Se derrumbó Milan en San Siro ante Fiorentina
Roma, Espn
En un partido de la fecha 31 del Calcio, disputado en el estadio de San Siro, Fiorentina venció a Milan por 2 a 1. Zlatan Ibrahimovic, de penal, puso arriba al local, pero Stevan Jovetic y el brasileño Amaurí dieron vuelta al marcador.
Con este resultado, Milan sigue teniendo 64 puntos y ocupando la primera posición, pero podría ser superado por Juventus, que un poco más tarde jugaba en Palermo. Fiorentina, por su parte, sumó tres unidades fundamentales: ahora tiene 36 y se ubica en la quinceava plaza, con 5 puntos de ventaja sobre la zona descenso.
El resultado más justo hubiera sido un empate, pero se trató de un resultado muy común entre un equipo que necesita ganar sin tener la fuerza para hacerlo y otro que se encierra en defensa y aprovecha la desesperación del rival para golpear de contra.
Desde un comienzo se notó que Milan iba a tener una tarde complicada. El peso del cansancio por el partido del Camp Nou, condimentado por la desilusión de la eliminación, fueron evidentes en la actitud nerviosa del equipo, que empujaba más con fuerza que con ideas.
Así, desde un comienzo las mejores ocasiones fueron para la visita: un diagonal de Jovetic salió apenas desviado y un remate desde el borde del área de Kharja voló centímetros arriba del travesaño, mientras que Milan apareció sólo con un violento remate de tiro libre de Ibrahimovic y el increíble error de Muntari, que envió a la tribuna el corto rechazo de Boruc.
Pero el referí Celi decidió cobrar un penal más que dudoso, por una agarrada recíproca entre Nastasic y Maxi López, algo parecido al absurdo penal cobrado en favor del Barcelona el martes. Ibra no se hizo ningún tipo de problema y lo transformó en la ventaja.
Pero ni siquiera ese regalo tuvo el poder de tranquilizar al rossonero, que a comienzo del complemento se hizo encontrar con la línea defensiva casi en la mitad de la cancha y totalmente dormida: De Silvestri metió el cuchillazo para el pique de Jovetic, habilitado por Abate, y el delantero definió sobre la salida de Abbiati, con una pizca de suerte.
De ahí en adelante, el partido tuvo un libreto muchas veces visto: un equipo atacando con furia pero sin ideas ni aire, y el otro agazapado buscando su chance de contra. Allegri probó con varios cambios y hasta en el final arriesgó por unos minutos al redivivo Antonio Cassano, mientras que Delio Rossi vio la chance de ganarlo y lo puso a Amaurí.
En la ruleta del final, la de Rossi resultó la movida decisiva: Mexés erró un cabezazo, Jovetic metió al asistencia y Amaurí le hizo un enorme regalo a su ex equipo, Juventus, definiendo con frialdad delante de Abbiati.
Así, la que podía ser una semana de gloria se transformó en una verdadera tragedia rossonera: un punto de seis en los dos últimos partidos de campeonato y la eliminación de la Champions son el precio que se pasó a un plantel diezmado por las lesiones y desgastado físca y mentalmente.
