Udinese se salvó en Verona gracias a Handanovic
Roma, Espn
Gracias a la excelente labor de Samir Handanovic, sin dudas la figura del match, Udinese logró evitar la derrota e igualó sin goles en el estadio Bentegodi de Verona, de visita a Chievo.
De esta manera, en la espera del cierre de la trigésimo cuarta jornada, los albinegros se quedaron cuartos, ahora con 52 puntos, mientras que el conjunto de Di Carlo atrapó momentáneamente a Catania en el octavo escalón de la clasificación, que ambos comparten con 43 unidades cada uno.
Como dicho, el potero salvó al conjunto visitante, puesto que los locales dominaron el encuentro y, especialmente en el primer tiempo, construyeron muchas chances de gol que no supieron concretizar en parte por deméritos proprios pero sobre todo por las grandes tapadas del arquero esloveno.
En efecto, durante los primeros 45 minutos los muchachos de Guidolín raramente se vieron en fase ofensiva, mientras que Chievo, después de un breve periodo de estudio, empezó a empujar, se adueñó totalmente de la maniobra y creó algunas chances clarísimas para anotar.
Las jugadas más peligrosas fueron cinco y de esas sólo en las primeras dos Handanovic no tuvo que atajar: primero, al cuarto minuto, Bradley estampó el esférico en el palo, mientras que más tarde Paloschi remató afuera desde excelente posición.
Sobre el final de etapa, en cambio, el arquero fue decisivo: primero rechazó un remate a quemarropa de Bradley, luego sacó al córner un zurdazo rasante de Cruzado, quien había definido con calidad una jugada espectacular con dos gambetas hermosas.
En fin, faltando poco al cierre del primer tiempo, Handanovic falló una salida y cometió penal, pero se dejó perdonar tapando el remate desde los once metros de Thereau. En la ocasión, el francés anguló poco el disparo, pero le pegó muy fuerte y no era para nada fácil rechazar la definición.
El segundo tiempo fue más equilibrado. Evidentemente Guidolín retó a sus muchachos y, en efecto, Udinese bajó más concentrado en defensa y Benatiá, Danilo y Coda concedieron muy poco al equipo rival.
Sin embargo, a pesar de la nueva actitud, los albinegros no lograron crear mucho adelante, porque Chievo siguió jugando mejor y no le dejó espacios para ofender a los friulanos, mérito en particular del gran partido disputado por el interesante joven Acerbi.
Gracias a la excelente labor de Samir Handanovic, sin dudas la figura del match, Udinese logró evitar la derrota e igualó sin goles en el estadio Bentegodi de Verona, de visita a Chievo.
De esta manera, en la espera del cierre de la trigésimo cuarta jornada, los albinegros se quedaron cuartos, ahora con 52 puntos, mientras que el conjunto de Di Carlo atrapó momentáneamente a Catania en el octavo escalón de la clasificación, que ambos comparten con 43 unidades cada uno.
Como dicho, el potero salvó al conjunto visitante, puesto que los locales dominaron el encuentro y, especialmente en el primer tiempo, construyeron muchas chances de gol que no supieron concretizar en parte por deméritos proprios pero sobre todo por las grandes tapadas del arquero esloveno.
En efecto, durante los primeros 45 minutos los muchachos de Guidolín raramente se vieron en fase ofensiva, mientras que Chievo, después de un breve periodo de estudio, empezó a empujar, se adueñó totalmente de la maniobra y creó algunas chances clarísimas para anotar.
Las jugadas más peligrosas fueron cinco y de esas sólo en las primeras dos Handanovic no tuvo que atajar: primero, al cuarto minuto, Bradley estampó el esférico en el palo, mientras que más tarde Paloschi remató afuera desde excelente posición.
Sobre el final de etapa, en cambio, el arquero fue decisivo: primero rechazó un remate a quemarropa de Bradley, luego sacó al córner un zurdazo rasante de Cruzado, quien había definido con calidad una jugada espectacular con dos gambetas hermosas.
En fin, faltando poco al cierre del primer tiempo, Handanovic falló una salida y cometió penal, pero se dejó perdonar tapando el remate desde los once metros de Thereau. En la ocasión, el francés anguló poco el disparo, pero le pegó muy fuerte y no era para nada fácil rechazar la definición.
El segundo tiempo fue más equilibrado. Evidentemente Guidolín retó a sus muchachos y, en efecto, Udinese bajó más concentrado en defensa y Benatiá, Danilo y Coda concedieron muy poco al equipo rival.
Sin embargo, a pesar de la nueva actitud, los albinegros no lograron crear mucho adelante, porque Chievo siguió jugando mejor y no le dejó espacios para ofender a los friulanos, mérito en particular del gran partido disputado por el interesante joven Acerbi.