada de atentados y los posteriores enfrentamientos, que han durado unas 18 horas, causaron al menos 47 muertos y 65 heridos.
Los asaltantes eligieron cuidadosamente y tomaron tres edificios altos de la capital desde los que atacaron las sedes oficiales cercanas. "Los combatientes también aprendieron cómo entrar en los objetivos y cómo defenderlos", ha señalado Muyahid.
Los participantes en la operación fueron elegidos entre unos 50.000 combatientes, ha indicado. "Los combatientes convencionales obviamente no pueden realizar estas importantes misiones. Los combatientes asignados a esta misión han recibido un entrenamiento especial sobre el uso de ametralladoras pesadas, chalecos bomba y otras tácticas", ha indicado.
El portavoz talibán ha asegurado que las armas utilizadas --ametralladoras, lanzagranadas y munición-- fueron introducidas a través de los controles mucho antes de que tuvieran lugar los ataques con ayuda de elementos infiltrados en las fuerzas de seguridad.
Las autoridades afganas y estadounidenses consideran que este ataque ha sido obra de la Red Haqqani, no de los talibán, pero Muyahid ha desmentido esta información. "Aunque los haqqanis son parte de los talibán, no les hemos pedido ninguna ayuda, instrucciones ni apoyo. Se trata de un complot de Occidente, que quiere mostrarnos como (grupos) distintos", ha indicado.
"Los ataques han sido todo un éxito para nosotros, un logro memorable. Suponen un golpe psicológico y político para los extranjeros y para el Gobierno", ha apostillado.
El portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, ha revelado que los ataques coordinados de ayer contra el Parlamento, varias embajadas y una base de la coalición internacional en Kabul fue llevado a cabo por un comando de 30 suicidas que prepararon los atentados minuciosamente durante dos meses.
"Nuestros expertos militares realizaron bocetos de los objetivos y diseñaron réplicas para ensayar antes de lanzar las operaciones a gran escala en las cuatro provincias", ha explicado Muyahid en una entrevista telefónica concedida a Reuters.
En la ofensiva fueron atacadas las embajadas británica y alemana, el Palacio Presidencial y el Parlamento, en Kabul, así como instalaciones militares de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y otras sedes oficiales en las provincias de Nangarhar, Logar y Paktia.
Según las últimas cifras aportadas por el Ministerio del Interior, y citadas este lunes por la agencia de noticias local Pajwok, la oleada de atentados y los posteriores enfrentamientos, que han durado unas 18 horas, causaron al menos 47 muertos y 65 heridos.
Los asaltantes eligieron cuidadosamente y tomaron tres edificios altos de la capital desde los que atacaron las sedes oficiales cercanas. "Los combatientes también aprendieron cómo entrar en los objetivos y cómo defenderlos", ha señalado Muyahid.
Los participantes en la operación fueron elegidos entre unos 50.000 combatientes, ha indicado. "Los combatientes convencionales obviamente no pueden realizar estas importantes misiones. Los combatientes asignados a esta misión han recibido un entrenamiento especial sobre el uso de ametralladoras pesadas, chalecos bomba y otras tácticas", ha indicado.
El portavoz talibán ha asegurado que las armas utilizadas --ametralladoras, lanzagranadas y munición-- fueron introducidas a través de los controles mucho antes de que tuvieran lugar los ataques con ayuda de elementos infiltrados en las fuerzas de seguridad.
Las autoridades afganas y estadounidenses consideran que este ataque ha sido obra de la Red Haqqani, no de los talibán, pero Muyahid ha desmentido esta información. "Aunque los haqqanis son parte de los talibán, no les hemos pedido ninguna ayuda, instrucciones ni apoyo. Se trata de un complot de Occidente, que quiere mostrarnos como (grupos) distintos", ha indicado.
"Los ataques han sido todo un éxito para nosotros, un logro memorable. Suponen un golpe psicológico y político para los extranjeros y para el Gobierno", ha apostillado.